El compromiso de Sergio Ramos conquista a un PSG que ya no sabe qué hacer con Neymar

El Paris Saint-Germain está a la espera de ganar el campeonato francés para empezar a tomar decisiones deportivas. La hoja de ruta es desmontar el proyecto galáctico, reducir sueldos para cumplir con el Fair Play Financiero de la UEFA y construir una plantilla con futbolistas que estén comprometidos. Aquí entra Sergio Ramos y sobra Neymar. Son dos de las grandes decisiones que tienen que tomar desde Qatar y ejecutar el presidente Nasser Al-Khelaifi. Ramos se ha ganado continuar, mientras que Neymar se ha convertido en un problema de difícil solución. Con Messi hay un pacto. Tras pedir perdón por viajar a Arabia Saudí y no acudir a un entrenamiento después de una derrota, se ha firmado una paz de mutuo acuerdo para tener una despedida sin polémicas.

El contrato de Sergio Ramos finaliza el 30 de junio y la propuesta que tiene el sevillano del club es seguir una temporada más, pero con una reducción de sueldo. Tendría que bajar de los 6 millones de euros netos que cobra actualmente. Ramos ha conseguido recuperar el crédito perdido en su segunda temporada, convirtiéndose, según palabras del entrenador Galtier, en el "capitán sin brazalete" del equipo parisino. Tras una primera temporada marcada por las lesiones, las críticas por las recaídas y las mofas que le señalaban como un futbolista acabado, el central ha dado un giro a su situación.

El rendimiento ha subido, los problemas en el sóleo están superados, ha tenido continuidad y lleva 42 partidos disputados en esta temporada. Lo que valoran en el PSG, por lo que también se le pone de ejemplo, es por la profesionalidad y el compromiso que ha demostrado. Justo lo que le falta a Neymar, cada vez más impopular en Francia, y por lo que el club se plantea cómo dar salida al fichaje más caro de la historia del fútbol. El brasileño empezó bien la temporada y tras el Mundial se volvió a ver la versión apática y frágil de un futbolista que no ha sido capaz de convertirse en un líder del equipo.

La indisciplina del brasileño

Nasser Al-Khelaifi quiere reconstruir una plantilla en la que haya jugadores con espíritu de trabajo, que se identifiquen con el club y tengan disciplina. Sergio Ramos lo ha demostrado a lo largo de esta temporada, uniendo al equipo, mostrando carácter y compitiendo a un buen nivel en la eliminatoria contra el Bayern de Múnich. En las imágenes de la derrota se vio cómo a Ramos le dolía más la eliminación que a Messi.

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La actitud, el sacrificio y la profesionalidad que ha tenido Sergio Ramos para superar las lesiones y volver a un buen nivel no se ha visto en Neymar. El último episodio polémico del brasileño es su presencia en la discoteca Carpe Diem de Barcelona con algunos futbolistas azulgranas en el festejo del título de Liga. Otro error de Neymar, de los tantos que tienen decepcionados a los aficionados del PSG. Los radicales le castigan yendo a su casa para gritarle que abandone el Paris Saint-Germain. Es un problema importante para Qatar, que busca un comprador, pero el brasileño se mantiene en su postura de cumplir el contrato.

Sergio Ramos forma parte del núcleo de Mbappé, el jugador con más peso dentro del club, con el que tiene complicidad. El español y el francés van en la misma dirección. Para ser competitivos en Europa hay que conseguir ser un equipo que ponga el esfuerzo colectivo y el compromiso por encima de los egos. Esto le falta a Neymar. El brasileño no solo ha decepcionado en el club y a los aficionados, sino también a sus compañeros. No se toma en serio su profesión. Su salida no es sencilla, lo pondrá difícil, pero hoy se valora más la profesionalidad y el carácter de Ramos que las actitudes reprochables del brasileño.