El Real Madrid llega al final del mercado con la cartera llena y con una hoja de ruta

• Cierre del mercado de fichajes, en directo

El mercado de fichajes del 2022 está siendo de lo más particular. Los clubes, sumidos en una crisis post Covid, pelean hasta el último centavo en todas las operaciones que acometen. Otros, fichan futbolistas sin la certeza de poder inscribirlos para sus competiciones. Es el caso del Real Betis, que con dos jornadas disputadas, tiene pendiente la inscripción de hasta cinco futbolistas para el primer equipo. O el Barça, que se erigió en el auténtico protagonista del verano con las famosas palancas y todavía no ha podido darle minutos a Koundé, flamante fichaje para la zaga azulgrana que no tiene espacio en la masa salarial culé. Así las cosas, el Real Madrid se ha dedicado a hacer todo lo contrario: dar salidas de forma masiva.

Hasta 13 futbolistas se han despedido de Valdebebas este verano, algunos con billete de vuelta. Entre futbolistas del Castilla, los que estaban a caballo con el primer equipo, los que han terminado contrato y las ventas, el Real Madrid ha ingresado casi 100 millones de euros. Las arcas, que ya gozaban de una posición privilegiada respecto al resto por la política de austeridad que adoptó Florentino Pérez en 2020, siguen creciendo y la posibilidad de acudir al mercado en la última semana no está descartada. El traspaso de Casemiro al Manchester United ha inyectado un dinero, en la cuenta bancaria de Chamartín, con el que no se contaba y que pone al Madrid en una posición privilegiada para acometer el fichaje de un mini galáctico.

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El pivote brasileño ha dejado, de momento, 70 millones de euros en el Santiago Bernabéu, que podrían ser complementados por otras 15 en un futuro no muy lejano, siempre y cuando se cumplan las variables de su contrato. Antes que él, Isco, Marcelo y Bale se marcharon gratis tras la conclusión de sus respectivos contratos. Pese a esto, sus contratos sumaban una cantidad cercana a los 60 millones de euros en salarios, que ya no tendrá que pagar el Madrid. Dinero fresco en caja y hueco salarial para inscribir a los nuevos; lo que todos anhelan.

Los canteranos también contribuyen

No es una cifra desdeñable la que han sumado los jóvenes formados en La Fábrica con sus traspasos. El más caro de ellos ha sido Borja Mayoral. De vuelta por España, el delantero de Parla no aceptó ser el suplente de Benzema. Sin opciones de desbancar al futuro Balón de Oro, su salida hacia Getafe es una buena noticia para ambas partes. 10 millones de euros para el Real Madrid y un destino deseado por Mayoral.

Tras él, Mario Gila se sumó a las ventas, aportando seis millones de euros, en una operación con la que el cuadro blanco mantiene el 50% de sus derechos. Miguel Gutiérrez se queda en España y formará en el Girona, a razón de cuatro millones de euros y la mitad de sus derechos. Al igual que Victor Chust, que dejó tan solo un millón. Marvin Park y Antonio Blanco se marchan en calidad de cedidos una temporada.

Fichajes frustrados

En el Real Madrid no todo han sido éxitos, en cuanto a la operación salida. El fichaje de Jovic ha resultado un auténtico pufo para la entidad de Concha Espina, que desembolsó 66 millones de euros en 2019 y ha terminado traspasándolo gratis a la Fiorentina, manteniendo, una vez más, el 50% de sus derechos. El caso de Kubo es distinto. Afronta su cuarta etapa en España con la ilusión de asentarse en la élite con apenas 21 años recién cumplidos. En la capital también mantienen la mitad de la propiedad del nipón, no vaya a ser que termine explotando.

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En cualquier caso, el japonés llegó gratis a Valdebebas y ya ha dejado algo de beneficio para el club. No como Reinier, por el que se pagaron 30 millones de euros a principios de 2020 y todavía no acumula 1.500 minutos en el fútbol profesional. Tiene contrato hasta 2026 y su juventud invitan a la calma en el Paseo de la Castellana. No obstante, de no jugar en Girona, el Madrid acumularía otra cesión improductiva para el desarrollo de sus jóvenes talentos.

A la espera de una llamada

Y en la esquina de este enrevesado puzle se encuentran Álvaro Odriozola y Marco Asensio. Por un lado, el lateral donostiarra, que regresaba de una cesión fructífera en Italia y esperaba encontrar acomodo a la sombra de un Carvajal con luces y sombras durante la última campaña. No obstante, Carletto ya ha dictado sentencia y el polivalente Lucas Vázquez será quien supla al de Leganés cuando se constipe. En Inglaterra resuenan intereses para incorporar a Odriozola, pero nada sólido hasta la fecha.

Asensio, por su parte, sigue sin decidirse. Fue él mismo quien aclaró, a principios de verano, que existía una tercera opción en su situación: quedarse esta temporada y ganarse un puesto en la titularidad. Pero su contrato y las ideas que tiene el técnico italiano en mente dificultan el sueño del mallorquín. No aceptó la renovación a la baja del Madrid y no ha querido marcharse a Italia, donde le pretendían con ganas. Asensio sabe que lejos del campeón de Europa hace frío, puesto que ha vivido los casos de Ramos, Varane y Cristiano Ronaldo, entre otros. Para su pesar, el tiempo sigue corriendo en su contra y cualquier fichaje solo haría que restarle minutos.

El balance económico de este mercado de fichajes es positivo para el Real Madrid: en torno a 20 millones de euros de beneficio en operaciones. Esto, sumado al ahorro de los últimos tiempos, crea una duda fundamentada sobre qué hará Florentino Pérez en los últimos siete días de mercado. Jude Bellingham es el siguiente objetivo del dirigente madridista, pero las relaciones con el Borussia son muy buenas y el entendimiento de cara a la próxima temporada está encarrilado. Florentino se ha caracterizado en los últimos tiempos por tener mano izquierda con sus rivales europeos y no pondrá en peligro la buena sintonía con el club alemán para precipitar un fichaje que tiene muchas posibilidades de hacerse en menos de un año.

Tras la negativa de Mbappé y las llegadas de Rüdiger y Tchouameni, en la planta noble del Santiago Bernabéu se dio por cerrada la operación llegada. Sin embargo, la irrechazable oferta por Casemiro ha planteado un nuevo escenario. La salida de Mayoral ya generaba dudas en la parcela ofensiva, con Mariano como único suplente de Benzema. Hazard no termina de estar al cien por cien y la salida de Bale, junto con el rendimiento intermitente de Asensio, hacen que un fichaje en la delantera pueda ser algo más que un complemento. Los rumores del calciomercato están muy sosegados en torno a la escuadra blanca. No suena prácticamente nadie y la pasividad de las últimas semanas invitan a creer que la plantilla está cerrada. Pero esto es el Madrid, tan impredecible sobre el césped, como en los despachos. Cuidado.