El viejo Modric deja en evidencia a un Real Madrid con mucho músculo y poco cerebro
El problema del centro del campo en el Madrid es complejo. Medio cerebro de Modric piensa más y ve mejor el fútbol que el resto de medios exuberantes que destacan por su vigor
El Real Madrid tiene un problema cuando Luka Modric es el mejor centrocampista del equipo en el día que se convierte en el futbolista más viejo en la historia del club. En Vigo, el croata disputó su partido 547, con 39 años y 40 días, y dio su asistencia número 89. Valió para que Vinícius marcara el segundo gol y ganar el partido. Un pase al estilo del que dio Kroos al brasileño en las semifinales contra el Bayern de Múnich en el Allianz Arena. Medio cerebro de Modric piensa más y ve mejor el fútbol que el resto de centrocampistas exuberantes que destacan por su vigor.
En el tiempo que el croata estuvo en el banquillo de Balaídos se le vio perplejo por el galimatías que tenía el equipo para generar fútbol y conectar con los delanteros. Peor lo vio Ancelotti, que miró atrás, al banquillo, y decidió que saliera el veterano. A Ancelotti le da más confianza Modric que Arda Güler. Su hijo y segundo entrenador, Davide Ancelotti, insiste mucho en que hay que darle más oportunidades al turco. Es un tema de discusión profesional-familiar y en situaciones límites, Ancelotti hace prevalecer su opinión. La intuición y la experiencia le dicen que Modric es más resolutivo y eficaz que el turco.
El problema del centro del campo es complejo. Ninguno de los musculosos titulares tiene la claridad y la calidad de Modric. En lo físico, Modric no puede competir contra los hombres de piedra: Tchouaméni, Camavinga, Fede Valverde y Bellingham. Cualquiera de ellos le supera en velocidad, explosividad, fuerza, potencia y repetición de esfuerzos. La diferencia, que son carencias, es cuando tienen el balón en el pie y hay que darle velocidad y precisión. Se trata de construir fútbol. De que la pelota vaya al espacio para que los delanteros se planten delante del portero.
Sin Modric, el Real Madrid abusa de colgar balones a la espalda de los defensas para que los cace Mbappé. En lo que llevamos de temporada, el francés no ha cogido ninguno que le deje solo ante el portero. No ha sido posible ver un pase aéreo milimétrico que conecte con un desmarque del francés. Esos balones largos, si van a la banda llegan a su destino, pero si hay que meterlos por el centro, fracasan.
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— Vamos por Movistar Plus+ (@vamos) October 19, 2024
El balón de Modric a Vinícius contra el Celta por el carril central solo lo han dado dos futbolistas en los últimos años. Uno ya no está (Kroos) y el otro se hace cada vez más imprescindible (Modric), cuando el plan de transición para confeccionar un nuevo centro del campo incluía que el croata tenía que ser el primero en tener que dejar el equipo. Se fue Casemiro, le siguió Kroos y sigue habiendo dependencia de Modric. Su relevo es Arda Güler, pero el entrenador se resiste a darle más responsabilidades.
El mejor para Ancelotti
El caso es que el croata fue el mejor en el derbi, según palabras de Ancelotti; salió al rescate del equipo en Lille y le metió un magnífico balón de gol a Güler que el turco falló. Ahí estuvo el empate. En Balaídos lo volvió a hacer y esta vez Vinícius acertó. El Real Madrid necesita a Modric en un momento de indefinición de fútbol, con problemas para sacar el balón desde atrás y de conectar con los delanteros.
Eso de que Modric está viejo tampoco es cierto, pero, claro, si miramos el DNI nos parece asombroso que esté todavía en la alta competición y en un equipo con la exigencia del Real Madrid. Modric no ha renunciado a su selección y no se borra en los parones. En el de octubre, Francia perdió a Griezmann (33 años) que decidió poner fin a su etapa y centrarse en el Atleti. Mbappé se tomó un respiro. Modric jugó los dos partidos completos (Escocia y Polonia) y salió en Vigo, con toda su energía y lucidez para desequilibrar el partido.
A Modric no se le regalan los minutos. Se los sigue ganando a sus 39 años un jugador que no sufre lesiones, que ha disputado todos los partidos de la temporada (cinco de titular) y que no se queja de nada. La temporada pasada le molestó, según reconoció, que le costó pasar de titular a suplente. Ese nuevo rol no es fácil de llevar para un jugador que está acostumbrado a jugar de inicio. En esta se quedó en el Real Madrid y también le molestó que se diga que le benefició el adiós de Kroos. Modric es un caso insólito en el fútbol. No da síntomas de desgaste alarmantes en lo físico y es elogiable la pasión y la ilusión que tiene por ganarse cada minuto en el Real Madrid.
El Real Madrid tiene un problema cuando Luka Modric es el mejor centrocampista del equipo en el día que se convierte en el futbolista más viejo en la historia del club. En Vigo, el croata disputó su partido 547, con 39 años y 40 días, y dio su asistencia número 89. Valió para que Vinícius marcara el segundo gol y ganar el partido. Un pase al estilo del que dio Kroos al brasileño en las semifinales contra el Bayern de Múnich en el Allianz Arena. Medio cerebro de Modric piensa más y ve mejor el fútbol que el resto de centrocampistas exuberantes que destacan por su vigor.
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