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De una jornada para la historia a una pachanga: el triste estreno de la Liga Femenina
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Otra muesca al conflicto

De una jornada para la historia a una pachanga: el triste estreno de la Liga Femenina

La huelga indefinida del colectivo arbitral, con la RFEF como instigador, provoca la suspensión de los partidos inaugurales. La LPFF, harta de la inactividad del CSD en el conflicto

Foto: Aficionados presentes para el partido entre Atlético de Madrid y Real Sociedad. (EFE/Víctor Lerena)
Aficionados presentes para el partido entre Atlético de Madrid y Real Sociedad. (EFE/Víctor Lerena)

Se esperaba un día histórico para el fútbol femenino y acabó siendo un nuevo episodio para el olvido. La primera jornada de la Liga Profesional de Fútbol Femenino (LPFF). A las 12:00, tenía previsto celebrarse los dos partidos inaugurales entre Atlético de Madrid y Real Sociedad y Alhama y el Madrid FF. Los aficionados llegaron a Alcalá de Henares para poder ver el partidazo de la jornada entre dos de los equipos más fuertes de toda la competición. En vez de un encuentro de fútbol, tuvieron que conformarse con el típico cartel de “por motivos ajenos…” y con ver un entrenamiento organizado por la Real Sociedad. Tal y como ha ido adelantando El Confidencial, la situación permanece enquistada y el Consejo Superior de Deportes asegura no tener capacidad para resolverlo.

“La LPFF trasladó hace dos días una importante propuesta a los representantes de la RFEF, por la cual el equipo arbitral pasaría a cuadruplicar sus emolumentos (1.650 euros por partido para la principal y 825 para asistentes)”, aseguró la entidad presidida por Beatriz Álvarez Mesa en su intento de desatascar la situación, que señaló a Luis Rubiales como instigador de la huelga, “el colectivo arbitral está siendo engañado por el presidente de la RFEF y su equipo directivo”. Mientras tanto, el CSD guarda silencio, una vez más, sobre la polémica y se pone de lado, una vez más, para no entrometerse en los asuntos de la Federación. En la liga femenina existe hartazgo por la falta de movimiento de José Manuel Franco, ya que su inactividad beneficia a la parte de Rubiales.

La huelga indefinida de árbitras amenazaba el partido, pero desde la LPFF se instó a los clubes a continuar con el protocolo. Si el colectivo arbitral no hacía acto de presencia, se tomarían las medidas legales oportunas: no iban a ceder en lo que entienden como un chantaje. Lo irrisorio de la polémica es que estas sanciones disciplinarias deberían ser impuestas por la propia RFEF, ente de la que depende el colectivo arbitral.

Foto: Rubiales, con la medalla de campeona del mundo Sub 20.  (EFE/Rodrigo Jiménez) Opinión

El estamento arbitral ha confirmado que este lunes se celebrará una rueda de prensa en la que se informará sobre el estado de las negociaciones entre la RFEF, la LPFF, el CSD y las árbitras y asistentes. Mientras tanto, en un día de que debía ser de celebración y de sacar pecho a nivel internacional, la imagen de la jornada deja un partidillo de entrenamiento, el desconcierto de los aficionados y colas para devolver el dinero de las entradas.

Se esperaba un día histórico para el fútbol femenino y acabó siendo un nuevo episodio para el olvido. La primera jornada de la Liga Profesional de Fútbol Femenino (LPFF). A las 12:00, tenía previsto celebrarse los dos partidos inaugurales entre Atlético de Madrid y Real Sociedad y Alhama y el Madrid FF. Los aficionados llegaron a Alcalá de Henares para poder ver el partidazo de la jornada entre dos de los equipos más fuertes de toda la competición. En vez de un encuentro de fútbol, tuvieron que conformarse con el típico cartel de “por motivos ajenos…” y con ver un entrenamiento organizado por la Real Sociedad. Tal y como ha ido adelantando El Confidencial, la situación permanece enquistada y el Consejo Superior de Deportes asegura no tener capacidad para resolverlo.

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