Emular a Ancelotti: este es el reto de Hansi Flick si no quiere que Laporta le corte la cabeza
Laporta, convertido en un devorador de entrenadores tras cargarse a Koeman y Xavi, pone todos los huevos de otro proyecto en la apuesta de Hansi Flick para contrarrestar al Real Madrid del exitoso Carlo Ancelotti
El Barcelona ha fichado a Hansi Flick para contrarrestar a Ancelotti. Es la gran baza que juega Joan Laporta. Sin el paraguas de Xavi, al que el presidente culé echó sin escrúpulos, todos los huevos están puestos en que Flick no salga rana y dé con la tecla para hacer un equipo competitivo. Ya no se le exige el juego bonito, una carga que soportó el inocente Xavi al unirse a Laporta. Con ganar algún título y que el Real Madrid no se dé un paseo por las competiciones nacionales, será suficiente. Una Liga del Barcelona se celebraría como una Champions.
Para que suceda esto, el tándem Laporta-Flick tiene que estar acertado en los despachos y en el campo. Enfrente están Florentino y Ancelotti. La sabiduría que demostró el italiano la temporada pasada para construir un equipo que solo perdió dos partidos (Liga y Copa contra el Atleti) suponen un enorme desafío. El secreto de Ancelotti, con un equipo debilitado por las bajas de los lesionados, fue hacer más con menos. Dio solidez al bloque, compromiso, sacrificio y carácter. Esto es lo que busca Laporta de Flick.
Hans-Dieter Flick (59 años) contra Carlo Michel Angelo Ancelotti (65 años). No suena mal el nuevo duelo en los banquillos entre los dos equipos más poderosos de España. El reto del Barcelona es que Hansi Flick esté mejor que Ancelotti. Sacarle provecho a una plantilla con jugadores jóvenes (Lamine Yamal...) y veteranos (Lewandowski...), coger una dinámica ganadora, tener el pulso competitivo y la regularidad que demostró el Real Madrid. Si el alemán no lo consigue, ya sabe lo que le espera: Laporta le cortará la cabeza como hizo con Koeman, primero, y Xavi, después.
El rival del Barcelona no es solo Mbappé y la colección de estrellas que tiene la plantilla madridista. Ancelotti fue el artífice de los éxitos. El técnico italiano, con sus fallos, que también los ha cometido, fue capaz de construir un equipo con un fuerte sistema defensivo. Convenció a todos, titulares y suplentes, de jugar cada minuto como si fuera el último. El secreto del Real Madrid ganador de Ancelotti estuvo en tener a todos los jugadores enchufados. Hasta el enfadado Modric, cuando pasó a ser suplente, quedó minimizado por la regularidad del equipo.
La ventaja que le saca el Real Madrid al Barcelona empieza en el acierto deportivo y la gestión de un Ancelotti que no es esclavo de un sistema y maneja los egos del vestuario. Después se puede comparar quién tiene mejor plantilla, jugador por jugador, hablar del impacto que va a tener la incorporación de Mbappé, quiénes son los futbolistas más diferenciales (Lamine Yamal, Vinícius...). Pero el punto de partida en la rivalidad y la clave de la estabilidad y el rendimiento está en los banquillos. Los que toman las decisiones a nivel deportivo, hacen las alineaciones, los cambios, leen los partidos, gestionan los recursos, las emociones, los altibajos, las lesiones... En esto Ancelotti fue superior a Xavi y ahora llega Hansi Flick.
Un Real Madrid sin Kroos
Al nuevo entrenador del Barcelona le toca ser mejor que Ancelotti, del que se empezó diciendo que era un alineador. Flick tiene que estar más atinado en las decisiones, crear un estilo de juego competitivo y ganador. El objetivo de Ancelotti es hacer que la máquina no se pare. Lo que funciona no se toca y conserva la base de una plantilla ganadora en España y en Europa. Tiene que darle continuidad al trabajo que la temporada pasada dio buenos resultados y que, a nivel individual, deja de contar con Toni Kroos. Un jugador clave en el juego, en el equilibrio y en los éxitos del Real Madrid. A Ancelotti le corresponde pulir un equipo sin Kroos. No es sencillo, pero el técnico italiano se adapta a todo.
Es un entrenador de club, agradecido a Florentino Pérez por darle una segunda oportunidad en el Real Madrid. La temporada pasada se fue Benzema y puso sobre la mesa el nombre de Harry Kane. Le trajeron a Joselu. En diciembre se lesionó David Alaba. Un duro contratiempo que se unió a la baja de Militao. Pidió un central en el mercado de invierno y la respuesta fue que había que explotar la versatilidad de la plantilla. Recolocó a Tchouaméni de central. Se ha ido Nacho, el club ha vendido a Rafa Marín y la solución es quedarse con Jesús Vallejo como cuarto central y mirar a la cantera.
El entrenador que pidió en la Cibeles bailar con Camavinga, que ganó la Liga y la Champions, los principales títulos de la temporada; más la Supercopa de España al Barcelona en Arabia, tiene el refuerzo de Kylian Mbappé. Más Endrick. El francés es un arma de destrucción masiva. Si se adapta al equipo y a una temporada exigente. La gestión no debería darle quebraderos de cabeza. Mbappé en el día de su presentación dejó claro que puede jugar en las tres posiciones de ataque. Lo pone fácil. Como Ancelotti. Flick es un melón por abrir en el Barcelona.
El Barcelona ha fichado a Hansi Flick para contrarrestar a Ancelotti. Es la gran baza que juega Joan Laporta. Sin el paraguas de Xavi, al que el presidente culé echó sin escrúpulos, todos los huevos están puestos en que Flick no salga rana y dé con la tecla para hacer un equipo competitivo. Ya no se le exige el juego bonito, una carga que soportó el inocente Xavi al unirse a Laporta. Con ganar algún título y que el Real Madrid no se dé un paseo por las competiciones nacionales, será suficiente. Una Liga del Barcelona se celebraría como una Champions.
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