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Manotazo al Atleti: el VAR y la poca contundencia hacen trizas el plan del Cholo (2-0)
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El Bayer Leverkusen, más eficaz

Manotazo al Atleti: el VAR y la poca contundencia hacen trizas el plan del Cholo (2-0)

Dura derrota del Atleti contra el Bayer Leverkusen en un partido en el que fue perjudicado por un penalti que no pitó el VAR y la falta de pegada de los delanteros rojiblancos

Foto: Marcos Llorente protesta en una acción del partido. (EFE/Sascha Steinbach)
Marcos Llorente protesta en una acción del partido. (EFE/Sascha Steinbach)

El Atlético de Madrid se descompuso en los últimos minutos del partido. Empezó como un equipo sólido y acabó con demasiadas grietas en defensa. Le faltó contundencia atrás y arriba, pero también se puede sentir perjudicado. Es una derrota dura contra un Bayer Leverkusen más eficaz. La consistencia es la asignatura pendiente en los planes de Simeone. El entrenador corrige y corrige y no dio con la tecla para armar un equipo más equilibrado en defensa y ataque. Pagó los errores defensivos con dos goles en tres minutos, la falta de pegada (Griezmann volvió a salir pasado el minuto 60) y un mal arbitraje.

La jugada de la polémica se produjo en el minuto 21. Un balón centrado por Nahuel Molina desde la banda derecha al área pequeña golpeó en el brazo, despegado, de Tapsoba. Junto al central del Bayer Leverkusen estaba Mario Hermoso para el remate. Los jugadores del Atleti reaccionaron rápido pidiendo el penalti. El árbitro, el inglés Michael Oliver, no vio nada punible. Esperó a la revisión del VAR y la decisión fue no ir a verlo al monitor. No pitó el penalti. Protestaron en las filas del equipo rojiblanco. Es una de esas acciones, del brazo que no ocupa un espacio natural, que en España sí se pitan como penalti cuando entra el VAR. Aquí no hay dudas, en la Champions tienen otro criterio.

placeholder Diaby marca ante la salida de Grbic.
Diaby marca ante la salida de Grbic.

El Atleti se marchó perjudicado al descanso en una primera parte con escasas ocasiones de gol y demasiado rigor en los planteamientos tácticos de los dos entrenadores. Simeone estructuró el equipo con tres centrales (Witsel, Felipe y Mario Hermoso) y dos laterales (Nahuel Molina y Reinildo) Defensa de cinco para compactar el bloque, para hacerse fuerte en los duelos aéreos. Lo consiguió. No pasó apuros, no tuvo trabajo el portero Grbic. Oblak no llegó a tiempo para jugar.

Las faltas a Joao Félix

Al Atleti le tocó sufrir el partido áspero de los alemanes. El Bayer Leverkusen tenía un claro objetivo. No permitir que Joao Félix estuviera cómodo, hacerle un partido trabado y lo cumplieron a raja tabla. El portugués fue objeto de reiteradas faltas, demasiadas interrupciones y permisividad del árbitro. No fluyó el juego del Atleti por el correoso marcaje a Joao Félix y la falta de eficacia en los metros finales. Los centros de Saúl y Molina no conectaban con Morata. El físico del equipo alemán, las ganas de que no pasara nada, de sacar del partido a los dos puntas del Atleti ensuciaron el juego. Un solo disparo, lejano y con el empeine de Joao Félix, es todo el balance del equipo de Simeone en la primera parte.

Simeone metió a Rodrigo de Paul por Saúl para empezar la segunda parte. La sensación es que el Atleti tenía que meterle más agresividad y atrevimiento al partido. El Bayer Leverkusen encontró una fisura en bloque rojiblanco. Un error de Felipe generó el ataque directo de Shick. Grbic salió a tapar y el disparo del delantero se fue al larguero. El rechace cayó en Hrozek y envió el remate al poste. Doble ocasión para el Bayer Leverkusen. Un susto enorme para un Atleti que salió con menos tensión.

El partido entró en una fase de ida y vuelta, de más riesgos y espacios. Los aprovechó Marcos Llorente, rompiendo en velocidad y dando profundidad. Su centro seguía sin encontrar un rematador. No había claridad en los metros finales de los ataques del Atleti. Otro centro de Joao Félix era inofensivo. El encuentro estaba para el que diera primero, para el que encontrara la puntería. Las líneas del Atleti replegaron, el bloque se echó atrás y se protegió. Era un Bayer Leverkusen más amenazante y decidido a desequilibrar el partido.

Llegó el momento Griezmann. Simeone metió en el campo al francés y a Carrasco en el minuto 62 por Nahuel Molina y Reinildo. El Atleti necesitaba salir de la cueva e intimidar. Dos cambios muy ofensivos que dieron impulso, frescura y claridad a los ataques. El contrato del que se siente rehén el club rojiblanco y Griezmann hace que los partidos del Atleti tengan que empezar de nuevo con la salida del francés. Mejoró el Atleti. Encerró al equipo alemán. Fluyó el juego arriba y la peligrosidad. Un disparo de Rodrigo de Paul puso en aprietos al portero. El Atleti asumió riesgos, fue a por el partido, y se llevó dos sustos. Un mal despeje de Hermoso provocó que Shick tuviera una clara ocasión de peligro. En la acción siguiente, tras un córner, un remate del equipo alemán acabó con el balón en el poste.

Simeone quería más en un partido ya roto. Metió a Cunha y Correa por Joao Félix y Morata. Agitó el ataque. El argentino y el brasileño fueron protagonistas de otra acción para la polémica. Cunha cayó en el área, en una carga, tras un pase profundo de Correa. El árbitro pitó una falta previa al argentino. Los jugadores del Atleti protestaron la acción. No aprovechó su momento. Sí lo hizo el Bayer Leverkusen, con un disparo ajustado de Andrich al que no llegó Grbic. Quedó tocado y le dio la puntilla Diaby con el segundo gol en una acción de contraataque. Fue un partido duro de jugar en lo físico y duro de arbitrar. Simeone probó con todos los delanteros y el Atleti no encontró la pegada.

El Atlético de Madrid se descompuso en los últimos minutos del partido. Empezó como un equipo sólido y acabó con demasiadas grietas en defensa. Le faltó contundencia atrás y arriba, pero también se puede sentir perjudicado. Es una derrota dura contra un Bayer Leverkusen más eficaz. La consistencia es la asignatura pendiente en los planes de Simeone. El entrenador corrige y corrige y no dio con la tecla para armar un equipo más equilibrado en defensa y ataque. Pagó los errores defensivos con dos goles en tres minutos, la falta de pegada (Griezmann volvió a salir pasado el minuto 60) y un mal arbitraje.

Álvaro Morata Joao Félix
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