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El Barcelona asalta el Bernabéu y deja en ridículo al Real Madrid de Mbappé (0-4)
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El Barcelona asalta el Bernabéu y deja en ridículo al Real Madrid de Mbappé (0-4)

El Barcelona asesta un duro golpe al Real Madrid con una goleada en la segunda parte. Lewandowski hizo dos goles y Mbappé estuvo desacertado en la definición y sus movimientos

Foto: Lewandowski celebra un gol en el Clásico. (EFE/Juanjo Martín)
Lewandowski celebra un gol en el Clásico. (EFE/Juanjo Martín)

El Barcelona refuerza su liderato con un contundente triunfo en el Clásico y mete en problemas al Real Madrid. Ancelotti tiene trabajo. Mucho y del serio. Su equipo pecó de todo. En la primera parte fue débil en ataque y en la segunda frágil en defensa. Sale muy mal parado Mbappé, que erró ocasiones claras y cayó en innumerables fueras de juego. El Barcelona asaltó el Bernabéu con una propuesta ofensiva, valiente de un entrenador recién llegado que ha dado con la tecla. Hansi Flick ha hecho un equipo en el que todos defienden, presionan, trabajan y tienen piernas para ir al ataque. Ancelotti tiene todo por construir, en defensa y en ataque.

La goleada se produjo en la segunda parte, con dos tantos de Lewandowski; el tercero de Lamine Yamal y el cuarto de Raphinha. Todo el acierto que tuvo el tridente del Barcelona le faltó al del Real Madrid. Noche aciaga para Mbappé, Vinícius y Bellingham, que siguen demostrando que no están acoplados. El Madrid le puso actitud, ganas, pero le faltó fútbol y acierto en las dos áreas.

El equipo de Ancelotti fue de más a menos. Entró bien al partido, intenso y motivado. Pero esto va de acertar en las áreas y de eso sabe mucho el equipo blanco. La agresividad defensiva del Real Madrid desactivó al Barcelona en los primeros minutos del encuentro. El arriesgado fuera de juego del equipo de Hansi Flick noqueó los ataques del equipo de Ancelotti. Este es el resumen de una primera parte sin goles y con más ocasiones para el equipo madridista. El dato es relevante. El Real Madrid cayó en 12 fueras de juego en total (8 en la primera parte y 3 en la segunda). Lo que habla muy bien de la eficacia que tiene la línea adelantada del Barcelona y la ansiedad, la precipitación, de los atacantes del Madrid. En la segunda, Ancelotti no supo cómo competir contra el sistema de Hansi Flick. El italiano, superado.

El Barça no renunció a poner la línea defensiva casi en el centro del campo, asumiendo los riesgos que tiene dar espacios a Mbappé y Vinícius. No lo aprovecharon ninguno de los dos. El francés tuvo hasta tres ocasiones claras que desperdició por su falta de puntería y estar en posición antirreglamentaria. En la única que estaba habilitado no supo definir en un disparo que se le fue el balón alto ante la salida de Iñaki Peña. Midió mal el portero del Barcelona, falló Cubarsí y definió peor Mbappé.

El francés tenía la pólvora mojada y jugó subido de revoluciones. Marcó un gol en un pase de Lucas Vázquez que celebró con efusividad. Estaba, de nuevo, ligeramente adelantado. En esta ocasión definió bien, picó el balón a Iñaki Peña, pero el VAR lo anuló. Estaba fallón Mbappé. Se contagió Vinícius con otro error en una acción que le ganó la espalda a Koundé, recortó a Cubarsí dentro del área y remata al palo corto. Se le fue fuera. Una ocasión clarísima.

Duelos intensos

No era la noche de los delanteros del Madrid. Ni de Bellingham, que desperdició una internada por un mal control que se le fue de los pies cuando se plantaba cerca de la portería azulgrana. El Madrid torpe arriba y fuerte en el centro del campo y la defensa. Ganando duelos con la energía de Camavinga, Tchouaméni y Fede Valverde. Desactivaron a Casadó, Pedri y Fermín.

Al Barcelona le faltó claridad y profundidad arriba. Lo más peligroso fue un mano a mano de Lamine Yamal con Lunin que erró por la llegada de Mendy. El disparo fue flojo. Es el mayor peligro que llevó a la portería del Madrid. Pedri probó desde lejos y Lunin respondió desviando una pelota envenenada. Lewandowski y Raphinha no generaron peligro. Sufrieron los intensos marcajes y las ayudas de Rüdiger, Militao y Lucas Vázquez.

