La amenaza de Rivero y el rifirrafe entre Nico Abad y Ernest Riveras: ni periodismo ni deportivo

Camilo José Cela (Iria Flavia, 1916 - Madrid, 2002), el único periodista español galardonado con el Premio Nobel de Literatura, redactó los XII deberes del Periodismo. Un escrito que fue presentado en mayo del 2001 en la universidad que lleva su nombre. "Decir lo que acontece, no lo que quisiera que aconteciese o lo que imagina que aconteció", es el primero de todos. "Ser independiente en su criterio y no entrar en el juego político" y "resistir toda suerte de presiones, incluidas las de la propia empresa", son los puntos V y VII, respectivamente.

"No ensayar la delación, ni dar pábulo a la murmuración ni ejercitar jamás la adulación: al delator se le paga con desprecio y con la calderilla del fondo de reptiles; al murmurador se le acaba cayendo la lengua, y al adulador se le premia con una cicatera y despectiva palmadita en la espalda", reza el último de todos. Aunque hay uno anterior, el punto IX, que ha sido olvidado de manera especial en el periodismo deportivo: "Recordar que el periodista no es el eje de nada, sino el eco de todo".

Acrecentado con la aparición de las llamadas redes sociales, que enredar, enredan mucho, pero de sociales en demasiadas ocasiones tienen poco, este fenómeno empezó desde que los periodistas deportivos fueron poco a poco perdiendo el contacto directo con los protagonistas. Un aislamiento que, en el caso del fútbol, ha generado el conocido como periodismo de bufanda, que paradójicamente se han convertido en lo que Johan Cruyff dio en llamar "el entorno" de los clubes.

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Claro que la cosa no queda ahí, pues el ruido de las mencionadas redes sociales es tal, que hasta simples rifirrafes entre periodistas son elevados a la categoría de noticia por los medios. "Perro no come perro", dice un refrán que se utiliza para referirse a la lealtad y solidaridad entre personas que comparten una misma profesión. Sin embargo, hace tiempo que esto dejó de suceder en el periodismo deportivo español, donde principalmente un poderoso mueve sus hilos cual habilidoso titiritero.

"No formarás parte, no tengas la menor duda"

Al inicio de esta nueva temporada futbolística, una periodista escribió el siguiente mensaje en su cuenta de X: "No habrá más 'lunes disfrutones'. Estudio Estadio, que ha sido 'hogar' durante las dos últimas temporadas, toma un rumbo del que ni me siento ni seré parte". Aunque sin nombrarle, la también entrenadora Nerea Zusberro se refería al regreso a Estudio Estadio de Juan Carlos Rivero, el cual ha conllevado una serie de cambios, entre ellos su no continuidad.

Cabe recordar que hace dos años, precisamente el tiempo que Zusberro ha estado colaborando para hablar de fútbol y no del fútbol, algo que parece lo mismo, pero es muy diferente, Rivero fue apartado de este veterano programa deportivo de TVE, al igual que de las narraciones de los partidos de la Selección. El mensaje de la periodista y entrenadora generó muchos comentarios, aunque fue a raíz de la respuesta del presentador cuando algunos medios lo elevaron a la categoría de noticia.

"No formarás parte, no tengas la menor duda", escribió Rivero en un tono desafiante y que sonó a amenaza. Esto le supuso recibir un aluvión de críticas, algo a lo que, dada su exposición en la televisión pública, ya debe de estar acostumbrado. Sobre todo en sus inicios, allá por 1973, Estudio Estadio fue uno de los programas deportivos de referencia para los aficionados al fútbol. Sin embargo, con el paso de los años fue perdiendo peso, tal vez porque también perdió su esencia y ya no es lo que era.

"Mala persona y mal compañero"

Algo parecido a lo del fútbol sucedió con el regreso del Mundial de MotoGP, donde fue más noticia la guerra abierta entre los periodistas Nico Abad y Ernest Riveras. Resulta que el primero criticó al segundo en una charla. "A mí, por ejemplo, no me gusta esa narración de datos de Ernest Riveras, me parece irrelevante", dijo Abad, aunque añadió: "En mis clases de periodismo me han dicho 'hemos estado con Ernest Riveras', entonces yo les digo cuidado, que voy a deciros cosas".

Riveras respondió con dureza a través de las redes sociales. El periodista, ahora en RTVE tras abandonar DAZN a finales del año pasado, no se cortó un pelo a la hora de calificar a Abad de "mala persona y mal compañero". "Yo estaba al margen de todo lo que era MotoGP y una persona me ha metido aquí y ha sacado mi nombre sin venir a cuento. Esa persona es Nico Abad e intentaré no nombrarle mucho", escribió el catalán.

"Esa persona criticó mi manera de comentar... y yo no soy un ofendidito. Yo nunca me he expresado sobre su manera de comentar... y podría", comentó Riveras, para añadir que "no soy tonto. Sé que tú vives de esto y le vas a sacar mucho rédito a esto. Si vuelves a hablar de mí, de mi manera de narrar, de que no te gustan mis gafas, de que soy calvo o lo que sea... me da igual. Solo te digo que si vuelves a cuestionar mi valor como profesional haré dos cosas. Una... lo pondré en conocimiento del comité deontológico del colegio de periodistas. Y dos: ese vídeo no será tan amable, no será tan educado y será con las gafas rojas desde el principio", zanjó.

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Habrá quien piense, y no sin parte de razón, que este artículo peca precisamente de lo que pretende denunciar. Es decir, de dar pábulo a quienes, como dejó escrito Camilo José Cela, no deberían ser el eje de nada, sino el eco de todo. Ahora bien, de la misma manera que para poder curar una enfermedad, primero hay que diagnosticarla, la única manera de recordar que el periodista está para dar noticias, y no para protagonizarlas, es levantando la voz de vez en cuando.

Otra cosa es que haya programas en los que los periodistas —o intrusos que ejercen de tales— polemicen a propósito sobre diferentes asuntos de actualidad, aunque casi siempre sean los mismos. En algunos casos, protagonizando ridículos enfrentamientos que también son elevados a la categoría de noticia. Sobra decir que cada uno es libre de ejercer su profesión como quiere, pero en el caso del periodismo deportivo parece evidente que hay cosas que no son ni periodismo ni deportivo.

Como escribió Roger Wolfe, poeta, narrador y ensayista inglés, pero residente en España desde su infancia: "Periodismo: lanza la mierda y lávate las manos...".