El ninguneo del Real Madrid a sus equipos femeninos retrata el nulo interés de Florentino
Las de Toril jugaron la víspera de la final de Copa en Sevilla, pero nadie de la directiva de Pérez se acercó a verlas, y el sábado el B recibió al Atlético sin representación institucional
Minutos antes de que Real Madrid y Manchester City saltaran al, por quinta vez, renovado césped del Estadio Santiago Bernabéu, sorprendió ver a Florentino Pérez en el túnel de vestuarios haciéndose fotos con los recogepelotas y animando a sus jugadores como si fuera su entrenador. Sabida es la importancia que la Champions tiene para el presidente de la Superliga, pero no es habitual que se deje ver en esas tesituras. Lo hizo en noviembre del año pasado, con ocasión de la visita del FC Barcelona femenino al Estadio Alfredo di Stéfano, cuando también se le vio saludando a todas las jugadoras, aunque el 0-4 debió de quitarle las ganas de volver a verlas...
La víspera de la final de Copa que el Real Madrid disputó el pasado sábado en La Cartuja contra Osasuna, el equipo femenino del club que preside Florentino Pérez se enfrentó al Sevilla FC. Lo hizo a las 20:00 horas en el Estadio Jesús Navas, en un partido en el que el conjunto que dirige Alberto Toril dio un paso definitivo en su lucha por acabar segundo la Finetwork Liga F, ya que, a su victoria por 0-2 se unió el empate del Levante UD en el derbi ante el Valencia, lo que aumentó la ventaja de las madridistas a ocho puntos y les permitió asegurarse su objetivo a falta de dos jornadas, la próxima precisamente con un enfrentamiento contra las granotas.
Pues bien, a pesar de coincidir en la misma ciudad, entre los 656 espectadores que se dieron cita en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios, apenas hubo un centenar de aficionados del Real Madrid, lo que demuestra lo poco que se promocionan los partidos del equipo femenino, pues sobra decir la cantidad de madridistas que había en la capital hispalense. Aunque lo que se antoja aún más grave es que ninguno de los 17 miembros (16 hombres y una sola mujer) que forman la junta directiva de Florentino, incluido el propio presidente, se acercaron a ver a su primer equipo femenino.
Claro que aquí no queda la cosa, pues el sábado el segundo equipo femenino del Real Madrid jugó un trascendental encuentro por ascender a la Primera RFEF. Lo hizo en el campo 6 de la Ciudad Deportiva de Valdebebas contra el Atlético de Madrid, al que de haber derrotado podía haber dado caza. Sin embargo, la derrota por 0-1 permitió a las rojiblancas empatar a puntos con el CE Europa en la cabeza de la clasificación y distanciarse a 6 de las blancas a falta de dos jornadas. En este caso, además de ningún directivo, no estaban ni la directora deportiva, Ana Rossell, ni la responsable de la sección, Begoña Sanz, adjunta al director general, José Ángel Sánchez.
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— Atleti Academia (@AtletiAcademia) May 6, 2023
El Atlético sí tuvo representación institucional, concretamente en las figuras de Lola Romero y María Vargas, directora de sección y directora deportiva, respectivamente, y, según denuncian algunos socios, el derbi entre los dos equipos B no se ofreció en directo por Real Madrid Televisión, sino que se grabó y la consigna fue que solo se daría en diferido si ganaba el conjunto blanco que, como ya hemos comentado, no sucedió. Además, otros se quejan de que el acceso a Valdebebas fue restringido, por lo que algunos socios se quedaron fuera, mientras no está de más recordar que el femenino es el único equipo por el que hay que pagar aun siendo socio.
Sueldos de 16.000 euros y cláusulas de 25 millones
Quienes también protestan de que en el Real Madrid se ningunee a sus equipos femeninos son los propios familiares de las futbolistas, quienes tampoco entienden que todas las jugadoras del B cobren 16.000 euros cuando cumplen 16 años, que es cuando pueden incorporarse al mercado laboral, pero con una cláusula de rescisión de 25 millones. Es decir, menores de edad con contratos abusivos y el único objetivo de que no se puedan marchar, salvo, claro está, que acaben contrato o el club se lo permita, ya sea porque no cuentan con ellas o por circunstancias especiales.
Ahí está el caso de Ariana Arias Jiménez, más conocida como Ari, del cual informamos en este diario. La delantera denunció haber sufrido maltrato laboral y psicológico y en el club no le dieron razón, aunque acabó saliendo libre para fichar por el FC Barcelona, con cuyo segundo equipo no solo ha sido campeona de la Primera RFEF, sino que también encabeza la clasificación de máximas goleadoras. O el de Dana Benítez, quien precisamente el sábado jugó con el Atlético de Madrid B, tras marcharse del Real Madrid por discrepancias con la mencionada Ana Rossell.
Sobran ejemplos para demostrar el ninguneo del Real Madrid a sus equipos femeninos, cuya explicación se encuentra en su plenipotenciario presidente, quien nunca estuvo convencido de dar el paso por mucha presión social que hubiera, pero aun así dio luz verde a fusionar por absorción el CD Tacón. Lo hizo en connivencia con la Federación Española de Fútbol (RFEF), pues a Rubiales le interesaba sumar un aliado contra la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) que puso en marcha Javier Tebas. Además, sabido es que Florentino solo entiende el fútbol como un negocio, y sabía de antemano que el fútbol femenino no lo iba a ser, al menos, en las cifras a las que él está acostumbrado.
De hecho, según un reciente estudio del Consejo Superior de Deportes (CSD), la temporada 2021-22, es decir, justo la última antes de pasar a ser profesional, los equipos de la máxima categoría del fútbol femenino español perdieron 19,99 millones de euros, de los que el 39,7% los coparon tres clubes. El CSD no los detalla, pero los datos disponibles en la plataforma de 2Playbook Intelligence muestran que estos son precisamente el Real Madrid, con 3,32 millones, el Atlético de Madrid (2,6) y el FC Barcelona (1,72). Aunque haya quien crea que estas cuentas pueden estar falseadas, son la coartada perfecta para quienes siguen pensando aquello de que el fútbol femenino ni es fútbol ni es femenino.
Se dice que la autocensura consiste en reprimir opiniones o silenciar informaciones por temor a las consecuencias que una u otra puedan traer y esta es la única explicación que muchos madridistas, ya sean socios o simples aficionados, lo mismo empleados que, como en este caso, familiares de jugadoras, encuentran al hecho de que los medios que habitualmente informan sobre la actualidad de su club nunca les den voz. Si a ello se le suma el hecho de que hablamos del fútbol jugado por mujeres, la sordina es aún mayor. Precisamente por el ruido que podría hacer un asunto que el actual Gobierno solo ha utilizado como un mero postureo. Lo mismo que la nueva patronal y los diferentes sindicatos parecen estar haciendo en las negociaciones del nuevo convenio colectivo, de las que acaba la temporada y no hay noticias.
Minutos antes de que Real Madrid y Manchester City saltaran al, por quinta vez, renovado césped del Estadio Santiago Bernabéu, sorprendió ver a Florentino Pérez en el túnel de vestuarios haciéndose fotos con los recogepelotas y animando a sus jugadores como si fuera su entrenador. Sabida es la importancia que la Champions tiene para el presidente de la Superliga, pero no es habitual que se deje ver en esas tesituras. Lo hizo en noviembre del año pasado, con ocasión de la visita del FC Barcelona femenino al Estadio Alfredo di Stéfano, cuando también se le vio saludando a todas las jugadoras, aunque el 0-4 debió de quitarle las ganas de volver a verlas...
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