El histórico Girona y la millonada del PSG de Luis Enrique: dos caras para un sueño en Champions

Es un día histórico, de ilusión y nervios en Girona. Hay, además, enorme expectación en el fútbol europeo. El equipo catalán se estrena en la Champions, a lo grande, contra el adinerado Paris Saint-Germain en el Parque de los Príncipes. Es el momento soñado, al que hay que darle un enorme valor y reconocimiento tras la brillante temporada que realizaron los de Míchel. Con 81 puntos acabó tercero, la cifra más alta conseguida en la Liga por un equipo que no sea el Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid. El mérito está también en cómo lo consiguió. Ganó jugando un buen fútbol.

El estilo ofensivo, ser protagonista en el partido y jugar de tú a tú es innegociable para Míchel, pese a que el entrenador que ha llevado al Girona a la élite del fútbol esté fastidiado por la abultada derrota contra el Barcelona en Montilivi. Demasiados fallos en defensa que hay que corregir contra un PSG que no tiene a Mbappé, pero que ha hecho una inversión de 180 millones de euros en cuatro futbolistas.

Luis Enrique tiene la presión de ganar la Champions en un proyecto que se ha quedado sin una megaestrella, pero que sigue tirando de talonario con las contrataciones de Joao Neves (70 millones de euros al Benfica), Désiré Doué (50 millones al Rennes), William Pacho (40 millones al Eintracht de Frankfurt) y Safonov (20 millones al Krasnodar). Desde que Qatar compró en 2012 el PSG, la inversión en fichajes ha superado los 1.500 millones de euros. Este es un nuevo intento en el que se le han dado las llaves del club a Luis Enrique, plenos poderes y liderazgo absoluto.

Es el duelo de dos entrenadores españoles en la Champions que comparten la idea de ser valientes en los partidos, no especular y tienen un fuerte impacto con sus estrategias. A Luis Enrique, declarado fan de Míchel por "hacer un fútbol atractivo", le gusta presumir de que sus equipos, si mueren, tiene que ser de valentía. A Míchel, con un presupuesto bastante inferior, le van los retos más difíciles: empezar la competición en el campo del PSG es un desafío enorme para un Girona que este verano perdió a grandes jugadores (Dovbyk, Aleix García, Yan Couto y Savinho) y que necesita reinventarse para ser más competitivo.

Luis Enrique, en su segundo año en París, da señales de construir un PSG con un juego más colectivo que la dependencia de las individualidades. La salida de Mbappé no se nota, de momento, en un equipo donde destacan los dos extremos (Ousmane Dembélé y Bradley Barcola) y tiene una nómina de grandes jugadores. El fichaje más caro de la historia del Girona lo hizo este verano: el delantero colombiano Yaser Asprilla (20 años) por el que pagó 18 millones de euros al Watford.

Míchel no se arruga

Llega lo bueno, lo más esperado para el Girona y también para el fútbol español. Ver cómo compite el equipo de Míchel en la Champions contra el PSG de Luis Enrique y en una fase previa de máxima dificultad en la que tiene que enfrentarse en Montilivi al Liverpool, Arsenal, Feyenoord y el Bratislava. Fuera tiene al PSG, el Milan de Morata, PSV Eindhoven y Sturm Graz.

El Girona no se va a arrugar en la Champions. No lo hizo la temporada pasada en la Liga, enseñando los colmillos a los tres grandes españoles, y tampoco lo hará en Europa. Míchel tiene crédito y criterio para mejorar el equipo, además de para volver a sacar rendimiento de los jugadores. Se convirtió en uno de los entrenadores de moda y en Europa dará guerra, pese a que la exigencia es mayor y el nivel de la competición no perdona un mal día.

Quique Cárcel, el director deportivo del Girona y arquitecto en la sombra de este proyecto que ha llegado a lo más alto del fútbol europeo, charla con El Confidencial sobre el debut en la Champions, el estado actual del equipo, las sensaciones, lo que se le pasa por la cabeza a Míchel... "Estamos expectantes. Es algo nuevo para nosotros y tengo un poco esa sensación de vértigo por jugar partidos tan seguidos y tan duros. Sobre todo, por gestión y porque son cosas nuevas. Después del partido contra el Barcelona, la situación es ver cómo va a reaccionar el equipo. Pero tengo buenas vibraciones, creo que hay plantilla para competir, aunque un partido contra el Paris Saint-Germain en su campo no será nada fácil", comenta.

Hay algo de lo que se puede estar seguro. Míchel ha llegado hasta aquí por ser valiente, ofensivo y tener trabajados los mecanismos del equipo. Ahora, no va a cambiar. Lo corrobora Quique Cárcel: "No veo al Girona jugando de otra manera que de tú a tú al PSG. Nosotros queremos ser protagonistas. Está claro que hay niveles superiores, pero también tenemos nuestras armas y queremos aprovechar lo que sabemos hacer bien. Míchel no va a renunciar a su idea. No digo que vayamos a suicidarnos, pero vamos a ser fieles a nuestro estilo. Salir desde atrás para ser verticales. No vamos a cambiar y, de repente, no jugar el balón. El equipo está trabajado y lo que hay que intentar es minimizar el número de errores. A lo mejor, lo que nos pasó contra el Barcelona es que tuvimos más errores de lo normal".

La ambición de Quique Cárcel

Enfrente está Luis Enrique, en su segunda temporada con el PSG y con el objetivo de demostrar que ha hecho un equipo de autor. "Yo creo que Luis Enrique es un entrenador que prepara muy bien los partidos, sus equipos compiten muy bien, por cómo presionan y tienen la pelota. Es un técnico capacitado para hacer mejor a sus equipos y el Paris Saint-Germain tiene jugadores importantes y es un conjunto muy potente", afirma Quique Cárcel.

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De lo que no tiene dudas el director deportivo es de que su entrenador, pese a la goleada contra el Barcelona, sabrá cómo hacerle daño al PSG. El Girona es ambicioso: "Míchel es muy perfeccionista. Está entrenando a un equipo que ahora mismo está en el ojo del huracán después de lo que hicimos la temporada pasada. Hay que tener paciencia y darle tiempo tanto a los jugadores como al cuerpo técnico para encontrar la mejor versión. A Míchel no le gusta perder y, cuando pierde, tiene esa sensación de impotencia. Pero es normal. Contra el Barcelona no estuvimos dentro del partido tras el segundo gol que nos marcaron y eso no gusta a nadie. Ahora, toca pensar en París".

Míchel habla de ser humildes, no mirar al pasado y estar focalizados en construir un equipo competitivo que se ha resentido con las salidas de jugadores importantes. En la misma sintonía está Quique Cárcel: "Tenemos una plantilla más larga y competitiva. Ahora hay que hacer equipo. Hemos tenido jugadores muy importantes y que el año pasado fueron muy determinantes. Pero bueno, hay que dejarle también tiempo a la gente que ha venido nueva. Es verdad que Barcelona y Atlético de Madrid nos han superado bien, pero también hemos hecho partidos buenos. Yo pienso que es muy difícil repetir lo del año pasado. Hay que tener los pies en el suelo, saber cuál es nuestra Liga y jugar bien al fútbol para intentar ganar los máximos partidos posibles".