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Cuando deporte y pasión se juntan: la historia más bonita en torno a una camiseta de fútbol
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SENTIMIENTO ALBINEGRO

Cuando deporte y pasión se juntan: la historia más bonita en torno a una camiseta de fútbol

Silvia García compartió, en 2007, un diseño de equipaje que había realizado para el CD Castellón. Varios años después, el club le obsequió con una sorpresa que nunca olvidará

Foto: El CD Castellón, con la camiseta diseñada por Silvia García. (Cedida)
El CD Castellón, con la camiseta diseñada por Silvia García. (Cedida)

Amor incondicional a unos colores. Un sentimiento que la gente del deporte siempre expresa con la misma frase: "Tienes que vivirlo para entenderlo". El exfutbolista italiano Francesco Totti dedicó toda su carrera futbolística a la Roma: 786 partidos y 25 temporadas. Al retirarse, alegó que "habría hecho mucho dinero, pero hubiera arruinado una historia de amor de 25 años".

Con el Club Deportivo Castellón pasa un poco lo mismo. No resulta tarea sencilla explicar la devoción por las rayas blancas y negras, puesto que llevan sin pasearse por los campos de Primera División desde hace 31 años. Pero, por suerte, el fútbol moderno no ha arrasado con todo, todavía quedan pequeñas historias de amor que juntan sentimiento, deporte, pasión y emoción.

Foto: Bob Voulgaris, en la rueda de prensa de presentación como nuevo dueño del CD Castellón. (CD Castellón)

El conjunto albinegro ha presentado sus equipaciones para la temporada venidera y, la segunda, porta un diseño con los colores de la bandera de la ciudad. Más de un aficionado, al ver la equipación, recordó una muy parecida que vistió el mismo club hace apenas cinco temporadas. Pues bien, la diseñadora que hay detrás de dicho equipaje, decidió contar a través de Twitter toda la historia que había detrás de un diseño, que ya es historia del Castellón. El Confidencial ha hablado con Silvia García Broch, la persona que ha decidido compartir, a través de un hilo, todo el relato.

Nos situamos en 2007. Allí, en un foro de seguidores del club de esta historia, llamado 'Pampamorellut', una joven estudiante de comunicación compartió un diseño para las equipaciones del CD Castellón. Su idea cuajó bien y gustó mucho entre los aficionados, pero todo quedó ahí. "Cuando arrancó el foro, yo empezaba a usar Photoshop y empecé a hacer pruebas, a trastear con la aplicación. Decidí compartir ese diseño con la gente y la verdad es que tuvo una gran acogida y se viralizó en redes sociales. Pero todo quedo ahí. Hasta que, en 2014, cuando estaba David Cruz de presidente, se presentó una camiseta con señera que era muy parecida a la de mi diseño. La gente se acordó del diseño que compartí en su día por el foro. Fue curioso", relata Silvia García para este periódico.

2017, una década después. Tras varios bandazos sin rumbo en el club y el peligro de la desaparición en el horizonte, llegó la calma. Capital Albinegro, un grupo de empresarios locales, consigue hacerse con la dirección del club para sanearlo y proyectarlo hacia cotas más altas. La noticia cae de pie en la ciudad. Por fin llegaba alguien que recuperase la ilusión en Castalia. Sin embargo, a la protagonista de esta historia, le llegaba la peor noticia posible. Su padre se encontraba inmerso en tratamientos muy fuertes de quimioterapia a causa de un cáncer muy agresivo. Tenía metástasis y le tuvieron que cambiar varias veces de tratamiento, sin mejora alguna.

