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El papel de Florentino para frenar el adiós de Benzema, la salida más dolorosa del Real Madrid
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El papel de Florentino para frenar el adiós de Benzema, la salida más dolorosa del Real Madrid

Florentino Pérez juega todas sus bazas para frenar la salida de Benzema a Arabia Saudí. Le pide que aguante un año más, le considera intocable y no le puede alterar los planes

Foto: Florentino aplaude a Benzema en su presentación. (EFE/Ballesteros)
Florentino aplaude a Benzema en su presentación. (EFE/Ballesteros)

Karim Benzema se ha convertido en los últimos días en un asunto tremendamente delicado. Desde que el capitán le comunicó al presidente que tenía una oferta millonaria de Arabia Saudí, le entraron las dudas. El corazón lo tiene en el Real Madrid. Pero la cifra de 200 millones de euros limpios en dos temporadas, más otros ingresos extras por sus derechos de imagen y ser embajador de la candidatura del Gobierno saudí para organizar el Mundial 2030, le dejaron mareado. Es normal que Benzema se plantee a sus 35 años un cambio. En el Real Madrid lo ha ganado todo a nivel colectivo e individual. Esta temporada, ha tenido un rendimiento irregular, marcado por las lesiones y un desgaste físico y mental. Pero Florentino juega un papel importante, el de la complicidad, para frenar la salida y le pide que aguante un año más.

Hablamos de un futbolista especial para el presidente. Uno de los dos jugadores que han provocado que Florentino Pérez se ponga en pie en un palco y abandone la compostura para celebrar un gol como un forofo. Sucedió en 2011 en el estadio Gerland de Lyon tras un gol de Benzema al Olympique. Ese día quedó patente que Florentino admira a Benzema. El gol de cabeza de Sergio Ramos en Lisboa es el otro momento en que el presidente saltó de su butaca en un palco.

Foto: Marco Asensio y Benzema en un partido del Real Madrid. (Reuters/Ahmed Yosri)

La relación de Florentino con Benzema va más allá de la de un presidente y un futbolista. Algún día tiene que acabar la etapa del francés y ese momento será doloroso. Para ambos. Benzema abandonaría el club de sus amores y Florentino dejaría de disfrutar de un jugador por el que apostó muy fuerte, al que protegió, con el que se emociona y al que tiene cariño. El adiós de Benzema no es como el de otras estrellas que tienen categoría de leyenda.

placeholder Benzema, puño en alto, celebra un gol del Real Madrid en el Bernabéu.
Benzema, puño en alto, celebra un gol del Real Madrid en el Bernabéu.

En los últimos años, del Real Madrid han salido Raúl, Casillas, Kaká, Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos, Bale, Marcelo y Casemiro. Ninguno de ellos dejó el vacío que le produce a Florentino perder el vínculo deportivo y la cercanía de Benzema. Es un caso similar al de Zidane. Los dos representan la excelencia y lo exquisito para un presidente de paladar fino. Florentino está acostumbrado a tomar grandes decisiones, cerrar etapas de futbolistas que son iconos y entrenadores que considera que están amortizados. Florentino está enamorado de Zidane y Benzema.

El paternalismo

Benzema ha dado todo y más en las 14 temporadas que lleva en el Real Madrid. Florentino considera que tiene recorrido para seguir en la élite, que puede seguir ganando títulos en el Real Madrid, siendo importante y haciéndole disfrutar en el palco. Florentino juega sus bazas para prolongar otro año el vínculo de un futbolista que es clave en la planificación. Irse ahora trastocaría los planes en los fichajes. En la planta noble del Bernabéu definen a Benzema como intocable. A Florentino no le importa dar la imagen de ser paternalista con el francés. Le considera un mago y un héroe. Le está enormemente agradecido por cómo ha luchado en situaciones difíciles y su compromiso con el club. Impresionado por sus actuaciones y liderazgo en la Champions de la temporada pasada, con remontadas que quedan en la historia del fútbol.

