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La huida a ninguna parte de Laporta en el Barça tras el escándalo de Enríquez Negreira
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¿Quién cuadruplicó su sueldo?

La huida a ninguna parte de Laporta en el Barça tras el escándalo de Enríquez Negreira

El presidente del Barça denuncia una conspiración mediática para tratar de ocultar la gravedad de los hechos sin éxito. No hay teoría que justifique el haber pagado al vicepresidente de los árbitros en activo

Foto: Laporta, en una rueda de prensa. (EFE/Alejandro García)
Laporta, en una rueda de prensa. (EFE/Alejandro García)

Joan Laporta saltó al césped del Camp Nou para denunciar una conspiración mediática que, a su juicio, ha iniciado LaLiga contra el Barça. "Algunos ya nos habían avisado de que parecía que Tebas estaba promoviendo una campaña reputacional contra el Barça y contra mi persona. Ya se ha quitado la careta". Al presidente del FC Barcelona, el mismo que cuadruplicó el sueldo de José María Enríquez Negreira en la temporada 2009-2010 (en que el vicepresidente en activo de los árbitros españoles pasó de ingresar 145.758 a 573.398 euros, tal y como publicó El Mundo), solo le faltó decir que su perro se había comido los deberes. No hubo ningún tipo de explicación racional para justificar esos pagos ni argumentos que sostuvieran su postura. Ese estratosférico aumento de sueldo impulsado durante su primera etapa en el Barça es un misterio que todavía no ha sabido desvelar. Habrá que esperar a la investigación externa del club.

En el mayor escándalo que haya vivido el fútbol español en el siglo XXI, la respuesta del estadista azulgrana fue tratar de desviar el foco. Buscar un enemigo externo contra el que cargar. Distraer de lo realmente importante: el club azulgrana ha mantenido una relación comercial con el número dos de los árbitros (y su hijo) desde 2001 a cambio de unos "informes verbales" de los que ni Ernesto Valverde ni el Tata Martino tuvieron constancia en el Barça. Ya es casualidad.

Foto: El presidente azulgrana, en una rueda de prensa. (EFE/Alejandro García)

En una trama que compromete a cuatro presidentes distintos en dos décadas, Laporta achaca la presión que está padeciendo el club azulgrana a "una obsesión y una fobia con el Barça antibarcelonista" por parte de un Javier Tebas que "ya ha demostrado su animadversión al Barça a lo largo de su trayectoria". La huida a ninguna parte del presidente azulgrana pretende hacer creer a la opinión pública que no hay nada extraño en que el Barça tuviera sin contrato, sin informes y sin aparecer en la memoria económica, ni en la lista de proveedores, a Dasnil 95 SL. Es más, ni la Agencia Tributaria ni la Fiscalía han encontrado ninguna evidencia de que esos supuestos servicios de asesoría se prestaran realmente, tal y como informó este periódico.

El victimismo de Laporta no tapa la gravedad de los pagos

El propio Enríquez Negreira afirmó que sus informes entre 2016 y 2018 eran de carácter "verbal" y que el club había requerido sus servicios para "asegurarse de que no se tomaban decisiones en su contra y de que recibía un trato neutral". (¿Antes los árbitros eran partidistas?). Si bien no aportó documentos, ni vídeos, ni comunicaciones que arrojen luz sobre la naturaleza de su vinculación comercial con el Barça. En cambio, según publicó El País, el hijo negó la versión de Enríquez Negreira "asegurando que los informes se entregaban por escrito" y defendió la validez de su trabajo con el Barça, que representaba la práctica totalidad de la facturación de Dasnil 95 SL. Cada semana, según las declaraciones, la empresa entregaba un sobre con los materiales. Por un lado, un informe escrito en el que se analizaba el comportamiento del árbitro en el terreno de juego como una variable más del juego que había que tener en cuenta.

Es decir, cómo reaccionaba el árbitro ante determinadas situaciones de presión o si permitía o no cierto contacto físico antes de mostrar la primera tarjeta. El DVD contenía imágenes editadas de ese mismo árbitro en que se apreciaban su actuación y las decisiones que adoptaba ante jugadas concretas. Ahora el Barça paga, por el mismo servicio, entre 25.000 y 30.000 euros anuales a un exárbitro como Ricardo Segura García. La diferencia de precio es chocante por una simple asesoría y es difícil creer que el precio pagado por el trabajo de Enríquez Negreira se ajusta al mercado.

placeholder Joan Laporta y Manuel Vizcaino, antes del Barça-Cádiz. (EFE/Enric Fontcuberta)
Joan Laporta y Manuel Vizcaino, antes del Barça-Cádiz. (EFE/Enric Fontcuberta)

Barcelona se ha convertido en una ciudad donde no existe la oposición visible al presidente y una gran parte de la afición azulgrana se traga el bulo de la campaña orquestada desde Madrid. Incluso cuesta rastrear algunos periódicos catalanes para dar con información sobre Enríquez Negreira. Da la sensación de que la mayoría de masa social azulgrana no está disgustada con la gravedad del hecho ni con el hecho en sí mismo, sino con que les hayan pillado. El modus operandi de "no tenemos contrato, ¿lo decimos o nos hacemos los locos?" se ha instalado a la perfección.

La bola de nieve iniciada por el Sevilla, seguida por el Espanyol y respaldada por la mayoría de clubes de LaLiga, tal y como publicó la comisión delegada de LaLiga durante la jornada de ayer, ya es imparable. Según ha podido saber este periódico, el sentir entre los diferentes clubes que componen la élite es de cabreo absoluto. La patronal no quiere entrar al trapo para no desviar el foco del problema ni centrar el debate en una supuesta guerra Laporta-Tebas. El asunto es tan grave que no hay precedentes. No se merecen menos el fútbol y el deporte español, que de no llegar al fondo del asunto pondrá en duda la limpieza de la competición.

Joan Laporta saltó al césped del Camp Nou para denunciar una conspiración mediática que, a su juicio, ha iniciado LaLiga contra el Barça. "Algunos ya nos habían avisado de que parecía que Tebas estaba promoviendo una campaña reputacional contra el Barça y contra mi persona. Ya se ha quitado la careta". Al presidente del FC Barcelona, el mismo que cuadruplicó el sueldo de José María Enríquez Negreira en la temporada 2009-2010 (en que el vicepresidente en activo de los árbitros españoles pasó de ingresar 145.758 a 573.398 euros, tal y como publicó El Mundo), solo le faltó decir que su perro se había comido los deberes. No hubo ningún tipo de explicación racional para justificar esos pagos ni argumentos que sostuvieran su postura. Ese estratosférico aumento de sueldo impulsado durante su primera etapa en el Barça es un misterio que todavía no ha sabido desvelar. Habrá que esperar a la investigación externa del club.

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