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El castañazo del Real Madrid en la Liga: culpa del bajón de motivación de Carlo Ancelotti
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la relajación pasó factura

El castañazo del Real Madrid en la Liga: culpa del bajón de motivación de Carlo Ancelotti

Ancelotti asume que les ha costado estar motivados en la Liga y donde el año pasado había un equipo compacto y hambriento, en este campeonato se ha pecado de indolencia

Foto: Ancelotti, durante un partido en el Bernabéu. (Reuters/Juan Medina)
Ancelotti, durante un partido en el Bernabéu. (Reuters/Juan Medina)

Carlo Ancelotti reconoce que no han estado al nivel en la Liga y que al equipo le ha faltado la regularidad y la consistencia de la temporada pasada. Son las dos claves de un entrenador que no ha sabido motivar a los jugadores en diferentes momentos de una temporada atípica, marcada por el parón del Mundial, con un calendario exigente, del que se ha quejado el técnico italiano en reiteradas ocasiones y también Florentino Pérez. Al Real Madrid le ha faltado mucha motivación para competir en el campeonato español. El Barcelona no le ha ganado en espectáculo futbolístico, pero sí le ha dado un repaso en ganas.

La gran diferencia entre Ancelotti y Xavi, los máximos responsables, ha estado en saber enchufar a los jugadores en todos los partidos de Liga. Es donde se ve la mano de un entrenador. Ancelotti ha dirigido el equipo con la tripa llena, empachado por la Liga de la temporada pasada, que le convirtió en el primer entrenador en ganar los cinco campeonatos más importantes. En Italia con el Milan, en Inglaterra con el Chelsea, en Alemania con el Bayern de Múnich, en Francia con el Paris Saint-Germain y en España con el Real Madrid. Entró en la historia, se convirtió en leyenda y se relajó. No ha competido bien en la Liga, no ha trabajado a fondo a un equipo apalancado.

placeholder Gavi supera a David Alaba en un Clásico en el Camp Nou. (EFE/Luis Díaz)
Gavi supera a David Alaba en un Clásico en el Camp Nou. (EFE/Luis Díaz)

Enfrente ha tenido a un Xavi más ambicioso, con un discurso enérgico y exigente con sus jugadores para afrontar todos los partidos de Liga enchufados. Xavi ha dado con la tecla de la regularidad, la que tenía el Real Madrid la temporada pasada y que consiste en ganar hasta cuando juegas mal. Así se compiten las Ligas. Tomándose todos los partidos en serio y siendo un equipo solidario, generoso en el esfuerzo, trabajando con y sin balón, siendo sólidos y contundentes en las áreas. Xavi, como él mismo reconoce, ha sido un entrenador cabezón. Su discurso persistente para que ningún futbolista aflojara ha valido para hacer un equipo por encima de las individualidades, práctico y combativo. La relajación de Ancelotti se ha contagiado a sus jugadores.

Faltó exigencia

La excusa del entrenador del Real Madrid ha sido el Mundial y el calendario. Pero el discurso de Ancelotti empezó a perder fuerza desde el día que el Real Madrid ganó al Barcelona en el Bernabéu a mediados de octubre. En ese momento, el entrenador italiano debió exigir más a los jugadores y estar en alerta. Quedaba mucha Liga y el vestuario estaba de celebraciones. Se sentía superior al Barça, se elogiaba el Balón de Oro de Benzema, los fichajes de Rüdiger y Tchouaméni, las comparaciones de Vinícius con Mbappé, lo mal que le iban a salir las palancas al Barça, el acierto de no haber fichado a Haaland... El Real Madrid se dio el primer castañazo quince días después del Clásico con el empate contra el Girona en el Bernabéu. El equipo se fue al Mundial con la derrota en Vallecas, en un partido en el que no tuvo agresividad y Xavi convenciendo a sus jugadores de que era posible ser campeones a partir de enero.

Foto: Kroos y Modric en un entrenamiento del Real Madrid. (EFE/Yoan Valat)

Ancelotti se dio cuenta de lo que le iba a costar ganar la Liga en el inicio de año. Primero, con la derrota del 7 de enero en La Cerámica y una semana después perdiendo la final de la Supercopa de España contra el Barcelona. Contra el Villarreal no funcionó el sistema defensivo en un bloque que salió con Militao, Rüdiger, Alaba, Mendy y Tchouaméni por delante. Contra el Barça en Arabia Saudí, el repaso de Xavi fue descomunal. En estos dos partidos se demostró que a los jugadores les faltaba motivación y las consecuencias eran un bloque frágil en defensa y con menos contundencia ofensiva por la incomparecencia de Benzema. El Barcelona era un equipo extramotivado por un entrenador que no permitió que sus jugadores bajaran los brazos y que no paraba de decir que "tenemos que madurar a base de castañazos".

El Real Madrid se dejó ir en la Liga y se centró en la Copa del Rey y la Champions. A finales de enero, otro empate en el Bernabéu contra la Real Sociedad confirmó que Ancelotti no era capaz de que los jugadores tuvieran más determinación en la Liga. Las cabezas estaban en el Mundial de Clubes y a Marruecos se fue el Madrid con una derrota en Mallorca. La Liga, a principios de febrero, se daba por perdida en el vestuario. Se pensó más en cómo afrontar la eliminatoria contra el Liverpool y el Real Madrid se dejó ir sin que Ancelotti encontrara soluciones a la relajación.

Es el propio entrenador del Real Madrid el que asume que les ha costado estar motivados al cien por cien en la Liga y donde el año pasado había un equipo compacto y hambriento, en este campeonato se ha pecado de pereza, descuidos e indolencia. El italiano también se ha despistado con la oferta para ser seleccionador de Brasil. La lección que aprende Ancelotti de Xavi es cómo tiene que renovar su discurso, más motivacional y exigente para comprometer al equipo en el pulso competitivo con regularidad.

Carlo Ancelotti reconoce que no han estado al nivel en la Liga y que al equipo le ha faltado la regularidad y la consistencia de la temporada pasada. Son las dos claves de un entrenador que no ha sabido motivar a los jugadores en diferentes momentos de una temporada atípica, marcada por el parón del Mundial, con un calendario exigente, del que se ha quejado el técnico italiano en reiteradas ocasiones y también Florentino Pérez. Al Real Madrid le ha faltado mucha motivación para competir en el campeonato español. El Barcelona no le ha ganado en espectáculo futbolístico, pero sí le ha dado un repaso en ganas.

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