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"Los árbitros deberían haber salido a protestar cuando le quitaron la tarjeta roja a Vinícius"
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Iturralde hace balance del arbitraje

"Los árbitros deberían haber salido a protestar cuando le quitaron la tarjeta roja a Vinícius"

El excesivo intervencionismo del VAR le ha quitado al árbitro de campo la seguridad y la independencia en la toma de decisiones. Es uno de los diagnósticos de una mala temporada

Foto: El árbitro Munuera Montero pide el VAR en un Clásico. (EFE/Kiko Huesca)
El árbitro Munuera Montero pide el VAR en un Clásico. (EFE/Kiko Huesca)

Ha terminado una temporada en la que los árbitros españoles han estado continuamente en el punto de mira. Sus decisiones han generado demasiadas polémicas, sigue sin quedar claro cuáles son los criterios con las manos, por qué unas veces van al VAR y otras no. Los clubes se han quejado más que nunca con comunicados de protesta, indignados. Los entrenadores y los futbolistas no daban crédito a la justicia que se impartía desde el campo y la que iba a venir con el uso de la tecnología. En las gradas se han movilizado por situaciones de agravio arbitral.

El excesivo intervencionismo del VAR le ha quitado al árbitro de campo la seguridad y la independencia en la toma de decisiones. Es uno de los diagnósticos más generalizados de un campeonato español en el que ha habido de todo. Los errores de los árbitros parecen haberse multiplicado con el uso del VAR. Y también por la ausencia de la tecnología de gol, que provocó que un gol fantasma se diera por valido sin tener la certeza de que el balón de Griezmann había entrado completamente en un día clave para el Espanyol. El Comité de Competición ha echado más gasolina al fuego con sus resoluciones. De histórica se recordará la decisión de quitar la tarjeta roja a Vinícius en la trifulca con Hugo Duro, sin ofrecer todas las imágenes al colegiado de campo. Es una temporada en la que la reputación de los árbitros ha caído a mínimos por el caso Negreira.

placeholder El exárbitro Eduardo Jesús Iturralde González. (Atresmedia)
El exárbitro Eduardo Jesús Iturralde González. (Atresmedia)

Hacer un balance es complicado, con tantos partidos, errores y también aciertos. Los ha habido, aunque la polémica y los escándalos los tapen. Iturralde González, un experto arbitral, atiende a El Confidencial para analizar algunas de las claves del colectivo arbitral y su temporada. Iturralde fue árbitro durante 31 años, de los cuales 17 estuvo en Primera División y en 15 fue internacional. Es el árbitro que más partidos ha dirigido en la Primera División (263) y ahora, en su labor de analista en los medios, sus valoraciones tienen peso en cada jornada y las jugadas que rodean la polémica arbitral.

Foto: Benzema celebra un gol con el Madrid. (EFE/Rodrigo Jiménez)

PREGUNTA. ¿Puede dar un titular del nivel del arbitraje español?

RESPUESTA. Árbitros buenos y arbitraje malo.

P. ¿Puede profundizar en lo del arbitraje malo?

R. He visto arbitrajes sin personalidad. Tengo una teoría. Ojalá todo el mundo gane mucho dinero, pero creo que los árbitros tienen miedo a perder el nivel adquisitivo. Al ganar 300.000 euros, han perdido esa personalidad. Hay miedo al descenso, a perder el estatus y no se quieren meter en problemas. Son árbitros más conservadores. Se busca que todos los árbitros sean iguales y el árbitro tiene que tener su personalidad y la tiene que desarrollar.

P. ¿En qué han cambiado respecto a su época?

R. En mi época había un intercambio de impresiones entre los de arriba y los árbitros. Ahora nadie protesta a los de arriba. Hablamos del Comité Técnico de Árbitros, que siempre ha sido presidencialista. En mi época había más debate. Si te descendían, no tenías miedo a perder dinero porque cobrábamos 20.000 euros al año. Tenías tu trabajo al margen del arbitraje. Ahora no. Ahora los árbitros cobran como un CEO, viajan en clase VIP, tienen hotel de cinco estrellas y todo eso de la noche a la mañana se te puede ir. Pitan pensando que todos los años bajan dos generalmente.

placeholder Ancelotti pide explicaciones a De Burgos Bengoetxea en Mestalla. (EFE/Luis Díaz)
Ancelotti pide explicaciones a De Burgos Bengoetxea en Mestalla. (EFE/Luis Díaz)

P. Una de las mayores polémicas son los criterios de las manos. ¿Qué está sucediendo?

R. Quieren hacer una plantilla arbitral que está muy fiscalizada, encorsetada. Quieren meter en el saco veinte jugadas cuando en el fútbol no hay una jugada igual a otra. Hay que dejar pensar al árbitro. Todas las manos no son iguales. Eso es muy complicado. Seguirá habiendo polémicas con las manos.

