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Gaspar Zarrías quiere 'colocarle' al Gobierno a un aprendiz de Rubiales, barón andaluz y socialista
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A LA ESPERA DE LO QUE SUCEDA CON ROCHA

Gaspar Zarrías quiere 'colocarle' al Gobierno a un aprendiz de Rubiales, barón andaluz y socialista

El que fuera mano derecha de Chaves, implicado también en el caso de los ERE, postula a Pablo Lozano, presidente de la Federación Andaluza de Fútbol, como candidato 'oficialista' a la RFEF

Foto: Pablo Lozano, junto a Luis de la Fuente. (EFE/Salas)
Pablo Lozano, junto a Luis de la Fuente. (EFE/Salas)

A la espera de ver qué sucede con Pedro Rocha, el inhabilitado presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas se ha iniciado la cuenta atrás para unas elecciones a las que el extremeño tenía previsto presentarse. Sí, a pesar de saber que en cualquier momento el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) podía suspenderle y estar también imputado en la misma causa judicial que su antecesor y benefactor, Luis Rubiales.

De hecho, nada más ser elegido presidente de la RFEF, en unas elecciones irregulares en tiempo y forma, pues debieron celebrarse a finales de 2023 y fueron un pucherazo, ya que solo el extremeño tuvo los avales necesarios para presentarse, se anunció que "el próximo 10 de septiembre se convocarían las elecciones a la Asamblea General, Presidencia y Comisión delegada para el periodo 2024-28, empezándose en esta fecha el periodo electoral".

En estas circunstancias, hay un nombre que ya suena como alternativa a Rocha si finalmente quedara fuera de combate. Por supuesto, se trata de otro barón, el reelegido presidente de la Real Federación Andaluza de Fútbol (RFAF), Pablo Lozano. Con el extremeño inhabilitado, este aprendiz de Rubiales fue el encargado de encabezar la delegación de la RFEF en los Juegos Olímpicos de París. La de la Selección masculina, pues con la femenina volvió a estar el navarro Rafael del Amo.

Foto: Jenni Hermoso, con Pedro Sánchez en La Moncloa. (Eduardo Parra/Europa Press)

Allí, el cordobés no desperdició la ocasión de fotografiarse con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Desde el pasado 29 de abril, Lozano es uno de los cinco vicepresidentes de la RFEF, solo por detrás de la vicepresidenta adjunta, María Ángeles García Chaves, quien ha quedado claro que ejerce de mujer florero, y por encima del catalán Joan Soteras (imputado), el gallego Rafael Louzán (inhabilitado), el citado Del Amo y el canario Alejandro Morales Mansito.

Presentación a la ministra Pilar Alegría

Detrás de Pablo Lozano está la alargada sombra de Gaspar Zarrías, a saber, mano derecha entre 1996 y 2009 del expresidente socialista de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, a quien recientemente el pleno del Tribunal Constitucional (TC) ha anulado la condena por prevaricación en relación con el caso ERE, en el que el abogado madrileño estuvo implicado.

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Pablo Lozano, junto a Gianni Infantino en los Juegos de París. (RFAF)

Zarrías, que en 2009 llegó a presidir la Junta de Andalucía de manera interina y, entre 2009 y 2011, fue secretario de Estado de Cooperación Territorial del Gobierno de Zapatero, se ha encargado personalmente de postular a Pablo Lozano como posible candidato a la presidencia de la RFEF. Para ello, y aprovechando su mencionada presencia al frente de la delegación federativa en los Juegos Olímpicos de París, le presentó a la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría.

Ambos coincidieron en la Federación Andaluza

Pablo Lozano fue secretario general de las Juventudes Socialistas en la provincia de Córdoba, donde fue acusado de cobrar irregularmente un cheque de unas empresas de su familia en el Ayuntamiento de Lucena. Precisamente de Lucena era el padre de Eduardo Herrera, el anterior presidente de la RFAF y también un histórico socialista, a quien en los mentideros federativos se comenta que Lozano traicionó.

Según fuentes consultadas, Herrera llegó a manifestar públicamente ante su junta directiva que "yo votaría siempre a un andaluz como presidente de la Federación Española, pero no a Luis Rubiales, pues es como su padre", de ahí que decidiera votar a Juan Luis Larrea. Como consecuencia de ello, Rubiales, Lozano y su directivo Molina Maza, delegado de la RFAF en Granada, urdieron una maniobra para destronarle.

Por su parte, el abogado y político socialista Gaspar Zarrías no es alguien ajeno al fútbol. En 2017 se incorporó a la RFAF como asesor y directivo del mencionado Herrera. Este le presentó como "una persona de enorme trayectoria profesional y gran amante del fútbol en Andalucía", además de imponerle el escudo de oro de la institución. Ahora, aunque probablemente lo desmienta, quiere colocarle al Gobierno a su sucesor como candidato a presidir la RFEF.

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Zarrías, a la derecha, junto a Chaves (i) y Griñán (c). (EFE/Raúl Caro)

La mayoría de los barones no se fían de Lozano

El hándicap de Lozano es que la mayoría de sus colegas presidentes de territoriales no se fían de él, pues conocen su trayectoria. Además, en varios casos, su condición de socialista o, para ser más exactos, su estrecha vinculación con el PSOE, tampoco les agrada. Este no es el caso del imputado José Ramón Cuetos Lobo, no en vano uno de los barones más leales a Rubiales y quien ahora apoya al andaluz junto a Adrián Barbón, presidente socialista del Principado de Asturias.

En Las Rozas, Lozano también cuenta con el apoyo del andaluz Luis Medina Cantalejo, a quien Rubiales puso al frente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) tras la marcha —estampida más bien— de Carlos Velasco Carballo cuando estalló el caso Negreira. Unos meses después, ya sin Rubiales, Medina quiso volverse a la RFAF, pero Lozano le pidió que siguiera en la RFEF y no hace falta ser un lince para saber por qué o para qué.

Foto: Javier Gómez Navarro, en una foto de archivo. (EFE)

Cabe recordar que el cordobés tuvo sus más y sus menos con Rubiales quien, después de tenerle como vicepresidente y responsable del Comité Nacional de Fútbol Sala, empezó a verle como un posible rival a presidir la RFEF. Precisamente lo que está sucediendo ahora con Gaspar Zarrías, quien mueve sus hilos a nivel político para que sea el candidato oficialista, después de que el Consejo Superior de Deportes (CSD), a través del TAD, inhabilitara a Rocha nada más acabar la Eurocopa.

Siempre a la espera de lo pase con el extremeño, a quien su homólogo andaluz está dispuesto a apoyar si decide y puede presentarse, en Las Rozas no quieren un nuevo Kennedy. Y basta con escuchar el empalagoso discurso que el presidente de la RFAF pronunció en la recepción a los campeones olímpicos para entender por qué. Lo dicho, Pablo Lozano es un aprendiz de Rubiales. Eso sí, el mismo al que tanto protegió el Gobierno de Sánchez a través de su superministro Blanco y sus continuos cambios de secretarios de Estado para el Deporte. De ahí que, dada su experiencia en la materia, Zarrías esté erre que erre...

A la espera de ver qué sucede con Pedro Rocha, el inhabilitado presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF), en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas se ha iniciado la cuenta atrás para unas elecciones a las que el extremeño tenía previsto presentarse. Sí, a pesar de saber que en cualquier momento el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) podía suspenderle y estar también imputado en la misma causa judicial que su antecesor y benefactor, Luis Rubiales.

Real Federación Española de Fútbol Luis Rubiales Consejo Superior de Deportes (CSD)
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