Foto: Hazard en el partido contra el Getafe en el Bernabéu. (Reuters/Isabel Infantes)

Benzema se siente en deuda con Florentino. En los momentos duros, el francés ha sentido el apoyo del presidente. Nunca dudó de su nivel. Ni cuando Mourinho le señaló públicamente por su falta de agresividad y gol. Le llamó por teléfono un día en el que salió en una portada de un medio deportivo importante un titular que decía "Karim está muerto" y se informaba de la posibilidad de ponerle en venta. "Tú tranquilo", le dijo Florentino. Benzema durmió una noche en la comisaria de Versalles, tras declarar en un caso de extorsión sexual a Valbuena. Al día siguiente, cuando llegó a la Ciudad Deportiva de Valdebebas, ahí estaba en la puerta esperándole Florentino. Le apoyó como un padre. La paciencia que ha tenido con Benzema no se ha visto con ningún otro futbolista.

Esa relación de admiración y cariño mutua viene de lejos. De cuando Benzema era un canterano del Olympique de Lyon y con 16 años recibió una camiseta del Real Madrid firmada por Ronaldo Nazario. Se la envió Florentino. Jean-Michel Aulas, presidente del Lyon y amigo del presidente del Real Madrid, le había hablado de un chico con un enorme talento y apasionado del Real Madrid de los galácticos. La historia ya se sabe. Florentino se presentó en casa de los padres de Benzema, cuando tenía 22 años, para decirle que quería ficharle. Karim se quedó mudo, pálido y asintió con la cabeza. El Real Madrid pagó 35 millones de euros por un futbolista que ha estado 14 temporadas en el Real Madrid.

Foto: Mbappé, pensativo, en un entrenamiento del PSG. (Reuters/Benoit Tessier)

Pocos o nadie imaginaban que Benzema podría ganar el Balón de Oro. Las dos primeras temporadas sufrió para adaptarse a la vida en España y al Real Madrid. Eclipsado por todo lo que acaparaba Cristiano Ronaldo en el campo y su poder mediático. Karim pasaba una mala racha. Cuestionado por los entrenadores, el runrún de la grada y la prensa. Florentino sí creía que podía ser un jugador top. Habla de él como una mezcla de Zidane y Ronaldo. Al presidente del Real Madrid se le vio emocionado en el momento en el que Benzema recogió el trofeo en París. Todos sus esfuerzos por creer, apoyar y mantener a Benzema habían merecido la pena. Presumió, se hinchó, se sintió orgulloso de proclamar que tenía al mejor futbolista del mundo. Al acto acudieron otros galácticos (Zidane, Figo y Ronaldo). "Tú estás para jugar con esmoquin", le dijo Florentino a Benzema.

La historia entre Florentino y Benzema la quieren romper los millones de Arabia Saudí. Es la tristeza de un presidente que se resiste a perder a su niño bonito, pero tiene, a la vez, el orgullo de haber triunfado en la gestión de un niño francés que se ha convertido en uno de los mejores futbolistas de la historia del Real Madrid. Karim Benzema dejará huella en el Real Madrid por sus 25 títulos, por ser el segundo máximo goleador de la historia, por la elegancia de sus jugadas, también por la épica y su compromiso. Y por no poner ningún problema con su salario y las renovaciones. Florentino es el que más disfruta y el que más triste se quedaría sin uno de los futbolistas que más le han emocionado.

Karim Benzema se ha convertido en los últimos días en un asunto tremendamente delicado. Desde que el capitán le comunicó al presidente que tenía una oferta millonaria de Arabia Saudí, le entraron las dudas. El corazón lo tiene en el Real Madrid. Pero la cifra de 200 millones de euros limpios en dos temporadas, más otros ingresos extras por sus derechos de imagen y ser embajador de la candidatura del Gobierno saudí para organizar el Mundial 2030, le dejaron mareado. Es normal que Benzema se plantee a sus 35 años un cambio. En el Real Madrid lo ha ganado todo a nivel colectivo e individual. Esta temporada, ha tenido un rendimiento irregular, marcado por las lesiones y un desgaste físico y mental. Pero Florentino juega un papel importante, el de la complicidad, para frenar la salida y le pide que aguante un año más.

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