El error de Odriozola o por qué en el Real Madrid siempre le han visto como un blandito

Álvaro Odriozola ha vuelto a perder una temporada. No quiso marcharse del Real Madrid en verano, cuando Ancelotti le comunicó que iba a tener pocas opciones de jugar y podría estar en una situación de ostracismo. El entrenador italiano le advirtió de la competencia que había en el lateral derecho, donde contaba con Carvajal y Lucas Vázquez. Odriozola se agarró a su deseo de competir, de asumir el reto de poder tener minutos y ponérselo difícil. Los hechos reforzaron las palabras de Ancelotti. Le dejó fuera de la lista de convocados para la final de la Supercopa de Europa, un serio aviso para que asumiera lo que le esperaba esta temporada si quería quedarse.

El error de Odriozola ha sido no admitir que iba a ser uno de los habituales descartes y que tendría pocas oportunidades. Venía de jugar con regularidad en la Fiorentina, de sentir que había mejorado sus condiciones físicas para ser un lateral más completo y quería demostrarlo en el Real Madrid. En Italia, en su segunda cesión, jugó 27 partidos y marcó un gol. Se veía con fuerzas, con la ilusión y la motivación para quedarse y sumar en el Real Madrid. No lo ha conseguido. En el Real Madrid, los diferentes entrenadores, han hablado de él como un lateral blandito.

El reto que se marcó tenía demasiados obstáculos, pero Odriozola no hizo caso al entrenador y tiró para adelante. Ancelotti no contó con él antes del Mundial y después le dio una oportunidad para ser titular en el partido de Copa del Rey contra el Cacereño. Pero le puso en el lateral izquierdo. Otro gesto más del técnico italiano en el que dejó clara su poca confianza en el donostiarra. Si ya lo tenía difícil, la situación se agravó con una lesión muscular que provocó que tuviera que abandonar el partido en el inicio de la segunda parte. Salió Vallejo en su lugar.

Zidane tampoco le quiso

El partido contra el Cacereño, de principios de enero, volvió a abrir el debate de la necesidad de desprenderse del jugador en el mercado de invierno. Otra cesión. Habría sido la tercera. La primera fue al Bayern de Múnich en 2020, a mitad de temporada, y con el equipo alemán solo llegó a jugar cinco partidos. Zidane tampoco contaba con Odriozola. Le consideraba un lateral frágil en defensa, poco contundente y apostó por reubicar a Lucas Vázquez en el costado derecho para rotarlo con Carvajal. La misma opinión tiene Ancelotti. Ve a Odriozola con un perfil más de extremo ofensivo que defensivo. Al italiano le gustan los defensas sólidos y antes que poner a Odriozola ha preferido a Nacho o Militao cuando Carvajal y Lucas Vázquez no han podido jugar por lesión.

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El último partido de Odriozola es contra el Elche, del 15 de febrero, y salió al campo para jugar veinte minutos con el marcador resuelto. En un momento de la temporada en el que la defensa ha tenido bajas por lesión (Alaba, Mendy y Lucas Vázquez) y el rendimiento de Carvajal ha sufrido altibajos, Ancelotti no ha valorado que Odriozola podría ser una opción para darle al equipo un plus de energía y profundidad al juego. Su actitud y comportamiento es profesional, pero su fútbol y carácter no convencen al cuerpo técnico.

Este verano volverá a estar en la lista de los jugadores que forman la operación salida. A Álvaro Odriozola le queda una temporada más de contrato y en julio tendrá, de nuevo, las puertas abiertas. En enero se valoró su regreso a la Real Sociedad, pero no avanzaron las conversaciones por motivos económicos. El Real Madrid pagó 35 millones de euros, en 2018, al club donostiarra por un lateral de 22 años que se sumaba a la política de jóvenes talentos junto a los Asensio, Ceballos, Jesús Vallejo, Theo Hernández y Vinícius. La explosión de Odriozola en la Real le llevó a ser convocado por Julen Lopetegui para el Mundial de Rusia y después coincidieron en el Real Madrid. Desde que Lopetegui fue despedido como técnico blanco, el lateral donostiarra no ha conseguido asentarse en el Real Madrid con la llegada de los siguientes técnicos (Solari, Zidane y Ancelotti).

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Para consolidarse y triunfar como lateral en el Real Madrid es necesario tener un despliegue físico importante para subir y bajar la banda, jugar a una alta intensidad y ser rocoso. Cada uno de los entrenadores que ha tenido han dudado por su vulnerabilidad atrás y por los despistes. Todo esto perjudica a Odriozola, que, además de tener la fuerte competencia de Carvajal y Lucas Vázquez, ha sufrido con las lesiones.