Lo mucho que le queda por aprender a Endrick para llegar a ser un Balón de Oro como Vinícius

Una versión mediana de Vinícius fue suficiente para romper el derbi. Autor de la jugada por la banda izquierda para poner el balón en el gol de Militao y de un disparo desde fuera del área que desvió Oblak. Se fue del partido sin marcar, pero fue el futbolista ofensivo más desequilibrante. Marcó las diferencias sin Mbappé. Lo que ya es una buena noticia para un Real Madrid que perdió a su goleador y le tocó a Vinícius, una vez más, coger más responsabilidades.

En un derbi soso y en el que Ancelotti y Simeone priorizaron el orden defensivo, con una primera parte aburrida, el paso al frente lo dio Vinícius. Estuvo bien vigilado por las ayudas defensivas de Marcos Llorente y Nahuel Molina, pero en cuanto se pudo escapar del marcaje dejó una jugada que define al máximo candidato para ganar el Balón de Oro. Vinícius desbordó a Rodrigo de Paul y dio su quinta asistencia de la temporada.

Venía de abrir el partido contra el Alavés con una acción de desborde y un centro atrás que remató Lucas Vázquez a los 55 segundos del partido. Le puso en el anterior encuentro, contra el Espanyol, una asistencia en un golpeo magistral con el empeine a Rodrygo para remontar el partido. Hizo el tercero en un encuentro atascado, donde empezó siendo suplente, tocó remontar y fue decisivo como revulsivo.

En los tres últimos partidos de Liga (Espanyol, Alavés y Atlético de Madrid), el brasileño se ha echado el equipo a sus espaldas. Con y sin Mbappé. Por este motivo se entiende menos el cambio, brasileño por brasileño, que hizo Ancelotti de quitar a Vinícius en el minuto 88 del derbi para meter a Endrick. Con el primero, el Real Madrid tenía amenaza y a un futbolista que estaba jugando para el equipo. Salió Endrick y pasó lo que todos imaginábamos. Un individualista. Se chupó una acción de contraataque sin mirar que llevaba a sus lados a Bellingham y Lucas Vázquez.

"No lo veo como un drama atómico", respondió el entrenador italiano sobre la acción egoísta de Endrick. La jugada del joven brasileño no tuvo el final feliz del día del Stuttgart, que acabó en gol y pasó de jugar con Mbappé y Vinícius. La confianza que tiene Endrick en su disparo y las posibilidades de hacer gol son sorprendentes. Pero en el derbi le jugó una mala pasada. El partido no estaba cerrado como contra el Stuttgart, donde con 2-0 se pudo permitir el lujo de hacer el tercero en el minuto 95.

Endrick y la precipitación

El potencial que tiene Endrick se ve en los pocos ratos que ha tenido de salir al campo y lo que ha hecho con la Selección brasileña. Es un futbolista con gol y carácter. Tiene personalidad y atrevimiento. Pero en el derbi se equivocó en una jugada clave por su exceso de protagonismo. Innecesario y perjudicial para los intereses de su equipo en un partido donde había que tener más cabeza fría que ser un impulsivo.

Lo bueno que tiene Endrick es su descaro y ambición. Lo malo es que quiere ir demasiado rápido y le falta un aprendizaje necesario, por el que pasó Vinícius en sus inicios en el Real Madrid: hay que saber leer los partidos. Lo que necesita el equipo en cada momento. Las ganas que tiene Endrick por agradar en cada oportunidad provoca que abuse del balón, no lo pase en situaciones donde lo reclama el juego y en contextos, como el derbi, donde se requiere oficio. La precipitación con la que gestionó el contraataque en el derbi es más propio de una estrellita que de un jugador de equipo.

Opinión

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Es el aprendizaje que ha tenido Vinícius en las siete temporadas que lleva en el Real Madrid, al lado de Benzema, con unos progresos evidentes en la definición y la lectura del juego. Vinícius llegó con el mismo hambre, descaro y potencial que Endrick. O más. Pero se ha dejado aconsejar, desde el primer momento, con el fin de anteponer el rendimiento del equipo y así de bien le ha ido en estos años donde ha sido determinante en las finales de la Champions.

Se acerca la fecha del Balón de Oro (28 de octubre) y, según palabras de Carlo Ancelotti antes del derbi, lo va a ganar Vinícius por méritos. Marcó en las semifinales de la Champions contra el Bayern de Múnich y en la final ante el Borussia Dortmund. Después del derbi, pese a ser un partido gris de los dos equipos, Vinícius fue de lo más destacado.