P. ¿Sería bueno que hablaran los árbitros tras los partidos?

R. Mediáticamente, está bien, pero ¿qué arregla en los partidos? Yo lo que quiero es que acierten en el campo.

P. Florentino Pérez ha pedido un cambio en la estructura arbitral. ¿Qué se puede cambiar?

R. ¿Qué es un cambio en la estructura arbitral? Controlar las designaciones, los ascensos y los descensos. Lo que quieren Florentino y la Liga es tener más control sobre el arbitraje. No quieren mejorar el arbitraje. Lo quieren controlar, que es diferente. Los clubes no dan soluciones. Solo palabras bonitas. En Inglaterra y en Alemania, los árbitros no dependen de la Federación y tienen las mismas polémicas que en España. Este año, el sistema VAR en la Premier es un desastre. Aquí en España, el tema por el control del arbitraje es una pelea muy vieja.

P. ¿Pero no cree que hay que darle una vuelta al arbitraje español?

R. Todo es debatible. A todo se le puede dar una vuelta. No digo que el arbitraje español sea el mejor, pero hay que saber por qué lo piden los clubes. Lo que quieren es quitar poder a la Federación. ¿Qué propuestas ha hecho la Liga para mejorar a un árbitro de campo? Estas peleas de estructura son luchas de poder. A los aficionados y a los futbolistas, lo que les importa es que los árbitros sean mejores. Ha sido la temporada de los comunicados de los clubes contra los árbitros y no he visto que ninguno proponga algo en la mejora arbitral. Solo se quejan cuando se sienten perjudicados. En verano no hacen nada. Para eso hay que trabajar.

Foto: Mendilibar sonríe en el estadio de Budapest. (Reuters/Bernadett Szabo)

P. Una de las quejas del Real Madrid es que los árbitros no protegen a Vinícius.

R. ¿Qué tiene que ver el cambio de estructura arbitral con proteger a Vinícius? En España se ha creado un problema con Vinícius. Habla Lula y hasta la ONU. Ha llegado al G7. Se ha llegado a echar la culpa a los árbitros del racismo cuando en el partido de Mestalla se usó bien el protocolo. El árbitro se equivocará, pero el problema lo tiene el que hace el grito racista.

P. Usted ha sido muy crítico con los mensajes que se lanzaban desde Real Madrid TV contra el colectivo arbitral. ¿Entiende que desde el club blanco se defiendan sus intereses?

R. Lo que hace Real Madrid TV es señalar y provocar violencia. No hace información, porque solo pone los errores y nada de los aciertos. Esa es la diferencia. Poner en un vídeo solo los errores se llama señalamiento a un árbitro, que es una persona, que tiene familia y tiene que salir a la calle. Hay mucho desequilibrado y energúmeno y los árbitros se sienten señalados. Algún día va a pasar algo y nos vamos a llevar las manos a la cabeza. El señalamiento se hacía en otras épocas.

P. ¿Qué opinión tiene de la utilización del VAR y las polémicas que genera?

R. El VAR interviene demasiado y no vino para esto. Vino para el error claro y manifiesto. Como el gol de Míchel contra Brasil que no se dio, el codazo de Tassotti a Luis Enrique o el gol de Maradona con la mano. El primer año, la filosofía estaba clara. ¿Qué ha pasado? La presión mediática y del entorno del fútbol pedían que entrara más veces. Se ha hecho el saco cada vez más grande cuando lo que se dijo es que solo intervendría para errores claros, obvios y manifiestos. Han entrado en un deporte que es de mucha apreciación e interpretación. No se puede discutir por una jugada de interpretación. ¿Hasta dónde ponemos el listón cuando son jugadas de interpretación? Siempre va a haber problemas. Con una estructura u otra. En el Mundial de Rusia 2018, se dijo que se iban a arreglar los problemas y yo dije que no. Una máquina no puede testar los problemas en jugadas de interpretación. Hay manos que son grises. Para unos, se hacen grandes y, para otros, igual no. Todas las jugadas en el fútbol no son blancas y negras. Es imposible que todas las jugadas sean iguales.

placeholder Le Normand y Kubo protestan al árbitro Gil Manzano. (EFE/Luis Díaz)
Le Normand y Kubo protestan al árbitro Gil Manzano. (EFE/Luis Díaz)

P. Uno de los mayores escándalos del VAR ha sido que al árbitro de campo no se le ofrecieran las imágenes completas del enganchón de Hugo Duro con Vinícius. ¿Esto alimenta las sospechas y la polémica?

