¿Una final en la jornada 4? El Atlético no puede fallar en San Mamés para no meterse en un lío

No ha terminado el mes de agosto y el Atlético de Madrid está a cuatro puntos del líder, el Barcelona. No es el inicio deseado por Diego Pablo Simeone. Mucho menos con la plantilla con la que cuenta plagada de estrellas. Dos empates y una sola victoria. Ese es el bagaje en los primeros tres partidos de La Liga.

La imagen dada en el Metropolitano el pasado miércoles dejó dudas a una afición que tenía la ilusión disparada. Comenzaron a aparecer fantasmas del pasado, de que el equipo, pese a contar con jugadores de alto nivel, es incapaz de luchar. Simeone quiso quitar hierro al asunto en rueda de prensa nada más acabar el partido: "Vamos a quedarnos con lo positivo, fueron muchas ocasiones y treinta primeros minutos en los que el equipo generó mucho contra una defensa que intentó defender muy ordenada".

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La realidad es que con una de las mejores delanteras de la historia del club, ante el Espanyol no se marcó ni un solo gol. "Me quedo con las cosas buenas, necesitamos mejorar en la contundencia. El fútbol es cada día más contundente", decía el técnico argentino. Pero casi dos años después, el Atleti se iba del Metropolitano sin anotar.

Y La Liga no para. Después de que la jornada tres se disputara entre semana, llega ya la siguiente. Comienza la jornada cuatro a las 17:00 horas en Barcelona. Y el equipo rojiblanco tiene otro nuevo partido por delante, no hay tiempo para lamentos.

A San Mamés con las primeras dudas

Con este panorama, llegan los de Simeone a Bilbao. El Atlético de Madrid se enfrenta al Athletic Club. Una visita que no llega en el mejor momento para los madrileños, aunque en las últimas temporadas nunca le ha ido bien. Los rojiblancos solo han sumado una victoria en sus últimas siete visitas al campo bilbaíno. Desde la temporada 2022-23, que vencieron 0-1, no han sumando los tres puntos en la capital vizcaína.

El Atleti visitó hasta en dos ocasiones a los leones en la temporada pasada, en el partido correspondiente a la Liga y en las semifinales de Copa del Rey. Ambos partidos con derrota. En la competición doméstica, los de Ernesto Valverde fueron superiores en todo momento y vencieron por 2-0. En Copa, los colchoneros necesitaban remontar el 0-1 en contra del Metropolitano, pero el partido no salió como querían. Inferiores desde el primer momento, cayeron 3-0 y se quedaron a las puertas de la final en Sevilla.

"Cada vez que jugamos en Bilbao sabemos las dificultades, es muy fuerte en casa con su gente. Viene haciendo grandes temporadas en LaLiga, ganó la Copa y será complejo", anticipó el técnico colchonero en la rueda de prensa previa al encuentro.

El feudo bilbaíno no es de buen recuerdo para el Atlético de Madrid. Pero necesita resarcirse de sus heridas y sacar la mejor versión para enmendar un inicio algo dubitativo. A la hora que el equipo salte al terreno de juego, ya conocerá el resultado del actual líder. El Barcelona juega justo antes contra el Valladolid en casa.

De ganar el conjunto culé, los rojiblancos se verían con siete puntos menos cuando el árbitro haga sonar su silbato. Y de no sumar los tres puntos, la distancia empezaría a ser preocupante. Serían tres partidos de distancia con tan solo cuatro jugados. No se puede permitir este Atlético de Madrid estar así sin haber estrenado el mes de septiembre.

Sin novedades en el último día de mercado

La directiva dio por cerrada la plantilla tras la incorporación del portero Juan Musso. "Salvo sorpresa, estaría todo muy bien, con la plantilla cerrada", expuso Simeone este viernes a pocas horas del cierre de mercado. El Atlético de Madrid tanteó un último movimiento para la posición de mediocentro, pero no se efectuó.

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Para el entrenador rojiblanco, el equipo se ha reforzado con buenos jugadores y su satisfacción es plena. Han incorporado a Musso, Le Normand, Lenglet, Gallagher, Sorloth y Julián Álvarez.

Con este buen mercado veraniego que han realizado desde las oficinas del Metropolitano, la exigencia es máxima y por ello, el partido en San Mamés es clave para seguir en la lucha por el liderato en la Primera División.