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El ninguneo a Carvajal y cómo el mejor futbolista español antepone el compañero a la rabieta
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El ninguneo a Carvajal y cómo el mejor futbolista español antepone el compañero a la rabieta

La decepción de Carvajal no le impidió demostrar que sabe perder. Llamó a Rodri, le felicitó y demostró que es de los que defiende que el equipo está por encima de las individualidades

Foto: Dani Carvajal, en un partido del Real Madrid. (AFP7)
Dani Carvajal, en un partido del Real Madrid. (AFP7)

Dani Carvajal no es de rabietas. Le da más importancia al juego colectivo, como factor principal del éxito y de que pueda brillar un futbolista en cuestión, que al egoísmo. Si lo importante fuera lo segundo, no hay ninguna duda de que el gol que marcó en la final de la Champions en Wembley resultó más determinante que el de Vinícius. Sirvió para desatascar el partido y ser nombrado el mejor jugador de la final contra el Borussia Dortmund.

Carvajal tiene más razones que Vinícius para estar dolido por la tropelía, calificativo que utilizan en el Real Madrid, que se ha hecho con el Balón de Oro. Si hay un español que merecía ganar este premio ese es Dani Carvajal. Es la opinión que esgrimen en el Real Madrid, una gran mayoría de aficionados y el propio Carvajal.

El lateral derecho del Real Madrid, de un equipo que ganó tres títulos (Champions, Liga y Supercopa de España), y de la Selección española (clave en la conquista de la Eurocopa) tiene razones para sentirse ninguneado. Carvajal también discrepa de los criterios de una votación, que tiene mucho de subjetivo en el voto que ejercen 100 periodistas, y que no considera justo.

El único futbolista que lo ganó todo, con su equipo y la Selección, fue Dani Carvajal. Este criterio es irrebatible. No se puede obviar que Carvajal es el mejor futbolista español de la temporada pasada en cuanto a títulos, rendimiento individual y colectivo y deportividad. Este último criterio lo ha cumplido hasta el final con su llamada a Rodrigo minutos después de que el futbolista del Manchester City y de la Selección española recibiera el Balón de Oro.

placeholder Dani Carvajal, con el trofeo de la Eurocopa. (EFE  Alberto Estévez)
Dani Carvajal, con el trofeo de la Eurocopa. (EFE Alberto Estévez)

La diferencia entre Vinícius y Carvajal es que el primero estaba obsesionado con ganar este Balón de Oro y el segundo no se hizo ilusiones porque sabe cómo funciona esto. Es muy difícil, por no decir imposible, que un lateral derecho se proclame vencedor. Su posición en el campo, como puede ser la de portero, no está tan valorado como la de un delantero.

La llamada a Rodri

Carvajal daba por hecho, como la gran mayoría, que el Balón de Oro iba a parar a las manos de Vinícius y cuando recibió la noticia se quedó de piedra. Como el brasileño, Florentino, Ancelotti y el resto de compañeros de equipo. Lo siguiente que escuchó fue que se había hecho una doble injusticia. Si no lo ganaba Vinícius, lo tendría que recibir él porque fue el mejor futbolista español. El club dio el plantón a France Football y la UEFA para apoyar a Vinícius y también a Carvajal.

Foto: vinicius-balon-de-oro-real-madrid-dani-carvajal

La decepción de Carvajal no le impidió demostrar que sabe perder y antepuso el compañerismo a la rabieta. Llamó a Rodri, le felicitó y demostró que es de los que defiende que el equipo está por encima de las individualidades. Carvajal se comió su orgullo y se dedicó a subir en su perfil de Instagram fotos de apoyo que destacaban sus títulos y mensajes que le decían que tenía que estar orgulloso por el nivel exhibido la temporada pasada.

Con Carvajal se ha hecho una injusticia, pese a que el cuarto puesto en el Balón de Oro hay que considerarlo un éxito rotundo que reconoce al mejor lateral derecho del mundo. Lo importante es su reacción tras conocer que Rodri es el ganador y así lo destacó el centrocampista del City, con un mensaje de reconocimiento: "Carvajal lo merecía igual que yo. Tiene unos valores parecidos a los míos, de equipo, que ama un club y lo da todo".

Dani Carvajal no es de rabietas. Le da más importancia al juego colectivo, como factor principal del éxito y de que pueda brillar un futbolista en cuestión, que al egoísmo. Si lo importante fuera lo segundo, no hay ninguna duda de que el gol que marcó en la final de la Champions en Wembley resultó más determinante que el de Vinícius. Sirvió para desatascar el partido y ser nombrado el mejor jugador de la final contra el Borussia Dortmund.

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