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A Ancelotti le vendría bien afinar más en la pizarra del Real Madrid y echar menos regañinas
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A Ancelotti le vendría bien afinar más en la pizarra del Real Madrid y echar menos regañinas

Ancelotti sorprendió tras la remontada contra el Atleti en la Copa por decir que es difícil de explicar por qué su equipo juega tan mal en la primera parte y reacciona en la segunda

Foto: Rodrygo celebra el gol al Atlético de Madrid. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Rodrygo celebra el gol al Atlético de Madrid. (EFE/Rodrigo Jiménez)

El Real Madrid tiene el pulso competitivo alterado, lo recupera con sobresaltos y poniéndole mucho compromiso. Se resiste a que le den por muerto. Hay pocas cosas que entusiasmen del equipo de Carlo Ancelotti al margen de jugadas espectaculares como los goles de Benzema en Bilbao y el de Rodrygo al Atlético de Madrid. No practica buen fútbol y así es difícil imaginar que le dé para ganar alguno de los grandes títulos. Necesita verse entre las cuerdas para reaccionar y no tiene partidos redondos, de esos en los que puedas afirmar que es un equipo fiable.

Siguen los problemas defensivos, el bajo rendimiento de los futbolistas de la primera unidad, las soluciones están en los cambios, los que salen desde el banquillo marcan las diferencias, pero la sensación es que el juego ha perdido efectividad y depende de acciones individuales. Un día es determinante Ceballos, otro Benzema, al siguiente Rodrygo y casi siempre Courtois. Pero ¿quién se quiere enfrentar al Real Madrid? El equipo de Ancelotti es el más peligroso del mundo, aun sin estar en su mejor momento y lo que tiene en esta fase de fragilidad y dudas es más carácter que buen fútbol.

placeholder Ancelotti corrige a los jugadores en el derbi copero en el Bernabéu. (EFE/Juanjo Martín)
Ancelotti corrige a los jugadores en el derbi copero en el Bernabéu. (EFE/Juanjo Martín)

"Sufrir no es bueno", comentó Karim Benzema tras el derbi copero en el Bernabéu, en el que la épica y una prórroga marcada por la expulsión de Savic hizo posible la remontada. Ancelotti no esconde su preocupación por otro mal primer tiempo y la reacción en la segunda parte. Se debe, según el italiano, a "un cambio mental más que de estrategia". Donde no llega la pizarra y el buen fútbol, el entrenador lo compensa con rapapolvos en los descansos para conseguir que el equipo no se le caiga. Rendirse es lo último que puede hacer el equipo blanco. Es su esencia. Diríamos que es la marca de la casa, que pertenece a un estilo y filosofía que le hace único. En la mayoría de las ocasiones que se ve en la lona, se convierte en invencible. Pero habría que exigirle a Ancelotti que funcione más la pizarra, una buena táctica, que las regañinas que apelan al espíritu de las remontadas.

Difícil de explicar

No siempre agrada o mola ganar con remontadas, aunque el placer produzca una sensación orgásmica-futbolística muy habitual en las grandes y mágicas citas del Bernabéu. El Real Madrid se clasificó para las semifinales de la Copa del Rey en un partido loco en la segunda parte. En el que sus jugadores, por ese cambio mental al que se refiere su entrenador, se despendolaron y uno de ellos (Rodrygo) tiró de talento individual. El éxtasis son los cuatro regates del brasileño y la definición con el exterior. Hasta el gol del empate, el peligro del Madrid era empujar y rematar poco. Dominar, pero no dar. Ganar y no convencer a todos. Pero ¿quién no se cambiaría por el Real Madrid?

Foto: Jagoba Arrasate da instrucciones en un partido de Osasuna. (Efe/Ana Escobar)

Después de no competir en la final de la Supercopa de España ha sido capaz de eliminar al Villarreal y al Atleti en la Copa del Rey y ganar en San Mamés al Athletic en la Liga. No hay un Real Madrid en ruinas porque tiene más vidas que sus adversarios. Es un equipo que está en la lucha por la Liga, la Champions, la Copa del Rey y va a disputar el Mundial de clubes. ¿Quién no querría estar en su situación? Ancelotti está sacando los partidos adelante, pero no esconde su preocupación: "Para mí es difícil de entender cómo un equipo que juega tan mal en la primera parte juega tan bien en la segunda. Es algo difícil de explicar". Si el entrenador no tiene claro por qué su equipo tira la primera parte contra el Atleti y lo arregla en la segunda, es más difícil de analizar para los que están fuera. Hay, sin duda, un Real Madrid con poca pizarra para controlar los partidos y someter a los rivales.

Hay defectos o problemas que no hace falta que los explique Ancelotti. El Real Madrid no es sólido y esto es lo que más le pone de los nervios al entrenador. Está cansado de repetir que quiere un equipo compacto, intenso, que no conceda tantas ocasiones de gol. Desde la solidez defensiva se pueden ganar los partidos con el talento ofensivo. Pero el equipo es frágil. Un día se equivoca un defensa en una mala entrega que aprovecha el rival para hacer gol, en otros la presión colectiva es deficiente y en muchos es un coladero por los desajustes de las líneas. Como se vio en el gol de Morata, por donde entró solo Nahuel Molina, sin oposición de los que se ocupan de la banda izquierda (Mendy y Vinícius). Estos despistes producen el caos. Penalizan a un equipo en el que ha disminuido la producción de juego. Modric, Kroos y Fede Valverde están imprecisos, sin chispa, con menos claridad y les falta contundencia. El regreso del mejor Benzema es lento y Vinícius, incansable, atiende a más frentes que le sacan del foco del partido. Sí, hay explicaciones a la irregularidad, pero el Real Madrid, como dice Ancelotti, no está muerto. Pero no es por su trabajo táctico.

Foto: Nacho grita durante un partido del Real Madrid. (Efe/Sergio Pérez)

Las victorias dan confianza, ayudan a ganar tiempo para encontrar soluciones y perfeccionar el rendimiento colectivo. Hay mucho margen para la mejora. Para sufrir menos y perfeccionar la estrategia. Tampoco hay mucho tiempo con el apretado calendario y la exigencia es continua. El Real Madrid encuentra la solución al mal juego con la reacción de la segunda unidad, que siempre es el mejor recurso para salir de las dificultades cuando falla el patrón de juego. Nacho, Camavinga y Ceballos están aprovechando sus oportunidades en un Real Madrid que sigue dando miedo a los rivales y los tiene pendientes de que llegue la confirmación de su desplome.

El Real Madrid tiene el pulso competitivo alterado, lo recupera con sobresaltos y poniéndole mucho compromiso. Se resiste a que le den por muerto. Hay pocas cosas que entusiasmen del equipo de Carlo Ancelotti al margen de jugadas espectaculares como los goles de Benzema en Bilbao y el de Rodrygo al Atlético de Madrid. No practica buen fútbol y así es difícil imaginar que le dé para ganar alguno de los grandes títulos. Necesita verse entre las cuerdas para reaccionar y no tiene partidos redondos, de esos en los que puedas afirmar que es un equipo fiable.

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