Orgullo culé, humillación blanca: cómo Flick y sus niños perdidos silenciaron al Bernabéu
Los culés completaron un excelso partido con un equipo repleto de canteranos que le ha devuelto al club su identidad. No hubo ningún atisbo de remontada de los blancos, superados especialmente en la segunda mitad
El Barça completó una exhibición que no estuvo exenta de sufrimiento, aunque quedase disipado con el resultado final (0-4). El duelo confirmó que los azulgranas tienen ahora algo de lo que carecían: un entrenador con un librillo cuyo resultado hasta ahora es fantástico. Flick cuenta con un grupo de adolescentes que han convertido una balsa en un transatlántico.
Más que adolescentes, son casi los niños perdidos. Decía Maradona que él hubiera parado su vida a los 25 años para no dejar de ser futbolista. Es posible que Yamal, Cubarsí, Pedri o Fermín sostengan lo propio en un claro desafío a la biología que tiene fácil remedio: ir a Nunca Jamás, donde es posible que Flick aparezca disfrazado de Peter Pan.
Porque, en ocasiones, es recomendable distinguir entre libertad y libertinaje. El Barça es una estructura tan metódica que incluso parece alemana y así se justifica la mano de su entrenador. Un técnico sin reparos para que sus jugadores pongan en práctica los conceptos de La Masía. Es como si un estudiante renuncia a lo aprendido en Harvard.
"Había que crear una atmósfera para que todos los jugadores dieran su mejor versión. El clima es muy bueno. Podemos celebrar este triunfo, les doy dos días de descanso tras hacer recuperación. Luego nos prepararemos para el encuentro contra el Espanyol. Estamos felices, pero tenemos que estar focalizados en lo que viene", resumió Flick en la sala de prensa.
La nueva versión de Raphinha y Lewandowski
Este ha sido un verano de recortes en Barcelona más allá del fichaje de Dani Olmo. En Madrid, el galáctico francés desembarcó en el Bernabéu tras meses de espera, aunque su único rastro en el encuentro fueron los reiterados fueras de juego que le señalaron. Aquello no fue solo el escaso acierto de Mbappé para aguantar su posición, sino también fue la audacia del Barça para adelantar la línea, en un baile constante, con milimétricas miradas y movimientos.
El partido no solo confirmó que es posible un cambio de tendencia este año, sino que los culés tendrían que haber prescindido de las célebres palancas. O de cualquier otro ejercicio de argucia económica que solo conllevara una huida hacia delante. En lugar de inversiones millonarias y visitas a los bancos, bastaba con haberse dado la vuelta para ver que el mayor activo del club sigue estando en la base.
La llegada de Flick ha desenmascarado ciertos planteamientos incomprensibles de Xavi, como prescindir de dos jugadores cuyo fútbol parecía agotado. Pero que han demostrado que tienen aún catálogo para rato. Raphinha y Lewandowski se han erigido en los oráculos de esta generación, carente de veteranos más allá del brasileño, el polaco, Íñigo Martínez y Ter Stegen.
Paciencia con las expectativas
Fue cuanto menos paradójico que el Barcelona triunfara en el Bernabéu con una amalgama formada por veteranos y noveles. Y con Flick como claro adalid de un grupo que lo venera, porque, como explicó Menotti, el futbolista no se rinde ante la disciplina; se rinde ante el conocimiento. Parece que se está imponiendo el bagaje del teutón.
"Hemos arriesgado con la posición de Mbappé. Ellos jugaban con la línea alta y por poco no lo hemos aprovechado en tres o cuatro oportunidades. ¿Problema con el banquillo del Barça? Ha sido con el ayudante de Flick, que no ha sido un señor, celebrando el gol hacia nuestro banquillo. Y Flick nos ha dado la razón", explicó Ancelotti sobre la polémica que hubo entre los banquillos cuando el Barça marcó el 0-4.
La semana confirma que el Barça ha vuelto a tutear a los grandes del continente tras sendas goleadas al Real Madrid y al Bayern de Múnich (4-1). Pero no conviene adelantarse, la evolución final llega en mayo, no en octubre. Recuerden: Xavi también ganó 0-4 en el Bernabéu y acabó condenado a las galeras.
El Barça completó una exhibición que no estuvo exenta de sufrimiento, aunque quedase disipado con el resultado final (0-4). El duelo confirmó que los azulgranas tienen ahora algo de lo que carecían: un entrenador con un librillo cuyo resultado hasta ahora es fantástico. Flick cuenta con un grupo de adolescentes que han convertido una balsa en un transatlántico.
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