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La gran rabieta de Mbappé: en el PSG no le dan lo que en el Real Madrid tenía asegurado
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el francés aumenta la tensión

La gran rabieta de Mbappé: en el PSG no le dan lo que en el Real Madrid tenía asegurado

El calentón de Mbappé pasa de sufrir un desengaño por la planificación que hizo el Paris Saint-Germain en el verano a manifestar públicamente que no quiere jugar de delantero

Foto: Mbappé, con gesto serio en un partido del PSG. (Reuters/Christian Hartmann)
Mbappé, con gesto serio en un partido del PSG. (Reuters/Christian Hartmann)

En París elevan a categoría de amenaza lo que empieza a ser algo más que una rabieta. Mbappé está dispuesto a pedir al Paris Saint-Germain su salida en el mes de enero por no cumplir con las promesas deportivas. La información de 'RMC Sport' y 'Le Parisien' coincide en que la estrella francesa está molesto con el club por no haber fichado a un delantero, algo que le obliga a ocupar un rol en el que no se siente cómodo. Galtier, el entrenador, lo utiliza como punta y Mbappé se ha quejado dos veces. La primera vez fue tras un partido con su Selección, para decir ante los medios de comunicación que con Francia tiene más libertad en el campo. La segunda ha sido tras el último partido del PSG contra el Stade de Reims con la publicación de un mensaje en sus redes sociales que después borró.

Está bastante claro que Mbappé no está jugando en la posición que a él más le gusta. De ahí a tomar la decisión de marcharse en el mes de enero y que el PSG lo aceptara hay un mundo. En el club parisino lo ven más como un calentón. No ocultan que Mbappé está incómodo con el rol de delantero. Es, sin ninguna duda, el berrinche del futbolista que no tiene en el Paris Saint-Germain lo que sí podía haber encontrado en el Real Madrid. El plan soñado por Florentino Pérez apuntaba a una delantera formada por Vinícius, Mbappé y Benzema. El francés habría jugado con la libertad de movimientos que reclamaba, con Benzema como delantero. Esto es lo que se ha perdido por no haber venido al Madrid. Si está arrepentido, se sabrá más adelante. De momento, lo que consigue es mostrar su desencanto con la planificación que se ha hecho de la plantilla y hacer público que a él no le gusta ser delantero centro.

placeholder Mbappé, junto a Messi y Neymar en un partido del PSG. (EFE/Luis Díaz)
Mbappé, junto a Messi y Neymar en un partido del PSG. (EFE/Luis Díaz)

El clan Mbappé consiguió negociar un contrato de oro, pero las promesas deportivas han sido incumplidas. El futbolista mejor pagado del mundo (251 millones de euros de salario en tres años y una prima de renovación de 125 millones de euros) creyó poder influir en las decisiones para confeccionar una plantilla más competitiva y que se ajustara a sus deseos. Su principal decepción, que repercute en que tenga que jugar como punta, es no haber contratado un delantero de referencia mundial. En los planes del PSG estaban Lewandowski y Haaland. Tuvo la opción de Cristiano Ronaldo. No se hizo con ninguno y por aquí empieza el enfado de Mbappé.

Falsas promesas

Antero Henrique y Luis Campos, los responsables de la parcela deportiva, son los profesionales que iban a cumplir los deseos de Mbappé. El jeque de Qatar, Tamim Bin Hamad Al-Thani; el presidente Nasser Al-Khelaifi y la presión-chantaje del presidente de la República, Emmanuel Macron, hicieron lo más difícil. Conseguir la renovación y quitarle de la cabeza sus intenciones de marcharse al Real Madrid con dinero y promesas deportivas. En el plan para convencer a Mbappé se le habló de una revolución en la plantilla y una reestructuración. Salieron Mauricio Pochettino, el entrenador, y Leonardo, el director deportivo. El regreso de Antero Henrique al PSG, el director deportivo que le fichó en 2017 y le convenció para que desechara el Real Madrid por no tener garantizada la titularidad con Cristiano Ronaldo, Bale y Benzema, era clave en la estrategia de persuasión para la renovación.

Foto: Benzema, en el calentamiento antes de empezar un partido. (Reuters/Isabel Infantes)

El verano no ha sido el que esperaba Mbappé en lo que a los fichajes y a las salidas se refiere. En ese primer plan estaban también los nombres de Tchouaméni y Ousmane Dembélé. Tampoco se consiguieron. El club fracasó, principalmente, en reforzar la plantilla con un delantero de nivel y un central. El objetivo para la defensa era el eslovaco del Inter de Milán Milan Skriniar. Otra de las grandes decisiones estaba en plantearse la salida de Neymar. Nada de esto sucedió. El primer conflicto de la temporada fue una disputa entre Mbappé y Neymar por el lanzamiento de un penalti y la tensión crece con la posición del francés como delantero del equipo. Messi y Neymar sí juegan con más espacios y libertad de movimientos.

Mbappé está decepcionado, pero no puede hacer más que quejarse y poner malas caras en el campo. Es otro caso de futbolista que está encerrado en la jaula de oro que es el Paris Saint-Germain. Tiene voz, habla, pide, exige, pero no le hacen el caso que pretendía. Si no han llegado al club los refuerzos que esperaba no es solo por un mal trabajo de los responsables de la parcela deportiva. El club, el jeque y el presidente, una vez conseguida la renovación millonaria, no iban a hacer grandes desembolsos en contrataciones.

Esto tiene más de rabieta que de amenaza. La actitud de Mbappé le perjudica porque su estatus ha crecido y en Francia no comparten que un futbolista millonario proteste. Le pasa factura y es impopular. No es un jugador cualquiera. El salto económico que ha dado es estratosférico y, según 'Forbes', ya es el futbolista que más ingresos ha tenido en 2022 con 131 millones de euros (entre salario y publicidad) por delante de Messi (123 millones de euros), Cristiano Ronaldo (102) y Neymar (89).

En París elevan a categoría de amenaza lo que empieza a ser algo más que una rabieta. Mbappé está dispuesto a pedir al Paris Saint-Germain su salida en el mes de enero por no cumplir con las promesas deportivas. La información de 'RMC Sport' y 'Le Parisien' coincide en que la estrella francesa está molesto con el club por no haber fichado a un delantero, algo que le obliga a ocupar un rol en el que no se siente cómodo. Galtier, el entrenador, lo utiliza como punta y Mbappé se ha quejado dos veces. La primera vez fue tras un partido con su Selección, para decir ante los medios de comunicación que con Francia tiene más libertad en el campo. La segunda ha sido tras el último partido del PSG contra el Stade de Reims con la publicación de un mensaje en sus redes sociales que después borró.

Kylian Mbappé
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