¿Miradas lascivas de un entrenador? ¿Intención de un padre? Examen trampa a los agentes FIFA

El pasado 9 de enero entraron en vigor los nuevos artículos del reglamento de la FIFA sobre los agentes de fútbol que guardan relación con el procedimiento a seguir por estos para obtener la licencia. Tal y como informamos en este diario, se trata de una normativa a partir de la cual la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) deberá realizar su propia regulación, toda vez que algunos artículos no tienen cabida en el ordenamiento jurídico español.

El cambio más importante introducido por la FIFA es que para ejercer como agente a nivel internacional se debe obtener una licencia personal, intransferible y concedida por un período de tiempo indefinido, para lo cual es necesario cumplir una serie de requisitos, abonar una cuota anual por importe de aproximadamente 554 euros y aprobar un examen global tipo test. El primero se celebró el pasado 19 de abril, mientras que el segundo está previsto para el 20 de septiembre.

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Kike Marín

Tal y como anunció la propia RFEF, "260 personas se presentan en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas al primer examen obligatorio para ser agente FIFA. El nuevo reglamento vuelve a introducir el sistema obligatorio de esta licencia". Antes de conocer los resultados, que se conocieron este jueves, con tan solo un 52% de aprobados de los 3.800 aspirantes que se presentaron, es decir, 1.962 de los 6.586 que solicitaron hacerlo en un primer momento, llamó la atención la indignación de los examinados, tanto por los fallos de organización, como por la dificultad de la prueba.

De los 6.586 que solicitaron hacer este primer examen, se presentaron 3.800 y de ellos solo aprobó el 52%, 1.962 a nivel mundial

La RFEF obligó a los agentes a estar en la Ciudad del Fútbol dos horas antes del examen, es decir, a las 10:00, de manera que cuando a las 10:30 ya estaban todos dentro del pabellón del fútbol sala, donde se celebró la prueba, aún quedaba hora y media para el comienzo y ya no tenían permitido salir. Por cierto, para acceder, algunos agentes aseguran que nadie les pidió identificarse, sino simplemente dar su nombre, ni tampoco presentar el justificante de haber pagado las tasas del examen. A saber, 423 euros en el caso de los agentes españoles, mientras en Grecia solo fueron 48, en Italia 100 y, por contra, en Ecuador llegaron a cobrarles 1.000 dólares, una cantidad que hay que sumar los 600 dólares anuales que deben pagar a la FIFA por mantener la licencia, quienes la tengan, claro...

La RFEF hizo estar a los agentes dos horas antes en Las Rozas y un fallo en la plataforma 'online' de la FIFA retrasó 45 minutos el inicio

Si al tiempo de espera hasta las 12:00 horas se le suma que un fallo en la plataforma online de la FIFA retrasó 45 minutos el inicio de la prueba, es lógico que los nervios se apoderaran de los presentes, pues no en vano llegaron a acumular una espera de más de dos horas. Por si esto fuera poco, el examen no empezó para todos a la vez, pues algunos tuvieron que esperar cinco minutos para poder hacerlo. Eso sí, acabarlo, lo acabaron a la vez, de ahí que hubiera quienes dispusieran de menos tiempo.

Otro error imputable a la FIFA es que en algunos exámenes una pregunta estaba en francés y otra con el enunciado y las respuestas intercambiadas. Según fuentes consultadas, estas preguntas no se contabilizarán, aunque, de ser así, el porcentaje de respuestas correctas que hace falta para aprobar, 15 de 20, es decir, el 75%, se vería alterado, por lo que habrá que ver qué criterio aplican. Cabe destacar que cada pregunta tenía cuatro respuestas posibles, y las correctas podían ser más de una.