El Madrid era fuerte en defensa y débil en ataque. El Barcelona sacaba tajada de su defensa adelantada, pero le faltó colmillo y amenaza. Hansi Flick movió el equipo en el descanso. Sacó a Frenkie de Jong por Fermín. Algo no le gustaba al entrenador del Barcelona. Su equipo no estaba cómodo con el balón, le costaba encontrar el juego vertical y la electricidad para ser incisivo. Dio con la tecla. El Barcelona encontró la precisión en los pases, la verticalidad y los agujeros en la defensa blanca.

El alto ritmo de los dos equipos no bajó en el inicio de la segunda parte. Real Madrid y Barcelona corrían de una portería a otra, aceleraban las jugadas, no había pausa y buscaron un partido de ida y vuelta. Se podía romper de un lado u otro. Faltaba ver quién acertaba y lo hizo Lewandowski en un mano a mano con Lunin. El polaco fusiló al ucraniano. Aprovechó un pase de Casadó, de listo, para ganar la espalda a Lucas Vázquez. No estaba en fuera de juego. Lo habilitó Mendy. El Barcelona golpeó primero. Y lo remató tres minutos después. Otra vez el polaco. Sacó el mazo.

Lewandowski hizo el segundo de cabeza tras un centro de Balde y un remate cruzado a la esquina de la portería de Lunin. Falló, de nuevo, la defensa del Madrid. Mal ajustada. El polaco remató solo, como en el primer gol. No perdonó. Duro inicio de la segunda parte para el equipo de Ancelotti, que se vio con dos goles en contra, como el día del Borussia Dortmund. Tocaba reaccionar con más de media hora por delante.

Ancelotti quitó a Tchouaméni y metió a Modric. Recurrió al veterano, al que sabe lo que hay que hacer con el balón. Su entrada coincidió con otra clara ocasión para Mbappé. Falló, de nuevo, en un mano a mano con Iñaki Peña. Excelente el portero del Barcelona en su salida. Horrible el francés, que no aprovechó un buen pase de Vinícius. Seguía sin ser la noche del francés, que volvía a caer en el fuera de juego. Mbappé no atinaba en sus disparos. Peña se lo sacó otro disparo con el pie.

El partido se le puso cuesta arriba al Madrid y Lewandowski pudo darle la puntilla en un contraataque lanzado por Dani Olmo (entró por Casadó) a Raphinha. El pase del brasileño fue al polaco y éste remató al poste. El Barça olió la sangre de un Real Madrid nervioso y ansioso. No tenía pólvora. Bellingham desaprovechó un buen centro de Modric, de falta, en un mal remate.

Todo fue a peor para el Madrid con el gol de Lamine Yamal, en el minuto 77, que sentenció el Clásico. Una jugada que nace de un balón largo y llega a Raphinha. La defensa del Real Madrid descolocada y corriendo hacia atrás, se ve superada. Yamal marca de un derechazo sin que nada pueda hacer Mendy, su marcador. El joven extremo del Barça rompió la cintura del lateral izquierdo francés. Yamal se desató. Lo celebró señalándose el nombre de su camiseta. El Barcelona hundió al Real Madrid con el cuarto de Raphinha y aumentó el jolgorio, ya con Gavi en el césped.

El pique empezó entre Vinícius y Gavi y acabó con tensiones entre los banquillos. Ancelotti le recriminó a un ayudante de Hansi Flick sus celebraciones. Lo vio como una falta de respeto. Un mazazo para un Real Madrid que está por construir y ya llevamos más de dos meses de temporada. Un éxito del Barcelona de Hansi Flick en su semana grande. Ganó al Bayern de Múnich y el Clásico.

El Barcelona refuerza su liderato con un contundente triunfo en el Clásico y mete en problemas al Real Madrid. Ancelotti tiene trabajo. Mucho y del serio. Su equipo pecó de todo. En la primera parte fue débil en ataque y en la segunda frágil en defensa. Sale muy mal parado Mbappé, que erró ocasiones claras y cayó en innumerables fueras de juego. El Barcelona asaltó el Bernabéu con una propuesta ofensiva, valiente de un entrenador recién llegado que ha dado con la tecla. Hansi Flick ha hecho un equipo en el que todos defienden, presionan, trabajan y tienen piernas para ir al ataque. Ancelotti tiene todo por construir, en defensa y en ataque.

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