Lo nunca visto en el Real Madrid: el apoyo psicológico de Luis Enrique salvó a Mbappé
Mbappé encontró en Luis Enrique una persona que empatizó con las tensiones que sufría por no renovar y el castigo que le quería imponer el presidente del PSG de dejarle sin jugar
La gestión de Luis Enrique con Mbappé ha sido complicada en el año que han estado juntos. Ha sido un espectador activo, en primera fila, del pulso entre la cúpula del club y el mejor futbolista del mundo. Ha tenido que actuar con mucho tacto y la conciencia de ser justo. No estaba cómodo en una situación de abuso de poder. Se encontró el primer día que se echó en cara a Mbappé a una persona hundida y amenazada por el presidente del PSG. El asturiano tendió la mano al francés para ayudarle en lo psicológico. Le dio estabilidad y confianza.
Esto no lo vimos venir y es uno de los episodios más sorprendentes en el eterno fichaje de Mbappé por el Real Madrid. Tras siete años de cortejos de Florentino, de promesas, pactos verbales, un fichaje que se dio por cerrado en 2021, que giró con las presiones de Qatar y Macron y el incumplimiento de palabrada del clan Mbappé, el nuevo jugador del Real Madrid reconoce que le ha salvado Luis Enrique.
En su primera comparecencia ante los medios, tras hacer oficial el Real Madrid el anuncio del fichaje en un breve comunicado, Mbappé desvela el lado bueno de Luis Enrique. Estamos hablando de uno de los profesionales que más rechazo produce en el madridismo desde que cambió el Real Madrid por el Barcelona y en su etapa de futbolista culé celebraba los goles, en el Bernabéu, con gestos de provocación.
Luis Enrique, socio del Barcelona, llegó a la cima como entrenador con la Champions que ganó para el club azulgrana en 2015. En su etapa de seleccionador se le acusó de dar un trato de favor a los jugadores del Barcelona (Eric García, Pedri, Gavi, Ferran Torres, Jordi Alba...) y ningunear a los del Madrid (Nacho, el caso más significativo).
Pues el mismo Luis Enrique, que produce aversión al madridismo y que tiene una imagen antipática, borde y maleducada, es el que Mbappé señala como una de las dos personas que más le han ayudado en el calvario que ha sufrido desde hace un año. La otra es Luis Campos, el director deportivo.
Decidió rescatarle
Luis Enrique llegó al Paris Saint-Germain en julio del año pasado y se encontró con toda la plasta encima del caso Mbappé. En un clima de tensión y con la decisión del club de apartar al jugador de la gira y darle un ultimátum para que renovara. Si no lo hacía se quedaba toda la temporada en la grada. Luis Enrique rescató a Mbappé.
Ha tenido que trabajar y convivir con un futbolista desanimado y ninguneado. Supo separar la guerra contractual que tenía el club con el jugador de las decisiones deportivas. Luis Enrique demostró tener personalidad y empatizar con Mbappé. Hasta que estalló Nasser Al-Khelaifi, a mediados de febrero, por la renuncia definitiva del jugador a renovar el contrato. El presidente del PSG actuó de manera violenta, quiso apartar a Mbappé y Luis Enrique pidió que le dejaran gestionar al jugador en la parcela deportiva y psicológica.
Le excluyó de algunos partidos de la Ligue 1. En unos no jugaba y en otros le quitaba. Se interpretó como una concesión al deseo del presidente del PSG de hacerle la vida imposible a Mbappé y buscar desestabilizarle y provocarle para que cambiara de opinión. A Luis Enrique no le gustó el trato a Mbappé. No aceptó imposiciones. Priorizó tenerle fresco en lo físico y lo mental para los partidos de la Champions. Tuvo una reunión con Mbappé para asegurarle que él tomaría sus decisiones de manera independiente y jugaría los partidos importantes si le veía enchufado.
Mbappé se motivó, recuperó el ánimo y fue decisivo en las eliminatorias contra la Real Sociedad y el Barcelona. No pudo ser determinante contra el Borussia Dortmund, en unas semifinales en las que el PSG tuvo hasta seis disparos entre postes y larguero. Mbappé ha tenido problemas de concentración y un estado físico irregular, según reconoce, por sus problemas con el presidente del club parisino. Pero se ha ido del PSG agradecido a Luis Enrique.
La gestión de Luis Enrique con Mbappé ha sido complicada en el año que han estado juntos. Ha sido un espectador activo, en primera fila, del pulso entre la cúpula del club y el mejor futbolista del mundo. Ha tenido que actuar con mucho tacto y la conciencia de ser justo. No estaba cómodo en una situación de abuso de poder. Se encontró el primer día que se echó en cara a Mbappé a una persona hundida y amenazada por el presidente del PSG. El asturiano tendió la mano al francés para ayudarle en lo psicológico. Le dio estabilidad y confianza.
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