Cuando el contador avisó de que faltaban dos minutos para el final del examen, una encargada dijo que tenían cinco más, pero a los dos se cerró

Uno de los fallos que más enfadó a los agentes, en este caso atribuible a la RFEF, es que cuando el contador avisó de que faltaban dos minutos para el final del examen, una encargada les dijo que no se preocuparan y no hicieran caso, porque iban a tener cinco minutos más. Sin embargo, a los dos minutos la plataforma se cerró, de manera que algunos agentes no pudieron contentar o revisar algunas preguntas y, lo que es peor, enviar el examen. Según la FIFA, en esto último no hay ningún problema, pues el documento se iba guardando automáticamente, aunque quién sabe si a alguno no le guardó los últimos cambios...

No todos los exámenes fueron iguales

En cuanto al contenido, según explicó FIFA, el 40% de las preguntas serían del nuevo reglamento sobre agentes de fútbol, el 30% del reglamento sobre el estatuto y la transferencia de jugadores y el otro 30% sobre los estatutos de la FIFA, el código de ética de la FIFA, el código disciplinario de la FIFA y el llamado FIFA Guardians, una herramienta de salvaguardia de la infancia. Sin embargo, según siempre la versión de los examinados, esta proporción no se dio.

La FIFA dijo que los exámenes serían iguales para todos y en todo el mundo, pero no fue así, como tampoco la proporcionalidad de los temas

Como quiera que, además, todos los exámenes no fueron iguales, cuando la FIFA había asegurado que las preguntas serían las mismas para todos y en todos los países, es normal el enfado que ha provocado el hecho de que unos cuestionarios podían ser más difíciles que otros. Según la FIFA, con la excusa de que los alumnos no pudieran copiarse, ya que la prueba se realizó de forma escalonada según los diferentes husos horarios, se creó un pool con 200 preguntas, de las que aleatoriamente se utilizaron 20 en cada examen, aunque evidentemente unas eran más sencillas que otras y, por lo tanto, hubo quienes, al menos teóricamente, tuvieron un examen más sencillo o complicado, según se mire.

Con la excusa de que los alumnos no pudieran copiarse, se creó un 'pool' con 200 preguntas, de las que aleatoriamente se usaron 20 por examen

Además, al menos en el caso de los españoles, lo de copiar, aseguran, fue bastante sencillo, siempre y cuando se copiara bien a quien de verdad supiera las respuestas... Primero, por lo cerca que estaban sentados unos de otros, tal y como puede comprobarse en las imágenes difundidas por la propia RFEF. Y, segundo, porque, según cuentan los presentes, tampoco hubo nadie controlándoles para que no lo hicieran. De hecho, más de uno destacó al finalizar la prueba el permanente murmullo que hubo durante todo el tiempo que duró el examen, algo que no hacía fácil concentrarse.

Copiar no era difícil, ya que todos los agentes estaban pegados y, según cuentan, nadie les controló, de ahí el murmullo que no cesó

Claro que al margen de todo esto, lo que más sorprendió a los examinados fue el contenido de algunas preguntas, pues hubo una en la que se les planteó qué debe hacer un agente en el caso de que un entrenador dirija una mirada lasciva hacia uno de sus jugadores. Como quiera que las respuestas iban desde hablar con el presidente del club o directamente con el entrenador, es evidente que estaban sujetas a la interpretación de cada uno y, evidentemente, según los casos. Esto mismo que ocurrió con otra pregunta en la que se planteaba cuál era la intención de un padre con su hijo, algo imposible de objetivar, incluso en un caso real.

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"La FIFA no quiere que aprobemos". Este fue sin duda uno de los comentarios que más se escuchó en la Ciudad del Fútbol de la RFEF después del examen. La mayoría, por no decir la totalidad, aseguraban que la prueba había sido muy complicada. Normal que, fruto de la impotencia, hubiera quien llegara a decir que "si no nos quieren, tendremos que actuar fuera del sistema". Quién sabe, igual es que en la FIFA opinan como Kant, para quien "la inteligencia de un individuo se mide por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar". Algo que en estos exámenes para ser agente de futbolistas por lo visto se dio a raudales, de ahí que solo aprobara un poco más de la mitad...