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Locura total en un restaurante de Buenos Aires por la presencia de Leo Messi
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Locura total en un restaurante de Buenos Aires por la presencia de Leo Messi

Los seguidores del astro argentino colapsaron la calle en la que se encontraba el restaurante donde estaba cenando y la policía tuvo que actuar para que pudiera salir de allí

Foto: Cientos de personas cortaron la calle donde cenaba Leo Messi (Twitter/@M30Xtra)
Cientos de personas cortaron la calle donde cenaba Leo Messi (Twitter/@M30Xtra)

El pasado 18 de diciembre, Leo Messi se convertía en un auténtico dios para sus paisanos. El 10 cumplía su sueño de conquistar un mundial, el único gran trofeo que se le resistía en su impresionante palmarés. Y si hasta entonces ya era un ídolo para millones de compatriotas, desde que ayudó a coser la tercera estrella en la camiseta de su selección no puede dar un paso en cualquier calle de su país sin que se prepare un problema de orden público.

Eso es lo que ha sucedido en Buenos Aires, donde el jugador del PSG se encuentra para disputar dos partidos amistosos con su selección. Leo quiso disfrutar de uno de sus restaurantes favoritos y se dirigió al barrio de Palermo junto a unos amigos. Sin embargo, su visita no fue todo lo anónima que le hubiera gustado y el boca a boca hizo que se desatara la locura en el exterior del local.

Messi había elegido el restaurante Don Julio, uno de los mejores del país y conocido dentro y fuera de Argentina por sus asados y carnes premium. Lo que no se esperaba era que, mientras él disfrutaba de su cena, decenas de personas se fueran agolpando a las puertas del establecimiento, lo que provocó la presencia de la policía para evitar males mayores.

La policía tuvo que actuar

Los aficionados entonaron varias veces la canción 'Muchachos', el hit que se convirtió en el himno no oficial de los argentinos durante el mundial. Y cada minuto que pasaba más gente se acercaba hasta el restaurante con su teléfono en la mano para inmortalizar la salida del astro argentino y con la esperanza de poderle ver de cerca y, con suerte, incluso tocarlo.

Finalmente, y después de varios minutos de espera en el interior del local, Messi abandonó el restaurante Don Julio escoltado por varios miembros de la policía que formaron un cordón de seguridad. El futbolista no podía borrar la sonrisa de su cara por las innumerables muestras de cariño que recibió de los aficionados, aunque en algún momento llegó a pasarlo mal y tuvo problemas para llegar al coche que le estaba esperando por la presencia de cientos de personas.

Messi jugará con Argentina dos amistosos en los próximos días, en los que serán los primeros partidos de la Albiceleste después de ganar el Mundial de Qatar. El jueves 23 se enfrentarán a la selección de Panamá en el Monumental, el estadio de River Plate, mientras que el martes 28 viajarán a Santiago del Estero para medirse a Curazao en el estadio Madre de Ciudades.

El pasado 18 de diciembre, Leo Messi se convertía en un auténtico dios para sus paisanos. El 10 cumplía su sueño de conquistar un mundial, el único gran trofeo que se le resistía en su impresionante palmarés. Y si hasta entonces ya era un ídolo para millones de compatriotas, desde que ayudó a coser la tercera estrella en la camiseta de su selección no puede dar un paso en cualquier calle de su país sin que se prepare un problema de orden público.

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