El enésimo problema de Xavi que trae al Barça por la calle de la amargura (y de la enfermería)

Solo queda una semana de competición hasta que el fútbol se detenga de manera momentánea por la disputa del Mundial de Qatar. Este extraño campeonato, ubicado en mitad de la temporada, se ha convertido en una tortura para muchos equipos y jugadores, aunque no así para aficionados que desean con ansia que llegue el esperado torneo. Y no son los únicos con ganas de que sobrevenga la competición: visto lo visto, Xavi Hernández, debe de no ver el momento del inicio de la cita catarí.

Y es que los primeros meses de la campaña 2022-23 no están siendo fáciles para el azulgrana. La prueba más evidente tiene lugar este martes, donde el Barcelona disputa partido de Champions, pero sin nada en juego, una vez eliminado de la competición y a sabiendas de que, pase lo que pase ante Victoria Plzen, está clasificado para la Europa League. Los planes no están saliendo como esperaba Xavi y un parón a mitad de temporada le puede servir para resetear y enfocar mejor el tiro.

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Rubén Rodríguez

El Barcelona se las prometía muy felices este curso, donde la aparición de las palancas le ofrecieron un salvavidas para sanear económicamente al equipo -al menos, a corto plazo- y realizar ocho fichajes con los que reforzar la plantilla y conseguir un equipo competitivo. Lo que nadie esperaba es que, por segundo año consecutivo, el Barça se iba a quedar fuera de la Champions a las primeras de cambio rozando el ridículo, por lo que la Liga se ha convertido en su última tabla de salvación.

Pero la eliminación de la Champions no es el único problema que está afrontando Xavi, sino que acumula varios y de muy diverso calado. En Europa, los resultados no han llegado, algo que sí está consiguiendo en el campeonato doméstico. Pero no es menos cierto que en la Liga no está ofreciendo lo que se espera de este equipo. O, al menos, lo que Xavi lleva vendiendo varios meses sobre el tipo de equipo que quiere, donde no solo vale ganar, sino que hay que hacerlo con un estilo muy marcado.

Además de los problemas con el estilo, con la falta de fluidez de juego y con la facilidad con la que le llegan a portería, a pesar del gran momento de forma de Ter Stegen, la principal situación compleja a la que se está enfrentando Xavi está relacionada con los problemas en defensa. Y es que, en lo que va de temporada, ya suma más de diez lesiones entre todos los jugadores de la zaga y, precisamente a una semana de que acabe el campeonato, el técnico culé vuelve a quedarse bajo mínimos.

De aquí hasta el parón, el Barcelona se medirá en un partido intrascendente al Victoria Plzen, además de Almería y Osasuna en Liga, donde intentará no fallar en busca de recuperar el liderato. Pero Xavi sabe que afronta estos partidos con hasta cinco bajas en defensa: Koundé y Eric García cayeron lesionados ante el Valencia, por lo que se suman a las bajas de Ronald Araújo, Andreas Christensen y Sergi Roberto, con Héctor Bellerín recién recuperado de un problema físico.

El problema para Xavi es que la plaga de lesiones le deja con solo cuatro jugadores en defensa, a los que tiene que cambiar de posición para armar una zaga de nivel. Así, Xavi tendrá que formar defensa de cuatro con Gerard Piqué y Marcos Alonso en los laterales, además de Alejandro Balde y Bellerín en las bandas. Esto le permite tener a Jordi Alba en el banquillo para, en caso de un nuevo problema físico, al menos tener un recambio en esta posición.

Pero esto es un nuevo problema para Xavi, pues no solo cuenta con numerosas bajas, sino que deberá de 'tirar' de Piqué y Alba, jugadores que se habían convertido en carne de banquillo y que, ahora, deberán de salvar la papeleta para los culés. Por eso, el técnico lo tiene claro: quedan tres partidos para cerrar la fase inicial de la temporada y hay que acabarlos de la mejor manera posible. Tras el Mundial, los lesionados volverán... y Xavi tendrá tiempo para buscar soluciones a su juego.