La dictadura del fútbol moderno y la tensión entre el Barça y la Federación Española de Fútbol
Los futbolistas empiezan a estar hartos de un calendario saturado que multiplica los partidos para generar más ingresos a costa de su salud. El Barça temía por Lamine Yamal y Dani Olmo tras las lesiones Pedri, Gavi y Fermín López
La preocupación y el enfado de los clubes aumenta con el paso de los días y eso que solo estamos en septiembre. Después de un verano de Eurocopa y Juegos Olímpicos, cuatro partidos de Liga, han sido suficientes para aterrizar en una nueva ventana internacional donde la lista de bajas se ha multiplicado. Los jugadores caen como moscas, las enfermerías se saturan y los equipos pagan las consecuencias de un sistema que exprime al máximo a los futbolistas que ellos pagan, mantienen y cuidan.
Fue extraño ver al seleccionador nacional español, Luis de la Fuente, tan enervado y molesto en rueda de prensa este fin de semana. "Si en septiembre los futbolistas no pueden jugar 180 minutos en tres días, apaga y vámonos". El técnico riojano fue más allá, mientras le mudaba el rostro. El entrenador aseguró que la polémica es "injusta e hipócrita", porque los clubes son los primeros interesados en que sus jugadores acudan a estas convocatorias internacionales.
"Solo nos quejamos cuando las cosas van mal. Tenemos un gran prestigio que defender. Eso solo se puede hacer poniendo a los mejores. Si protegiera a unos y otros no, sería muy injusto. No siento presión de los clubes. Pensamos en los futbolistas, pero es que también tienen que jugar con la selección", añadió. "Es un calendario que establecen los clubes con la UEFA, no sé cuándo. Nosotros tenemos que cumplir lo que establece ese calendario. Hacemos lo que tenemos que hacer. Somos víctimas del calendario, no responsables".
El Barça, con la mosca detrás de la oreja
Sin embargo, Mikel Oyarzabal caía lesionado, Dani Olmo encendía las alarmas por un fuerte golpe y se perdía el partido contra Suiza y Lamine Yamal, con molestias antes de enfrentarse a Serbia, completaba los 90 minutos y recibía faltas muy duras en la Nations League y otros 45 contra Suiza. El joven extremo de 17 años está siguiendo el camino que antes recorrieron Pedri, Gavi y Fermín López, estos dos últimos de baja todavía.
Es decir, disputar una gran cantidad de encuentros en plena etapa de crecimiento con los riegos que eso conlleva. En el Barça siguen su evolución con preocupación, porque Lamine Yamal está siendo el mejor del equipo azulgrana y no quieren repetir experiencias pasadas. En la previa contra Serbia se dio a conocer que la resonancia a Lamine Yamal no había arrojado resultados negativos, pero aun así, la idea era que Luis de la Fuente no arriesgase con el joven extremo.
Sin embargo, Lamine Yamal disputó un partido entero de máxima exigencia y muchos choques, a pesar de que en Barcelona no olvidan lo que sucedió con Pedri y Gavi, lesionado de gravedad con ligamento cruzado anterior y afectación al menisco por forzar con España en un partido sin trascendencia. Lamine Yamal, probablemente el mejor jugador de España, volvió a jugar de titular contra Suiza.
El club catalán tiene marcado a fuego el calvario de lesiones que arrastra Pedri desde el maratón de encuentros que disputó en 2021. El centrocampista canario llegó a jugar la Europa y los Juegos Olímpicos después de una temporada muy exigente con el equipo catalán y en plena etapa de crecimiento. En total, Pedri jugó 73 partidos y rozó los 5.000 minutos entre el Barça y la Selección Española para establecer un nuevo récord de encuentros disputados. Desde entonces se ha perdido más de 80 partidos. El Barça no puede contar con Fermín ni Gavi y estuvo a punto de perder a Olmo durante este parón.
Los futbolistas, explotados
No son los únicos jugadores que volverán lesionados o tocados de la ventana internacional. Otros como Ferland Mendy, Aurélien Tchouaméni, Eder Militao, Arda Güler, Pablo Barrios, Jules Koundé, Robert Lewandowski, Fermín López o Loïc Badé tampoco estarán disponibles en el ya archiconocido virus FIFA.
La presión del calendario, con una batería interminable de partidos en el horizonte y nuevas competiciones (Nations League, Mundial de Clubes, Supercopas...), destapa la avaricia desmesurada por engordar el pastel e ingresar más dinero a costa del espectáculo y de la salud de los futbolistas.
Precisamente, el pasado mes de junio, el sindicato mundial de futbolistas, FIFPRO, presentó una denuncia formal contra la FIFA por "establecer unilateralmente el calendario internacional de partidos" y "crear y programar la Copa Mundial de Clubes de 2025", lo que aumentará ostensiblemente el número de partidos a disputar esta temporada.
El organismo que representa a los futbolistas a escala mundial lleva varios meses señalando la falta de descanso de los futbolistas, así como el exceso de partidos, ya que considera que el calendario futbolístico "está sobrecargado y es inviable", pero la FIFA "no se ha comprometido ni ha negociado de forma significativa y ha continuado unilateralmente con un programa de expansión de las competiciones" a pesar de la oposición de los sindicatos de jugadores.
La avaricia desmesurada de la FIFA y la UEFA
Kevin de Bruyne ha sido el último en levantar la voz. "Las asociaciones de jugadores de diferentes países han intentado buscar soluciones, pero el problema es que la UEFA y la FIFA se empeñan en programar más partidos", afirmó el jugador. "Nosotros intentamos decir algo, pero no se encuentra una solución, porque no les importa; todo se reduce al dinero".
Bernardo Silva, compañero de De Bruyne en el Manchester City, también señaló el poco tiempo de recuperación: "El calendario es una locura, acabamos de recibir la noticia de que solo tendremos un día de descanso por el partido de la Copa de la Liga Inglesa. Probablemente jugaremos cada tres días, lo que es absolutamente absurdo".
Algo similar dijo el técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti, en agosto. "Estoy de acuerdo con lo que dice Guardiola. Intentan aumentar el espectáculo con más partidos, pero los entrenadores no pintan nada y los jugadores tampoco. Ven que el fútbol no es entretenido y meten cantidad en lugar de calidad para ganar más dinero y los afectados son los jugadores".
El transalpino siguió. "Es una situación insostenible. Los jugadores necesitan descanso para poder rendir al máximo nivel. No podemos esperar que jueguen 90 minutos cada tres días y se mantengan en forma". Se va a necesitar mucho más que palabras para parar una trituradora de jugadores que esquilma a los aficionados y es experta en aumentar sus ingresos.
La preocupación y el enfado de los clubes aumenta con el paso de los días y eso que solo estamos en septiembre. Después de un verano de Eurocopa y Juegos Olímpicos, cuatro partidos de Liga, han sido suficientes para aterrizar en una nueva ventana internacional donde la lista de bajas se ha multiplicado. Los jugadores caen como moscas, las enfermerías se saturan y los equipos pagan las consecuencias de un sistema que exprime al máximo a los futbolistas que ellos pagan, mantienen y cuidan.
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