El Real Madrid tira de la casta de Benzema y Rodrygo contra un Rayo competitivo (2-1)

El Real Madrid necesitaba recuperar la competitividad. La victoria contra el Rayo Vallecano llegó al final del partido, con un gol de Rodrygo, que jugó en la posición de Vinícius. El Real Madrid aprovechó un error del Rayo para tirar de la épica y el talento de Rodrygo. Desequilibró un partido igualado con su fina calidad y casta para ser determinante en situaciones comprometidas. Rodrygo sacó de otro apuro al equipo, como en las noches de las remontadas. Su gol, un disparo desde la frontal del área, llegó en el minuto 89, cinco minutos después del empate de Raúl de Tomás. Lo celebró con el gesto del puño alto, un símbolo antirracista. El primero lo hizo Karim Benzema. Respondió la dupla de ataque en un día de solidaridad con Vinícius.

Benzema está señalado como uno de los problemas del pobre rendimiento en la Liga y su ineficacia en las semifinales de la Champions. El capitán marcó el primer tanto. Lo hizo en una acción muy protestada por el Rayo por un bote neutral en el que estuvo rápido Kroos y despistados los jugadores de Iraola. Marcó Benzema, al que se le vio con problemas físicos, cojeando en los primeros veinte minutos. Tiró de casta y tuvo premio. Benzema recuperó el olfato en un partido donde el Rayo no bajó los brazos. El equipo de Iraola le plantó cara al de Ancelotti. Dio batalla en la primera parte y en la segunda asestó el golpe ante la relajación defensiva del Madrid.

Era un partido-examen para todo el Real Madrid y para Benzema, aunque parezca difícil decirlo con lo que ha hecho el equipo y el capitán. El '9' tiene que pasar más pruebas. Tras su irregular temporada está abierto el debate del fichaje de otro delantero. Lo mejor de Benzema se puede haber acabado y el club se replantea qué hay en el mercado. Lo importante para él es que volvió a sentir lo que es marcar y lo hizo cojeando. Sin guardarse nada. Su tesón y las ganas, acompañado por Rodrygo, evitaron el pinchazo. El Real Madrid se reencuentra con la victoria tras la goleada del Manchester City en el Etihad y el tenso partido contra el Valencia en Mestalla. El partido lo vio Vinícius desde el palco.

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Ulises Sánchez-Flor

Vinícius no jugó. No lo hizo, a pesar de que el Comité de Competición le retiró la tarjeta roja que vio contra el Valencia. Unas molestias en la rodilla izquierda decidieron que necesita un descanso. Es difícil que este chico, de cuerpo y mentalidad de acero, deje de jugar. Se tomó un respiro. Pero el brasileño estuvo presente antes de que echara el balón a rodar. Sus compañeros salieron con una camiseta con su dorsal, el 20, y en el fondo sur del estadio se desplegó la pancarta de 'Vinícius somos todos. Basta ya'. Es el gesto de apoyo del club a su futbolista tras los episodios de racismo que sufrió en Mestalla. A estos se han unido la campaña de las instituciones deportivas con otra pancarta y el lema de 'Racistas fuera del fútbol'. Todo esto lo presenció Vinícius en el césped con el aplauso de los jugadores y el Bernabéu. Después se subió al palco y se sentó al lado de Florentino Pérez. En el minuto 20 se coreó el nombre de Vinícius.

Un Rayo atrevido

Sorprendió el Real Madrid con Rüdiger en el lateral izquierdo. Otra prueba más de Ancelotti, en una posición que le ha dado quebraderos de cabeza. Nacho y Alaba fueron los centrales titulares y Militao se quedó en el banquillo con Mendy. Este Real Madrid es un rompecabezas. Camavinga, un parche que funcionó en el costado izquierdo, jugó de pivote. Movimientos tácticos de Ancelotti para sujetar al equipo de Iraola. El conjunto vallecano, fiel a su estilo, salió con personalidad y descaro al partido. El primer disparo fue del Rayo, en un lanzamiento de Óscar Valentín. Fue a por el gol desde el primer minuto, pisó el área de Courtois con acciones verticales, la movilidad de Isi y finalizando las jugadas con disparos desde fuera del área.

Enseguida se vio que iba a ser un partido abierto, con poca pausa, de ida y vuelta. El Rayo es orden, trabajo colectivo, valentía y ambición. Las señas de un equipo muy bien trabajado por Iraola. Incómodo. Era un partido para correr y en el centro del campo estaban Kroos y Modric. El Real Madrid tenía ritmo, llegaba con balones colgados al área y exigía las salidas de Dimitrievski. Se esperaba mucho de Benzema. No ha tenido peso en los partidos contra el Manchester City. Es una versión mala, comparada con la que vimos la temporada pasada y había expectación por ver qué le pasa. El delantero francés empezó a cojear a los veinte minutos del partido, con un gesto de preocupación miró al banquillo. Ancelotti sacó a Marco Asensio a calentar.

Benzema aguantó. Ya no se puede guardar nada y encontró el gol en una jugada que protestó el Rayo. Nació de un bote neutral en el que Kroos estuvo más activo. El alemán envió el balón a Fede Valverde y el uruguayo conectó con Benzema. El '9', al sprint, aprovechó el desorden en el Rayo, recortó a Dimitrievski y marcó. Lo celebró cojeando. Los jugadores del Rayo mostraron su enfado e Iraola se fue al descanso pidiendo explicaciones al árbitro. Gil Manzano, el colegiado, entendió que el balón en el bote neutral es del Real Madrid.

El partido siguió abierto, con espacios y llegadas a las dos porterías. Rodrygo tuvo la ocasión de marcar el segundo en una acción de contraataque en la que se plantó ante Dimitrievski y en el momento del remate se tropezó. El césped, que ya lo han cambiado en cinco ocasiones esta temporada, le jugó una mala pasada. Se llegó al descanso con el gol del cojo.

El Real Madrid quiso el control del partido en la segunda parte y asumió menos riesgos. Apostó por posesiones más largas, buscar su momento para ser contundente y replegó líneas cuando perdía la pelota. Bajó el ritmo de su juego, jugó por todo el campo, de lado a lado y para atrás con Courtois. Buscó desgastar al Rayo. En este plan se mueven bien Kroos y Modric. El equipo estaba enchufado, con tensión. Justo lo que le ha faltado en muchos partidos de Liga. Priorizó la Champions y se dejó ir en el campeonato doméstico. El primer cambio del Real Madrid fue la salida de Fede Valverde y la entrada de Ceballos. Más control del balón para minimizar el plan de Iraola.

El Rayo metió en el campo a Raúl de Tomás por Camello. La baza del exmadridista para buscar el empate funcionó. RDT hizo el gol a falta de siete minutos con un latigazo ante la fragilidad defensiva de la defensa del Real Madrid. Tocó un nuevo arrebato a remontada y ahí Rodrygo es un especialista. Un error al final del partido lo aprovechó Rodrygo para marcar el tanto del triunfo. Al Real Madrid no le puedes dar un regalo y el Rayo se volvió a despistar en esta acción final.