R. Ha sido una gran cagada del VAR. Muy mal usado. Pero también del Comité de Competición, que ahora puede entrar de oficio y tenía que haber sancionado a los dos jugadores. Se ha hecho una barbaridad quitando la roja a Vinícius. El VAR estuvo muy mal, pero Competición no ha sido justo. La agresión de Vinícius existe y habría que haber sancionado también a Hugo Duro. El Comité de Competición ha sido miedoso. Ha querido quedar bien con un club y ha quedado mal con el fútbol. Está para hacer justicia y lo que ha hecho es daño. Vamos a quitar de la ecuación al Real Madrid y a Vinícius. Lo que ha hecho Competición es una aberración jurídica al quitar la roja a un agresor. Han sido blandos, miedosos y les ha podido la presión mediática. Teniendo las imágenes, hay que entrar de oficio. Esto es muy grave y creo que los árbitros deberían haber salido a protestar para decir que no estaban de acuerdo con que se quite una roja.

P. Ha habido polémicas con el VAR y lo más grave con un gol fantasma de Griezmann que le perjudicó al Espanyol en un partido clave por el descenso. ¿En ese partido quedó señalado el árbitro de campo y el del VAR?

R. Sí, hay que reconocer el error. El del VAR [González González] confundió al árbitro de campo [Melero López]. No había una imagen determinante que confirmara que el balón había entrado por completo. Pero esto es un problema que tienen que solucionar los clubes para implementar la tecnología de gol. Cuesta 3,5 millones de euros, la licencia la da la FIFA y no hacen nada.

P. Otro de los escándalos que ha salpicado al arbitraje es el caso Negreira.

R. Es lo peor que le ha podido pasar al arbitraje en toda la historia. Hace mucho daño al fútbol español. Pero la culpa es de los dos. Del que paga y el que cobra. Ojalá se haga justicia. Se conoce como el caso Negreira, pero aquí hay dos partes. Debería ser el caso Barcelona-Negreira. ¿En qué cabeza cabe que un club compre los servicios de un vicepresidente de los árbitros? Solo por ética, no tendrían que haberlo hecho.

Foto: Victoriano Sánchez Arminio. (EFE/Javier Lizón)

P. ¿Entiende que haya quiénes piensen que se compraron árbitros?

R. Esto va a quedar como una losa, pero yo pongo las manos en el fuego por todos los árbitros. Ese dinero ha ido a un sitio y ha vuelto a otro. Pero no a los árbitros. Lo que se ha hecho es tirar abajo toda la reputación arbitral. Negreira y el Barcelona han hecho daño.

P. Hasta el punto de que los árbitros no han podido hacer un minuto de silencio por el fallecimiento de Victoriano Sánchez Arminio, por miedo, al que fue su jefe durante muchos años. ¿Es el colofón más triste a una temporada de polémicas, crispación y escándalos?

R. Aquí les ha faltado personalidad a los árbitros. Han ganado los inadaptados y los violentos. No es normal que los árbitros no puedan guardar un minuto de silencio por miedo. Yo a mi presidente le guardo un minuto de silencio. Primero, por respeto y, segundo, porque ha sido la persona más honrada que ha pasado por el estamento arbitral. En mi época, se guarda el minuto de silencio y, si hay pitos, yo aguanto dos, tres, cuatro o cinco minutos hasta que se calle el estadio.

P. Por cierto, ¿por qué tiene fama de antimadridista?

R. Yo no soy antimadridista. Yo soy árbitro y cuando los atacan, los defiendo.

Ha terminado una temporada en la que los árbitros españoles han estado continuamente en el punto de mira. Sus decisiones han generado demasiadas polémicas, sigue sin quedar claro cuáles son los criterios con las manos, por qué unas veces van al VAR y otras no. Los clubes se han quejado más que nunca con comunicados de protesta, indignados. Los entrenadores y los futbolistas no daban crédito a la justicia que se impartía desde el campo y la que iba a venir con el uso de la tecnología. En las gradas se han movilizado por situaciones de agravio arbitral.

Caso Negreira
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