El nuevo Bernabéu, un drama sin fin: "En Valdebebas nada de esto habría sucedido"
Con el proyecto del Bernabéu tocado, algunos directivos recuerdan que la idea de trasladar el estadio a Valdebebas habría solucionado todos los problemas de un plumazo
Entre la asamblea general en la que se aprobó la reforma del Bernabéu y el cese de los conciertos en el estadio han transcurrido catorce años. En ese tiempo, Florentino Pérez ha tenido que lidiar con cuatro alcaldes, ver cómo se triplicaba el presupuesto incial de la obra, afrontar dos paralizaciones judiciales, y, por último, sufrir una dolorosa derrota contra los vecinos del estadio.
Hoy, Pérez busca en su junta directiva al responsable, o responsables, de que su obra magna esté a punto de descarrilar.
Algunos recuerdan, aunque sin decírselo al presidente, que todo esto se podría haber ahorrado de haber construido un nuevo estadio en Valdebebas. Una idea que defendió una parte de los responsables del club y que abortó Pérez. "Él había prometido que el estadio no se movería de la Castellana y es preso de sus palabras. No obstante, todos sabíamos que el impacto en la zona iba a ser tan intenso, en todas las fases de la reforma y a todos los niveles imaginables, que la única opción viable era construir en Valdebebas. Fue José Ángel Sánchez, la mano derecha del presidente, quien intentó impulsar este proyecto, pero fue imposible", explican fuentes que han participado en la reforma del Bernabéu.
El traslado del estadio fuera de la ciudad, además de estar en consonancia con lo que casi todos los grandes clubes de Europa están haciendo, habría abierto una nueva y lucrativa vía de financiación, en tanto que se podría haber abierto la puerta a que el nuevo estadio llevase el nombre comercial de un patrocinador, como sucede con el Cívitas Metropolitano o el Spotify Camp Nou.
Estas fuentes indican que incluso se reservó una parcela por construir en Valdebebas, por si acaso se hacía necesario abortar el proyecto en Castellana.
Confirma el extremo María Ángeles Nieto, coordinadora de Ecologistas en Acción en la Comunidad de Madrid: "En 2014, cuando el Real Madrid tramitó una modificación puntual de su proyecto que le obligaba a incluir alternativas. Sin embargo, ellos mismos desacreditaron la opción de Valdebebas, alegando que, al estar lejos de la ciudad, produciría un incremento en la contaminación y un gasto mayor de recursos públicos".
En 2019, varios directivos del Real Madrid viajaron por Estados Unidos para inspirarse en sus estadios. No es secreto que el nuevo Bernabéu toma directamente de los coliseos norteamericanos el concepto de condensar el ocio en torno al deporte profesional. La mayoría volvió convencido de que, para meter centros comerciales, museos y aparcamientos mastodónticos en el entorno del estadio, había que irse a Valdebebas. Que no había suficiente espacio en el entorno de Castellana, la principal arteria de la ciudad. "Florentino volvió con la idea de ser el Madison Square Garden, un recinto que vale para todo, enclavado en mitad de la ciudad", continúan fuentes del proyecto.
Pronto descubrieron que, en efecto, para llevar a cabo la idea que tenía Pérez en la cabeza, había que ocupar suelo público. Precisamente fue Nieto la que, en 2015, consiguió la primera paralización de las obras. "Desde Ecologistas recurrimos la modificación del Plan General porque nos pareció que lo que se intentaba hacer era infame. El Real Madrid se quedaba con la explanada frente al estadio y parte de la vía pública a cambio de dos terrenos en Opañel que había recibido como pago de la Ciudad Deportiva, como si costasen lo mismo. El TSJ nos dio la razón y anuló la modificación", relata Nieto a El Confidencial. El tribunal argumentó que el plan suponía una alteración sustancial del uso del suelo y una cesión gratuita e injustificada de aprovechamientos urbanísticos al Real Madrid.
Llegan los recortes
Tras la sentencia, Pérez se vio obligado a renunciar a algunos de los puntos clave del proyecto. Se eliminaron el museo y el centro comercial, se renunció a la ampliación del aforo y se limitó el incremento de altura a solo 12 metros, lo que mide la cubierta retráctil. Fue durante la negociación con Manuela Carmena cuando se intentó, por última vez, hacer ver a Pérez que la única opción segura pasaba por construir en la ciudad deportiva. No pudo ser y, desde entonces, algunos directivos arquean las cejas ante los constantes problemas de la reforma.
