Julián Álvarez o cuando Simeone no se puede permitir otro fracaso con una estrella en el Atleti

Lo raro de la trabajada victoria del Atlético de Madrid contra el Leipzig estuvo en la falta de sintonía que tiene Julián Álvarez con sus compañeros. Simeone le dio la titularidad, el delantero argentino estuvo una hora en el campo y no marcó las diferencias. A la estrella del Atleti le faltó personalidad, amenaza y vértigo. La envergadura de su fichaje, por la elevada cantidad que pagó el club rojiblanco al Manchester City (70 millones de euros fijos más otros 20 en variables) y la ilusión que generó, le exigen tener un rendimiento inmediato.

Julián Álvarez defraudó en su estreno en la Champions. En un partido que empezó torcido por el gol tempranero del equipo alemán y que obligó al Atleti a ponerle corazón y garra, se atascó el argentino. No se encontró cómodo como delantero centro ni estuvo participativo en el juego. Le faltó jerarquía y asumir responsabilidades.

Acaba de llegar y como a todos los jugadores que cambian de equipo y de país, se les tiene que dar un tiempo de adaptación. El hecho de que solo lleve un gol, el marcado en el descuento al Valencia, parece insuficiente para un delantero en el que hay puestas muchas esperanzas para que dé al Atleti un salto de calidad y competitividad para luchar por los títulos. De momento, le está costando ajustarse a lo que quiere Simeone y a la velocidad e intensidad que juegan sus compañeros.

Julián Álvarez no es un futbolista más en los planes de Simeone y Miguel Ángel Gil Marín. Es un fichaje estratégico en lo deportivo y lo comercial, catalogado como el jugador franquicia por su juventud (24 años) y recorrido en el Manchester City y la selección argentina. Ha ganado todos los títulos (campeón de Europa, del Mundo, de la Copa América...), ha sido protagonista con goles y acciones brillantes.

La exigencia es mayor desde el momento en el que se convierte en el segundo fichaje más caro de la historia del Atleti. El club realiza un esfuerzo importante por darle a Simeone otra figura de primer nivel mundial, después de unos años difíciles en los despachos, en lo deportivo y entre la masa social, por la gestión de Joao Félix. El tándem Simeone-Julián Álvarez tiene que funcionar sí o sí.

El que más se juega es el Cholo que, tras la remontada contra el Leipzig, respaldó al delantero argentino: "Julián es un jugador importantísimo para nosotros porque vino para jugar y mostrar toda su jerarquía. No está llegando de cara al gol como él quisiera. De la misma manera le está pasando a Sorloth. Pero seguiremos trabajando porque los goles van a llegar". No se puede comparar la sequía de Julián con Sorloth. Son dos fichajes diferentes, dos delanteros distintos en el escalafón de preferencias del entrenador argentino.

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Julián Álvarez ha dejado el Manchester City por no querer estar a la sombra de Haaland y su rol en el Atleti es el de ser la estrella del equipo por delante de cualquier jugador. Sigue en fase de rodaje, el gol contra el Valencia le sirvió para quitarse algo de ansiedad, pero su pobre partido contra el Leipzig es un paso atrás para un jugador que necesita romperla más pronto que tarde.