Jesús Casas, la voz que defiende a De la Fuente: "Paciencia, sí hay nivel en la Selección"

Los dos primeros partidos de Luis de la Fuente como nuevo seleccionador nos han dejado fríos. La victoria contra Noruega se vio como un paso adelante para salir del colapso. Funcionó el plan B que no tuvo Luis Enrique en el Mundial y celebramos que Joselu se convirtió en crack a los 33 años con un doblete. La derrota contra Escocia significó un golpe de realidad. Ni el plan A ni el B pudieron contra el fútbol "basura" del que habló Rodrigo Hernández. Al futbolista del Manchester City le faltó humildad y autocrítica para analizar los errores propios.

El nivel mostrado por la Selección no da para comprar el discurso optimista de Luis de la Fuente y creer que está para competir con las mejores del mundo. En el balance global del estreno pesa más el pesimismo de una victoria sin la amenaza de Haaland y una dolorosa derrota en Glasgow, incapaces de marcar un gol a los escoceses. El mayor responsable siempre es el entrenador, pero para construir un nuevo proyecto, que sea mejor que el anterior, hace falta buena materia prima. Los clubes pasan por un mal momento y repercute en la Selección. Los análisis catastrofistas se apoyan en un nuevo seleccionador sin experiencia en la alta competición y unos futbolistas de nivel medio.

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No lo ve de esta manera Jesús Casas. Es una voz autorizada para analizar qué se puede esperar de Luis de la Fuente, de la Selección y si hay motivos para preocuparse por el nivel competitivo del futbolista español. Jesús Casas García, nacido en Madrid y gaditano de adopción, es el seleccionador de Irak. Tiene más de veinte años de experiencia como analista en diferentes clubes, entre ellos el Barcelona, y de entrenador. Se le conoce más por su etapa en el cuerpo técnico de la Selección absoluta. Llegó con Luis Enrique, fue segundo técnico con Robert Moreno y con el regreso de Luis Enrique decidió que lo mejor era marcharse. La relación con el técnico asturiano sufrió un deterioro por falta de confianza. Estuvo un total de cuatro años dentro de la Federación.

Desde Bagdad atiende a El Confidencial para charlar de la Selección, hacer un análisis del fútbol español y su experiencia en Irak. Su primer éxito lo ha conseguido el 19 de enero con la consecución de la Copa del Golfo. Hacía 35 años que Irak no ganaba este título, venció a Omán en la final, y a Casas ya se le considera un líder en un país en total reconstrucción.

PREGUNTA. ¿Qué explicación o análisis puede tener el bajón de nivel que sufre el fútbol español?

RESPUESTA. A nivel de clubes es evidente y notorio que estamos perdiendo a los mejores futbolistas en España. Influye en el tema económico. Antes las estrellas venían a jugar en la Liga y ahora no lo hacen. Somos la tercera opción y esto se debe al dinero que hay en otros clubes del extranjero. La Premier League y el Paris Saint-Germain nos han pasado y esto repercute. Inglaterra está a años luz y esto afecta a la Liga. No puede ser, yo que soy bético, que haya una diferencia de 40 millones de euros entre Álex Moreno y Cucurella. Por poner un ejemplo. Por lo que me cuentan va a ir a más. España está pagando las secuelas de la pandemia. Fue un golpe muy duro.

P. ¿Comparte el pesimismo por perder talento futbolístico?

R. Ojalá el fútbol español remonte, pero estamos en una época de vacas flacas. Creo que podemos quedarnos como Portugal. Me refiero a tener que exportar más buenos jugadores que traerlos. Pero, ojo, a nivel de Selección nos puede venir bien. Los Fernando Torres, David Silva, Cesc, Pepe Reina... salieron fuera de España y nos benefició. Nos dio un poso internacional, cogieron experiencia y le vino bien a la Selección. A mí me pasa aquí en Irak. A los jugadores les cuesta competir en la Selección y vendría bien tener futbolistas que den el salto a una Liga europea, aunque no sea top, para coger experiencia. Competiríamos a un nivel más alto.

P. ¿Entiende que la Selección haya decepcionado tras la derrota contra Escocia?

R. Es muy pronto para sacar conclusiones. Es cierto que puede haber decepción, pero ganar no es fácil. Yo sigo confiando en la generación de los Ceballos, Fabián, Asensio, Oyarzabal, Dani Olmo... y los que vienen como Gavi, Pedri, Yeremy Pino. Todos ellos mezclan con Morata, Carvajal, Laporte, Rodri, Nacho, Ínigo Martínez... Hay que tener paciencia. Yo sí veo nivel en la Selección. He estado dentro de la Federación hasta hace muy poco y soy optimista. Hay nivel en todas las posiciones, lo que pasa que en España pasamos muy rápido de la euforia de una victoria a la decepción de una derrota.

