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El bochorno de Simeone: nunca pasa nada hasta que llega el derbi contra el Real Madrid
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ANÁLISIS

El bochorno de Simeone: nunca pasa nada hasta que llega el derbi contra el Real Madrid

El pinchazo del Atlético de Madrid en Vallecas le duele más a Koke que a Simeone. El capitán se mostró duro y exigente con los compañeros. El 'Cholo' habla como si no pasara nada

Foto: Simeone, con gesto serio, en el banquillo de Vallecas. (EFE/Kiko Huesca)
Simeone, con gesto serio, en el banquillo de Vallecas. (EFE/Kiko Huesca)

Con Simeone nunca pasa nada. La temporada pasada acabó a 19 puntos del campeón de Liga. Eso sí, le ganó al Real Madrid dos partidos y fue suficiente para quedarse tranquilos y salvar su temporada. El club se ha gastado 200 millones de euros en fichajes, le han hecho un plantillón, le han quitado de encima el estorbo de Joao Félix y está a seis puntos del líder cuando todavía no ha acabado el mes de septiembre.

Al Cholo le volverá a salvar el derbi del domingo en el Metropolitano si es capaz de ganar al Real Madrid de Mbappé. Puntúa lo mismo que otros partidos, pero es la final de un entrenador que, en pinchazos como el de Vallecas, deja pocas reflexiones interesantes y parece más un cuentacuentos.

Antes del derbi, esta semana tiene que ir a Vigo. Por lo que Simeone tira de la manoseada y previsible cantinela del "partido a partido". Sus explicaciones a la mala primera parte contra el Rayo Vallecano no convencen y preocupan a los aficionados más exigentes que se habían ilusionado con un Atleti que se ha reforzado en todas las líneas y se le pide que sea más regular y competitivo.

El Atleti tiró un tiempo en Vallecas con Julián Álvarez y Sorloth en la delantera, pero sin Griezmann. Falló en la rotación. El francés venía de ser el mejor jugador del equipo en el estreno de la Champions contra el Leipzig, el jugador que marcó el gol del empate tras un buen pase en una subida de Marcos Llorente por la banda derecha y el que asistió a Giménez en el gol del triunfo al final del partido.

En Vallecas rompió una sociedad que funcionaba. A Griezmann le dejó en el banquillo y a Marcos Llorente le cambió al centro del campo para meter a Molina en el lateral derecho. No funcionó nada. Ni la sociedad Julián Álvarez-Sorloth, con el argentino jugando en la posición de segundo delantero, la que más le gusta. Tuvo una ocasión clara para plantarse solo ante el portero y la falló por un mal control del balón. Estuvo cerca del gol con un disparo al larguero y un disparo en la segunda parte que desvió Batalla. Poco peligro para un futbolista que tiene que marcar las diferencias, le falta jerarquía, no encuentra su sitio y al que Simeone no quitó tras el descanso.

Koke, dolido

Los cambios y la actitud mejoraron al Atleti, pero es difícil de entender la posición en la que ubicó a Julián Álvarez. Le puso en la banda izquierda, quizás para no señalarlo, mantenerlo y darle alguna oportunidad más para encontrar el gol. Julián fue inofensivo y Sorloth, también bloqueado con el gol, al menos peleó y fabricó la jugada del empate. Le puso el balón a Gallagher, la única alegría del Atleti en Vallecas, en un equipo con cuatro delanteros (Griezmann, Julián Álvarez, Correa y Sorloth) que se quedó sin pegada. Tampoco funcionó el revulsivo del hijo de Simeone, del que el padre y entrenador justificó con un "Giuliano provocó cosas".

Lo mejor del partido llegó con el calentón de Koke. El capitán no se mordió la lengua, no quiso lavar los trapos sucios en el vestuario y se le vio dolido. Más que a Simeone. Con el bochorno de un pinchazo que le pone la Liga cuesta arriba demasiado pronto, Koke lo hizo saber: "No se gana solo por la camiseta. Todos tenemos que correr y el que no lo hace, aquí no puede jugar. En el primer tiempo no hemos estado bien y no hemos tenido la actitud que hay que tener".

Foto: julian-alvarez-atletico-de-madrid-simeone-gol

Las palabras no le gustaron al Cholo, más calmado. Será el papel que le toca representar como entrenador. Pero es poco o nada convincente que su análisis se quede en que "parecía que en cualquier momento podíamos ganar el partido y los goles llegarán". Con Simeone no pasa nada hasta que llegue el derbi contra el Real Madrid.

Con Simeone nunca pasa nada. La temporada pasada acabó a 19 puntos del campeón de Liga. Eso sí, le ganó al Real Madrid dos partidos y fue suficiente para quedarse tranquilos y salvar su temporada. El club se ha gastado 200 millones de euros en fichajes, le han hecho un plantillón, le han quitado de encima el estorbo de Joao Félix y está a seis puntos del líder cuando todavía no ha acabado el mes de septiembre.

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