El enigma Mbappé en el Clásico y cómo se relame si el combate es un intercambio de golpes
Mbappé disputa su primer Clásico con la exigencia de no defraudar. Su rendimiento no es el de la estrella del Real Madrid y un partido abierto le beneficia para explotar sus cualidades
Kylian Mbappé es un ser extraño y al que hay que descifrar. Todavía no ha roto a estrella en el Real Madrid por diferentes circunstancias y nos tiene desconcertados. Entre los motivos están las dificultades de adaptación a los nuevos compañeros, el entendimiento con Vinícius y su actitud. Molesta su pasividad sin balón para ir a la presión y sus imprecisiones con él. De nada vale que Ancelotti le libere del trabajo defensivo y se ahorre carreras, si vemos cómo se multiplica Vinícius e, inevitablemente, lo comparamos con el sacrificio de los tres delanteros del Barcelona. Vinícius, su socio, corrió como un jabato en la remontada contra el Borussia Dortmund, interceptó balones y acabó marcando tres goles.
Es un enigma cómo llega Mbappé a su primer Clásico. De él se espera que marque las diferencias en una gran noche, ante el rival histórico y el líder del campeonato. No entraba dentro de las previsiones que se hacían antes del inicio de la temporada, que el rendimiento de los delanteros del Barça estuviera a la par o por encima del francés. Los pronósticos apuntaban a un Mbappé imparable y un Real Madrid arrollador que, más pronto que tarde, tendría una diferencia de puntos amplia en la Liga. No está sucediendo lo imaginado y es, en culpa, por el errático rendimiento de Kylian Mbappé.
El Real Madrid fichó al mejor futbolista del mundo, un goleador, con la seguridad de que tendría un rendimiento inmediato. Le está costando demostrarlo y, entre otros motivos, están las complicaciones que encuentra para encajar en un sistema donde parte como punta. Le perjudica el atasco del juego colectivo. Los centrocampistas no están fluidos en la construcción, a Mbappé le llegan menos balones de los que necesita para generar peligro y en muchas ocasiones está mal perfilado.
En el Clásico se puede ver su mejor versión si Hansi Flick mantiene la línea defensiva adelantada y los pases del Real Madrid conectan con el francés para explotar los espacios. En un escenario de ida y vuelta, las mejores cualidades de Mbappé tienen que sobresalir. Lo deseado, por lo que se relame, es un Clásico con intercambio de golpes y de transiciones.
Le viene bien un partido abierto y de esta exigencia para presentarse en sociedad como la estrella del Real Madrid. Hasta la fecha, no lo ha conseguido. El 9 está de poco más que un 6 o un 7 de nota. En una dinámica irregular, y los vaticinios apuntan a que el estilo ofensivo del Barcelona le beneficia. Mbappé puede explotar el atrevido sistema de Hansi Flick si aprovecha y tiene eficacia en los metros que deje el equipo culé. Es el día ideal para lucirse si no defrauda y está entonado.
Arrollar al Barcelona
Lo que es difícil de comprender es su rendimiento. Al Celta le hizo un golazo desde fuera del área y contra el Borussia Dortmund falló una clara ocasión de gol que enmendó Vinícius en el segundo tanto. La jugada en la que Modric filtra un balón al francés, le deja de cara al portero y un defensa despeja el balón que va a parar al brasileño. Si no marca Vinícius, estaríamos hablando de la lentitud de Mbappé para armar la pierna y ejecutar el disparo.
Lo que sabemos hasta la fecha del misterio Mbappé es que no jugó el derbi en el Metropolitano por una lesión, que priorizó su recuperación y pactó con Deschamps no ir a la Selección en el último parón. Su mente está en el Clásico. Antes de este partido pasó inadvertido en la derrota contra el Lille, los minutos que jugó contra el Villarreal y solo pudo destacar con el golazo al Celta y la asistencia a Rüdiger en el primer tanto al Borussia Dortmund.
No es casualidad que Vinícius haya hecho el primer hat-trick de la temporada en el Real Madrid. El brasileño está en mejor forma física y su mentalidad está por encima de la de Mbappé. Lo que se echa de menos del francés es que despierte su voracidad y explosividad para marcar las diferencias en un partido de la envergadura del Clásico. Sus esperanzas están puestas en que el Barça salga a cambiar golpes.
El Bernabéu está esperando al Mbappé arrollador, asesino y el Clásico es el partido perfecto. El francés acaba de vivir en sus carnes y con la camiseta del Real Madrid su primera gran remontada. El espíritu de rebeldía y el carácter con el que compite el Madrid en la Champions es lo que buscaba y por lo que abandonó Francia. Ni con Messi y Neymar juntos ha sentido la adrenalina que le ha dado la victoria contra el Borussia Dortmund. Este partido refuerza su idea de que está en el lugar adecuado para hacer realidad sus sueños.
Mbappé se acaba de dar cuenta de que necesita más al Real Madrid que el Madrid a él. La historia del Madrid es más importante que cualquier jugador y el galo lo entendió perfectamente desde el día que Florentino levantó su brazo en el Bernabéu. Tuvo declaraciones y gestos de enorme respeto, agradecimiento y humildad. Las miradas están puestas ahora en su descaro, jerarquía y el rendimiento en su primer Clásico.
Fuera del Clásico, en el mundo Mbappé, se produce una buena noticia para el francés y su familia. Acaba de ganar un primer asalto al Paris Saint-Germain en la lucha que tiene por los impagos de 55 millones de euros de primas y salarios que le adeuda el club parisino. La Comisión Paritaria de la Liga de Fútbol Profesional Francesa ha fallado a favor del francés. El caso no está cerrado. El PSG tiene la opción de recurrir ante una Comisión Superior de Apelación y si se mantiene el conflicto, las dos partes pueden ir a la justicia ordinaria. Este caso también influye en la concentración de Mbappé.
Kylian Mbappé es un ser extraño y al que hay que descifrar. Todavía no ha roto a estrella en el Real Madrid por diferentes circunstancias y nos tiene desconcertados. Entre los motivos están las dificultades de adaptación a los nuevos compañeros, el entendimiento con Vinícius y su actitud. Molesta su pasividad sin balón para ir a la presión y sus imprecisiones con él. De nada vale que Ancelotti le libere del trabajo defensivo y se ahorre carreras, si vemos cómo se multiplica Vinícius e, inevitablemente, lo comparamos con el sacrificio de los tres delanteros del Barcelona. Vinícius, su socio, corrió como un jabato en la remontada contra el Borussia Dortmund, interceptó balones y acabó marcando tres goles.
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