P. ¿Pero no tenemos una estrella o un crack para agarrarnos al optimismo?

R. La Selección que ganó el Mundial de Sudáfrica no tenía un Cristiano Ronaldo ni un Messi ni un Mbappé. Hemos tenido futbolistas de un alto nivel, como Villa, Xavi, Xabi, Iniesta, Casillas... Todos muy cerca de ser considerados estrellas, pero ganaron como equipo. Si yo tuviera a Mbappé en la Selección, seguro que no ganaríamos un Mundial. Quiero decir que en España sí hay buenos jugadores para hacer dos o tres listas.

P. ¿Argentina ha ganado un Mundial con Messi? ¿Esto marca la diferencia?

R. Sí, pero no solo porque Messi es una estrella, sino porque ha estado rodeado de muy buenos jugadores. En torneos cortos te ayuda tener un crack, pero no es imprescindible.

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P. ¿Cree que a Luis de la Fuente le perjudica no tener experiencia en la alta competición?

R. Todos los entrenadores lidiamos con alguna tara. Luis tiene un conocimiento exhaustivo de los jugadores que convoca porque todos han pasado por sus manos. Robert Moreno no tenía experiencia para dirigir la absoluta y los resultados fueron buenos. Hizo una gestión sencilla, un buen trato con los jugadores y no hubo follones. Si los resultados acompañan o no, no es por la experiencia. Está claro que siempre se pueden buscar errores.

P. Luis de la Fuente está cambiando el estilo de juego a un modelo más directo. ¿Es lo que necesita la Selección?

R. El estilo va en consonancia con el gusto del entrenador y el perfil de los jugadores. Y en España hay una gran variedad. Si a Luis le gusta jugar con un delantero rematador y crea unos mecanismos para este modelo, lo que hay que hacer es tener paciencia. Con el otro modelo en el Mundial no nos fue bien. Hay diferentes caminos para ganar y no hay una verdad absoluta.

P. Pero De la Fuente hizo una convocatoria revolucionaria con respecto al Mundial. Cambió hasta el portero.

R. Para mí no es una sorpresa que haya apostado por Kepa. Es un portero top. Igual que puede convocar a De Gea o Unai Simón que no ha estado por una lesión. Es verdad que ha cambiado bastante con respecto al Mundial y esto, repito, depende del gusto del entrenador porque hay muchos jugadores buenos donde elegir. Se han quedado fuera Koke, Carlos Soler, Marcos Llorente... Aquí sí estaba de acuerdo con Luis Enrique cuando decía que no hay que hablar de los que no están.

P. ¿Cómo acabó su relación con Luis Enrique y qué le parece el rendimiento que dio España en el Mundial?

R. Acabó y ya está. Es una etapa terminada... que recordaré. Las derrotas contra Japón y Marruecos no es que te sorprendan, pero en este tipo de partidos si tienes cualquier desliz te vas a casa. España era favorita, en teoría superior, contra Marruecos no hubo el acierto de abrir la lata.

P. ¿Qué le llevó a marcharse a Irak para ser el seleccionador?

R. Yo tenía ganas de retomar mi profesión como primer entrenador y la oferta era atractiva. Tenía la experiencia de haber trabajado en la Selección española. Pero hay que ser valiente para irse a Irak. No es fácil tomar esta decisión. Todo cuesta más por estar alejado de la familia y el choque cultural. Hemos tenido la fortuna de ganar la Copa del Golfo y este triunfo nos ha dado más credibilidad.

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P. ¿Cómo es la vida en Irak?

R. Todos los del cuerpo técnico vivimos en un hotel de Bagdad y estamos a la espera de que nos faciliten un apartamento. Es una vida normal. Estamos muy implicados en el trabajo. Salimos a comer y cenar y todo el mundo nos reconoce. La verdad es que pagamos poco en el restaurante porque son muy hospitalarios. Es un país que ha sufrido mucho, que ha tenido demasiados conflictos. El tráfico es una locura, no hay metro ni tren porque están reconstruyendo las infraestructuras. Percibes que se están levantando y las ganas por reconstruirse.

P. ¿Supongo que habrá firmado un buen contrato?

R. Hemos firmado por cuatro años, pero cada año cualquiera de las dos partes puede decidir si lo finaliza. Mi objetivo es clasificar a Irak para el Mundial de 2026. Este es mi horizonte, para lo que trabajo día a día. El salario nos compensa. No son los millones de medio Oriente, pero en la valoración de lo deportivo, familiar y económico te tiene que compensar. La familia está en España y es lo más duro. Han podido venir a visitarnos una semana.

P. ¿Qué destacaría del futbolista iraquí?

R. Tienen talento. Aquí se juega mucho en la calle, con dos piedras que hacen de portería y un balón. Es como en la España de los 70. La suerte que tengo es que tienen carácter y son competitivos. Pero hay que trabajar el aspecto táctico y el físico para inculcarles, poco a poco, los hábitos. Me tengo que apoyar mucho en los vídeos y en un traductor para ir cambiando las cosas.