El peligroso juego en el que se mueve Mbappé: cláusulas, contratos y promesas a dos bandas

Kylian Mbappé vuelve a ser el gran protagonista del mercado estival. El delantero francés, uno de los mejores jugadores del mundo y, sin ningún género de dudas, uno de los grandes pretendidos por los clubes punteros de Europa, ha vuelto a destapar el tarro de las esencias después de que haya decidido no activar la cláusula de renovación automática con el PSG. O, dicho de otra manera, vuelve a abrir una herida que parecía cerrada tras lo sucedido el pasado verano.

Todo indicaba que Mbappé se iba a convertir en jugador del Real Madrid el pasado curso. Con el jugador acabando contrato, sin haber renovado y habiendo dado su palabra al club blanco, a última hora dio un paso atrás para continuar en el PSG, de la mano de un contrato millonario que, además, le daba cierto poder en la parcela deportiva. Los dirigentes galos no dudaron en afirmar que el delantero internacional seguiría tres años en París... pero había una pequeña trampa.

TE PUEDE INTERESAR

Messi hace con el PSG y Qatar lo que Mbappé no se atrevió para fichar por el Real Madrid

Ulises Sánchez-Flor

El nuevo contrato de Mbappé era por dos temporadas, más una tercera opcional que solo podría activar el propio jugador en caso de aplicar una cláusula adicional. Ahora, según ha afirmado L'Equipe, el jugador no tiene ninguna intención de hacerla efectiva, si bien es cierto que tiene hasta el 31 de julio para hacerlo. O, dicho de otra manera, si el futbolista no amplía su contrato, el próximo verano quedaría libre, lo que mostraría su intención de abandonar el PSG más pronto que tarde.

Este hecho vuelve a colocar a Mbappé en el centro de los rumores, pues en dos temporadas saldría gratis del conjunto de Nasser Al-Khelaifi, por lo que vuelve a cambiar el escenario: ¿qué debe de hacer el PSG? ¿Venderle este mismo verano e ingresar una importante cantidad de dinero? ¿O, por el contrario, confiar en volver a convencerle a lo largo de la próxima temporada? Sea como fuere, el juego al que se está acostumbrando Mbappé empieza a ser peligroso.

Los clubes empiezan a estar alerta con el delantero francés, a quien ya ven como un jugador que no termina de negociar limpio. La jugarreta que le hizo al Madrid la pasada temporada fue evidente y, además, se ha visto cómo mantiene continuos tiras y aflojas con el PSG. Incluso con la Federación Francesa, a costa de los derechos de imagen. O, dicho de otra manera, un gran futbolista, pero también un jugador que da muchos quebraderos de cabeza lejos del césped.

Mbappé empieza a moverse en un peligroso juego por el que muchos clubes no están dispuestos a pasar, donde al exitoso delantero se le empieza a ver jugando a varias bandas en busca de un beneficio propio. Ya pasó con su salida del Mónaco, volvió a ocurrir con su frustrado fichaje por el Madrid el pasado curso y, ahora, a pesar de que el PSG cumplió con sus peticiones en verano, parece que tiene claro que no quiere ampliar su vínculo contractual, abriendo la puerta a una posible salida.

"En el fútbol, he aprendido que tienes que mirar adelante, pero no muy lejos. He tomado una decisión personal que creo que es la mejor para mí, pero no sé qué pasará en el futuro. Quiero dar las gracias a los aficionados del Madrid, entiendo su decepción. Llevo su camiseta desde los 14 años, siempre he soñado con jugar allí, pero espero que entiendan que quiero seguir en mi país", afirmaba en el acto de renovación con el PSG. De nuevo, un doble juego con dos clubes.

Precisamente lo que muchos le critican a Mbappé es que no hable claro y que dé la sensación de que siempre esconde un as bajo la manga cada vez que su futuro se pone sobre la mesa. Un juego que es lícito, pero que muchos clubes no están dispuestos a permitir a pesar de su innegable calidad futbolística. Solo tiene 24 años, pero esa forma de entender las negociaciones le están cerrando muchas puertas... salvo que el propio Mbappé ya tenga claro a cuál debe de tocar en dos veranos.