Los vecinos del Bernabéu mandan a Florentino con la música a otra parte a un mes de la asamblea
Acostumbrado al poder que emana de su famoso palco y con los socios controlados, el presidente del Real Madrid subestimó la decisión y fuerza de un grupo de ciudadanos
"Esto es un estadio deportivo, no un auditorio. Hemos convivido pacíficamente durante 80 años con el Santiago Bernabéu. Ahora, nos quieren obligar a convivir con el Auditorio Florentino Pérez, para desarrollar negocios y actividades que incrementen los ingresos del Real Madrid". Sirvan estas declaraciones de una afectada por el ruido de los conciertos en el coliseo madridista para constatar que Florentino Pérez midió mal al pensar que podía controlar a sus vecinos como tiene controlados a sus socios, además de influir en todos los estamentos sociales a través de su famoso y cada vez más amplio y glamuroso palco.
El pasado mes de julio, la magistrada del Juzgado de Instrucción N.º 53 de Madrid, Mónica Aguirre de la Cuesta, admitió a trámite la querella presentada por la Asociación Vecinal Perjudicados por el Bernabéu contra la sociedad Real Madrid Estadio, propiedad del club blanco, por un presunto delito medioambiental.
Como puede comprobarse en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, concretamente en el artículo correspondiente a los parámetros de edificación, se deja muy claro que "la parcela de suelo en donde se encuentra el estadio de fútbol Santiago Bernabéu es de uso Deportivo Privado (DP)". La reglamentación, similar a la de otros recintos deportivos de la capital de España, permite la celebración de eventos deportivos y, de manera ocasional, de otra gama. Aunque al principio se tomó la rebelión vecinal casi a guasa, el proceso judicial ha supuesto un duro golpe para el club que preside Florentino Pérez, por lo que esto puede suponerle económicamente.
Esta querella es extensible contra el administrador único de la sociedad Real Madrid Estadio, José Ángel Sánchez, a saber, director general y mano derecha del plenipotenciario presidente, quien está citado a declarar el próximo 24 de octubre. Lo curioso es que, como recuerda la misma vecina, "todo esto lo están haciendo con la aquiescencia de la administración pública, especialmente del Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid", de ahí su recado al alcalde y a la presidenta, por más que estos no hayan sido imputados: "José Luis [Martínez Almeida], Isabel [Díaz Ayuso], no estáis legislando para los vecinos, estáis legislando para favorecer un negocio privado".
Un comunicado que lo dice todo
"El Real Madrid CF comunica que ha decidido reprogramar de manera provisional su agenda de eventos y conciertos del estadio Santiago Bernabéu", se vieron obligados a anunciar desde el club blanco el pasado viernes. "A pesar de las condiciones de insonorización y de las medidas de refuerzo que se vienen acometiendo (…) el club seguirá trabajando de cara a que se den las condiciones precisas en la producción y emisión de sonido que permitan celebrar conciertos en nuestro estadio", añadían en la misma nota que no tardó en tener un gran impacto a nivel internacional, con el daño reputacional que supone para el club y el orgullo de su presidente.
Se confirma lo que hemos dichos desde el principio: @realmadrid no tiene licencia para hacer tantos conciertos y NO puede insonorizar el estadio. Y lo sabía desde el principio. Esto supone que: pic.twitter.com/J7SaONIm0z
— Ruido_Bernabeu (@RuidoBernabeu) September 15, 2024
Lo cierto es que en los últimos cinco meses, el Bernabéu ha acogido once megaeventos, cifra que podría haberse triplicado si las asociaciones vecinales no se hubieran movilizado contra los incumplimientos de los límites de ruido. Tal y como informamos en este diario, la celebración de conciertos es importante porque, además de cumplir el acuerdo con Sixth Street, el Real Madrid necesita generar cerca de 100 millones de euros al año para afrontar los 1.170 que pidió prestados para afrontar una remodelación que ha salido mucho más cara de lo previsto y que a muchos socios solo les ha supuesto incomodidades.
Las acusaciones que no se oirán en la Asamblea
Hace unos días, José Antonio Martín Pallín, magistrado emérito del Tribunal Supremo y vecino del Bernabéu, analizó en el programa 24 horas de TVE la problemática del ruido y advirtió que "es un delito contra el medio ambiente y hay sentencias de Estrasburgo y de todos los lados". "Es inviable insonorizarlo, absolutamente inviable, según me dicen los técnicos que están en ello", añadió, para recordar también que podría existir un caso de dopaje financiero con dinero público, por lo que el club blanco estaría vulnerando las reglas del fair play de la UEFA.
Martín Pallín se refería al tercer frente judicial abierto en Bruselas, donde los vecinos del Bernabéu han denunciado al Ayuntamiento de Madrid por incumplimiento del derecho comunitario en materia de medio ambiente. Pero también por ayudas públicas al club presidido por Florentino Pérez, por ser el consistorio, y no el Real Madrid, quien tiene previsto sufragar los 11,7 millones de euros de las obras del túnel de uno de los parkings.
Sin embargo, el problema del ruido no parece ser el único a erradicar. Desde el comienzo de la temporada son muchos los socios del Real Madrid, esos a los que Florentino Pérez les sigue diciendo que son los propietarios del club, que se han quejado por el exceso de calor dentro del estadio por sus nuevas características, que incluyen una cubierta que cierra por completo el techo. Evidentemente, esto no sucede en los lujosos palcos VIPs ni, por supuesto, en el que el presidente recibe a políticos, entre ellos un buen número de ministros de Sánchez, empresarios, jueces o periodistas.
El mes que viene, aunque todavía no está fijada la fecha, el Real Madrid celebrará la Asamblea General Ordinaria de Socios 2024, donde se supone que Florentino Pérez deberá dar explicaciones sobre lo sucedido con el Estadio Santiago Bernabéu, además, de, como ya hizo en otra ocasión, pedir autorización para solicitar un nuevo préstamo. Si de verdad pretende insonorizar el campo, se supone que necesitará más dinero para poder acometer esta obra que no parece precisamente sencilla.
Claro que, comoquiera que el presidente tiene controlados a la gran mayoría de los socios compromisarios, estos no solo se creerán y aplaudirán todo lo que les diga, sino que tampoco le harán ninguna pregunta comprometida. Por ejemplo, sobre la imputación de José Ángel Sánchez, administrador único de la sociedad Real Madrid Estadio, que fue creada sin la aprobación de la Asamblea, o la destitución el pasado mes de julio de Santiago López-Vilas como consejero delegado del estadio. Da igual, proponga lo que proponga, todo será aprobado prácticamente por unanimidad, aunque los vecinos le hayan mandado con la música a otra parte...
"Esto es un estadio deportivo, no un auditorio. Hemos convivido pacíficamente durante 80 años con el Santiago Bernabéu. Ahora, nos quieren obligar a convivir con el Auditorio Florentino Pérez, para desarrollar negocios y actividades que incrementen los ingresos del Real Madrid". Sirvan estas declaraciones de una afectada por el ruido de los conciertos en el coliseo madridista para constatar que Florentino Pérez midió mal al pensar que podía controlar a sus vecinos como tiene controlados a sus socios, además de influir en todos los estamentos sociales a través de su famoso y cada vez más amplio y glamuroso palco.
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