Futbolistas explotados por el calendario, aviso de huelga y la jaula de oro de los contratos
Los futbolistas empiezan a alzar la voz contra el exigente calendario a nivel de clubes y selecciones. La solución no es fácil. En sus contratos no se especifican el número de partidos y se benefician con bonus individuales y colectivos
Crece la tensión entre los futbolistas y la cúpula de dirigentes que son responsables de los calendarios. La amenaza de huelga que anuncia Rodrigo Hernández hace visible un conflicto, aunque no tiene visos de prosperar. El futbolista del Manchester City ha soltado una bomba antes del estreno de la Champions, denunciando el exigente calendario y el incremento de partidos que los organismos del fútbol mundial (FIFA y UEFA) elaboran de manera unilateral. No se tiene en cuenta la opinión de los futbolistas, que se sienten explotados. Son los grandes perjudicados por el riesgo de lesiones y la fatiga mental.
"No todo puede ser dinero y marketing. Lo importante es la calidad del espectáculo", dice Rodri. FIFA, UEFA y los dueños y presidentes de los clubes no lo ven de la misma manera. Cuantos más partidos, más ingresos. Es una ecuación fácil y si para facturar más dinero y expandir la marca por todo el mundo hay que hacer giras veraniegas, los clubes son capaces de cargarse las pretemporadas.
En el fútbol moderno manda más un patrocinador que la opinión de un futbolista que se siente afectado por la cantidad de partidos, viajes y compromisos con los patrocinadores. El aumento en los ingresos de los clubes está en los derechos televisivos y el marketing. De este pastel quieren aprovecharse cada vez más la UEFA y la FIFA. El primer organismo aumenta la cantidad de partidos con el nuevo formato de la Liga de Campeones y la Liga de Naciones. El segundo mete un Mundial de Clubes al final de la temporada.
UEFA, FIFA y los dirigentes que gestionan los clubes muestran su indiferencia al malestar de los futbolistas. Se alejan de una negociación con los futbolistas por la sencilla razón de que ellos también se lucran cuando negocian sus contratos con salarios, bonus y derechos de imagen.
La pelota está en el tejado de los entrenadores y los servicios médicos cada vez más especializados en prevención de lesiones. Son los que tienen que gestionar los minutos, descansos, la salud física y mental de los futbolistas. Ancelotti apoya la denuncia de Rodri. El entrenador del Real Madrid pide una reducción del calendario para tener competiciones más atractivas: "Si los organismos que mandan no piensan que los jugadores se lesionan más porque juegan demasiado, tienen un problema".
Las rotaciones como solución
La postura de la UEFA, la FIFA y los clubes afectados apunta a las rotaciones de las plantillas y que los entrenadores no expriman a sus mejores jugadores. Fede Valverde, por ejemplo, jugó la pasada temporada un total de 67 partidos entre el Real Madrid y la Selección uruguaya. Fue el segundo futbolista que más jugó de las cinco grandes Ligas tras Julian Álvarez (69 partidos). Rodri llegó a los 61 partidos entre el Manchester City y la Selección española, pero en cuanto minutos (5.275) es el decimoquinto futbolista en el ranking de las cinco mejores ligas. Le supera, incluso, Rüdiger (5.312).
Pep Guardiola hizo jugar a Rodri todo el partido del Manchester City contra el Inter de Milán en el estreno de la nueva Champions. Un entrenador que también se ha quejado de lo cargado que está el calendario, pero que defiende sus intereses, como Ancelotti, para que en el campo estén los mejores o en los que más confía.
Es un problema de difícil solución y la amenaza de huelga de la que habla Rodri suena a lamento por la indefensión que sienten los futbolistas que más juegan con un calendario que crece en partidos, competiciones de todo tipo a nivel de clubes y selecciones, viajes y actos promocionales. Rodri se rompió con una lesión muscular en el primer tiempo de la final de la Eurocopa, el 14 de julio en Berlín, que ganó España a Inglaterra. Pero tenía un premio económico: percibió, como cada jugador, una prima de 434.615 euros, según As.
Los futbolistas tienen el derecho a protestar de lo que consideran un abuso. La legalidad también está en sus contratos. En el momento de la firma no ponen por escrito el número de partidos que tienen que jugar. Son millonarios por sueldos con cantidades fijas y muchos bonus por partidos jugados, minutos, goles, premios individuales y colectivos.
Dani Carvajal, Jules Koundé y José María Giménez han reaccionado a las palabras de Rodri. El madridista y el barcelonista apoyan al jugador del Manchester City, hablan de una posibilidad de ir a la huelga y de alzar la voz. No sucede lo mismo con el defensa del Atlético de Madrid que, con resignación, acepta el calendario: "Somos jugadores de fútbol. No somos los que manejamos el tema de los calendarios. Nos dicen cuándo jugar, nos ponemos las medias y los zapatos y para adentro. Es la realidad y no podemos decir nada al respecto". A una huelga hay que ir todos a una y en el variopinto colectivo de los futbolistas hay divisiones.
Willi Orban, jugador del Leipzig, da visibilidad a este conflicto con un duro comunicado que invita a la reflexión: "Rodri tiene razón: hay demasiados partidos. Hoy comienza para nosotros la Liga de Campeones, un viaje que esperemos sea largo y que, con suerte, no termine mal en términos de salud. Me encanta el fútbol, me encanta la Liga de Campeones, me encanta jugar para mi país, Hungría. Frente a multitudes con entradas agotadas en Budapest. Me encanta la Bundesliga. En resumen: amo mi trabajo y disfruto del gran privilegio de poder convertir mi afición en mi profesión. Pero nuestro trabajo implica rendimiento físico y esfuerzo, y hay límites naturales para eso. Porque aunque mi corazón quiera más y más fútbol, mi cuerpo no da abasto con todo. En mi opinión, ahora estamos en un punto en el que podría llegar a ser peligroso para nuestra salud. Apenas queda espacio para que el cuerpo se recupere. Y eso sin mencionar la salud mental".
Crece la tensión entre los futbolistas y la cúpula de dirigentes que son responsables de los calendarios. La amenaza de huelga que anuncia Rodrigo Hernández hace visible un conflicto, aunque no tiene visos de prosperar. El futbolista del Manchester City ha soltado una bomba antes del estreno de la Champions, denunciando el exigente calendario y el incremento de partidos que los organismos del fútbol mundial (FIFA y UEFA) elaboran de manera unilateral. No se tiene en cuenta la opinión de los futbolistas, que se sienten explotados. Son los grandes perjudicados por el riesgo de lesiones y la fatiga mental.
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