Despellejan a Mbappé, de ídolo a muñeco de 'pim pam pum' y con 55 millones de impagos
En Francia pasan al ataque con Kylian Mbappé. Le critican por su bajo rendimiento, no tener liderazgo como capitán y estar pendiente de resolver los impagos del Paris Saint-Germain
El regreso de Kylian Mbappé a la selección de Francia acaba con tensiones, duros ataques de los medios de comunicación y exfutbolistas metidos a comentaristas y columnistas. Entre estos últimos, Dugarry y Lizarazu, que le acusan de estar lejos de su mejor forma física y mental. "Necesita encontrarse a sí mismo. Redescubrir lo que le convirtió en un jugador único. No intimida y le falta liderazgo", manifiestan. Mbappé ya no es un asunto de Estado. Desde que se conoció que salía del Paris Saint-Germain y abandonaba su país no le pasan ni una.
Se acabó la protección de Mbappé en Francia. Toca despellejarle. El parón de selecciones le pasa factura en lo deportivo y en un desplome de popularidad por las declaraciones que hizo antes del partido contra Italia. El encuentro se jugó en el Parque de los Príncipes, su antigua casa, acabó con derrota (1-3) y en un mal día de los Deschamps.
Mbappé se equivocó en sus declaraciones del día antes del partido al mostrar una actitud distante y fría con las preguntas que le requerían su opinión por los resultados de Francia en la Eurocopa. "No sé qué piensa la gente y ya no me preocupo por eso. Yo vengo a jugar y lo que piense la gente es lo de menos. No se puede contentar a todo el mundo", dijo. La verdad es que no estuvo acertado. Le faltó autocrítica y mostró desdén.
Esta actitud de indiferencia le pasa factura y prende la mecha de las críticas hacia la estrella de la selección francesa. No le ayudó que en el segundo partido, contra Bélgica, fuera suplente y en los poco más de veinte minutos que jugó no estuviera acertado en la definición.
Se abre la veda con Mbappé en Francia, deja de ser una estrella del fútbol intocable, cae su popularidad y se le trata como un muñeco de pim pam pum. Es el giro que se produce con un futbolista que hace dos años era un asunto de Estado y desde el mes de febrero sufre un desgaste por todos los frentes que tiene abiertos. Van desde hacer una mala Eurocopa, pedir el voto para frenar a la derecha radical en las elecciones legislativas, la denuncia al PSG por impagos y una imagen de desapego en su regreso a la Selección.
Ensuciar su figura
Desde que se conoció que no renovaría con el PSG, empezó la campaña de desprestigio para ensuciar su figura y tacharlo de desleal. Nasser Al-Khelaïfi se agarra a un pacto verbal de caballeros por el que Mbappé se comprometió a no irse libre. En Francia, aceptaron que el futbolista podía cerrar una etapa de siete años en el PSG, buscar nuevos retos en el Real Madrid, pero caló la versión de un Mbappé desagradecido al club parisino. Si no dejaba dinero en las arcas de un club que pagó 180 millones de euros por su fichaje, le hizo un contrato de 72 millones de euros anuales y gozó de privilegios, era visto como una actitud vengativa.
El conflicto de los impagos, por el que Mbappé reclama 55 millones de euros, provoca nervios al futbolista y le aparta del foco deportivo en su país. La fecha prevista para buscar una solución amistosa entre ambas partes es el miércoles 11 de septiembre en un cara a cara entre ambas partes en la Comisión Jurídica de la Ligue 1, según L'Equipe.
Mbappé fue preguntado por este asunto en la concentración de la selección y no quiso echar leña al fuego. De esto se encargan sus abogados. Su madre y agente, Fayza Lamari, es experta en lanzar órdagos. El día después de la presentación en el Bernabéu dijo, en Le Parisien, que confía en que el PSG lo resuelva rápidamente, respete el contrato y si no hay más remedio que ir a los tribunales, se irá.
El regreso de Kylian Mbappé a la selección de Francia acaba con tensiones, duros ataques de los medios de comunicación y exfutbolistas metidos a comentaristas y columnistas. Entre estos últimos, Dugarry y Lizarazu, que le acusan de estar lejos de su mejor forma física y mental. "Necesita encontrarse a sí mismo. Redescubrir lo que le convirtió en un jugador único. No intimida y le falta liderazgo", manifiestan. Mbappé ya no es un asunto de Estado. Desde que se conoció que salía del Paris Saint-Germain y abandonaba su país no le pasan ni una.
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