"Con Carmena, la principal discusión siempre fue la creación del parking", dicen fuentes del ejecutivo de Ahora Madrid. "El Real Madrid considera que el público tenía que ir hasta allí en coche, mientras que nosotros defendíamos que, al ser un recinto tan céntrico, era necesario llegar en transporte público para no colapsar los accesos. Además, pensábamos que, para meter un parking del tamaño que pretendía el club, había que redactar un nuevo Plan Especial".
Precisamente estos aparcamientos, porque al final fueron dos, concedidos por Martínez-Almeida, han sido responsables de la segunda paralización de las obras. En esta ocasión fue la asociación de vecinos la que llevó el plan a los juzgados, que sentenciaron que para hacer una obra de esa magnitud, se requería un nuevo Plan Especial.
"Pérez nos dijo que por debajo de los 30 conciertos al año no le salía rentable la reforma"
Desde el ejecutivo de Carmena critican la "codicia" del Real Madrid con la que ha afrontado la reforma. " Pérez nos decía que necesitaba 30 conciertos al año para rentabilizar la obra, algo que nos parecía fuera de lo razonable. Se le permitió hacer eventos de modo excepcional. Lo que ha sucedido es que la Junta de Distrito, controlada por el PP, ha ido haciendo excepciones trimestrales, que es justamente lo contrario al término "excepcional", y desde luego el club ha intentado meter todos los eventos posibles, no solo alguno muy relevante, como se acordó".
"Algo semejante sucedió con el parking. De la idea principal, que era un aparcamiento para el público del estadio, se encontró con que le proponían dos aparcamientos de libre explotación, lo que le va a generar unos ingresos de 120 millones de euros en los 25 años que dura la concesión", continúan estas fuentes. "Esto le habría funcionado en casi cualquier sitio de España, pero Pérez ha tenido la mala suerte de que ha topado con unos vecinos que han pagado un dineral por sus casas, gente con influencia, y no están dispuestos a que aquello se convierta en Woodstock. Esto, ahora, tiene difícil solución".
Otra fuente que participó en la reforma la tilda de "faraónica" y considera que se le ha ido de las manos a Pérez: "El proyecto ha pasado de presupuestarse en 800 millones de euros a costar 1.800. Es más del doble e incluye un último préstamo, de 360 millones, a nada menos que el 5,3% de interés. Por el camino se han eliminado partidas como la de la insonorización tecnológica, que eran apenas 20 millones, para paliar los sobrecostes".
El Real Madrid ha tenido que suspender todos los conciertos hasta la próxima primavera. Durante estos meses, Pérez espera conseguir una solución que rebaje el nivel de decibelios hasta los umbrales permitidos por ordenanza, algo que los técnicos consideran inviable con las obras ya concluidas. Algunos de los conciertos ya no volverán, como el festival de K-Pop Music Bank, que ante la cancelación en el Bernabéu, ha encontrado acomodo en Rivas. Otros alcaldes de la periferia, así como empresas de explotación de recintos y eventos, están tratando también de aprovechar las fechas que ha dejado colgando el Real Madrid.
Para colmo, dentro del club temen que la nueva iluminación exterior del estadio, que se estrena estos días, abra un nuevo frente con los vecinos, espoleados tras sus dos victorias parciales sobre Pérez. Por el momento la crisis solo se ha cobrado una cabeza, la de Santiago López-Vilas, CEO de la empresa de explotación del estadio, a quien han reubicado en un cargo de menos relevancia dentro del club, si bien en los despachos se sospecha que no será la última.
Entre la asamblea general en la que se aprobó la reforma del Bernabéu y el cese de los conciertos en el estadio han transcurrido catorce años. En ese tiempo, Florentino Pérez ha tenido que lidiar con cuatro alcaldes, ver cómo se triplicaba el presupuesto incial de la obra, afrontar dos paralizaciones judiciales, y, por último, sufrir una dolorosa derrota contra los vecinos del estadio.
- Nuevo revés para el Real Madrid: la jueza ordena parar las obras del 'parking' del Bernabéu Ruth Ugalde
- El fiasco de los conciertos del Bernabéu tensa las costuras del acuerdo con Sixth Street Ruth Ugalde Miquel Roig
- Los líos del Santiago Bernabéu: cuando Florentino Pérez 'fichó' en el Ayuntamiento Kike Marín