En ese momento, con una mezcla de sentimientos tremenda, Xavi Sidro, periodista de 'Radio Castellón', recuperó el diseño de Silvia a través de Twitter para realizar un llamamiento social. Los mensajes llegaron a los ojos de Javier Heredia, Patrono de la Fundación Albinegra, que se puso en contacto con la protagonista para comunicarle que el club iba a cambiar la segunda equipación, que ya estaba en marcha, para hacer una con su propuesta. Días después, la entidad se reunió con ella para que diese el visto bueno. "Contactó conmigo por Twitter. Recuerdo que lo leí y, justo, coincidió con el momento más crítico de nuestra vida porque mi padre ya llevaba bastantes sesiones de quimioterapia, que no estaban funcionando, y se encontraba bastante cansado. No sabía si decírselo en ese momento o esperarme a reunirme con ellos en las oficinas. Al final se lo dije, no podía esperarme porque sabía que le haría mucha ilusión".

placeholder Silvia y Vicente, en Castalia. (Cedida)
Silvia y Vicente, en Castalia. (Cedida)

Y es que el padre de Silvia había conseguido transmitirle su sentimiento albinegro sin necesidad de grandes triunfos por parte de su equipo. Más de 25 años como abonado y muchos años reuniéndose con la gente de siempre para disfrutar de un rito social en torno a un club de fútbol. Un orgullo tremendo para él y para ella. "Yo no he visto al Castellón en Primera División nunca y tengo 30 años. Ser de este equipo es un sentimiento que va en tu personalidad, es mi manera de ser. Quiero al Castellón. No hay ningún argumento deportivo potente para explicarlo. Es una herencia que mi padre me dejó. Es un cariño que él me inculcó desde muy pequeña, algo muy familiar", relata Silvia, emocionada.

La marca que producía el equipaje le añadió unos pequeños retoques para modernizar el diseño, que respetó los colores y la idea del ave en la espalda que tanto había calado en la afición. La ilusión era desbordante y el club obsequió a Silvia con dos pases de temporada. Ella no dudó y puso los datos de su padre, por sorpresa, para mantener esa costumbre familiar de tantos años yendo a Castalia juntos.

"Solo pido que nunca se pierda la esencia de este club, la importancia de Castalia está en la grada"

Pero la vida volvió a golpearles. Pocos días después, Vicente García Salvá, padre de Silvia, tuvo fuertes recaídas y volvió a ingresar en el hospital. Metástasis en el cerebro y el peor pronóstico posible: paliativos. Mientras, el Castellón invitó a la protagonista al palco para el primer partido de la temporada. Ella no quería separarse de su padre, quien le animaba entre risas: "Ve y aprovecha, hija, que igual no te vuelven a invitar". A la vuelta del partido, Vicente ya estaba sedado, aunque sí que pudo ver a través de la televisión a su hija y como la agasajaban en su segunda casa. Fue el último día que estuvo consciente.

Pocos días después, el corazón de Vicente García se detuvo. En el tanatorio, el club de sus vidas reapareció para sorprenderles con un gesto difícil de olvidar. Al correrse la cortina para desvelar el ataúd, apareció un ramo de flores enorme, donde se leía "CD Castellón", y la camiseta que había diseñado Silvia con una cinta albinegra.

Semanas después, el conjunto castellonense debutaba en la competición doméstica y se guardó un minuto de silencio en honor a Vicente. Silvia estaba en Castalia aquel día. Se sintió extraña al no estar junto a su padre y con la salida de los jugadores rompió a llorar. "Ese partido frente al Buñol, en Tercera División, iba a ser el partido más especial de mi vida".

placeholder Silvia, junto a Vicente, en un partido amistoso. (Cedida)
Silvia, junto a Vicente, en un partido amistoso. (Cedida)

Así, años después, el CD Castellón ha cerrado ese círculo que nació de los pensamientos de Silvia García, recuperando la señera de la ciudad, para esta temporada. Las cosas han cambiado mucho por allí. El verano ha sido muy movido debido al cambio, otra vez, de la propiedad. Pero la protagonista tiene muy claro lo que quiere para el equipo de su vida, en el cual militó como jugadora durante muchos años, para orgullo de su padre. "Solo pido que nunca se pierda la esencia de este club. No sé si ahora, deportivamente, las cosas van a ir mejor, pero que por lo menos se respete y se cuide a la gente de siempre. La importancia de Castalia está en la grada, en las historias, en los vecinos que tienes al lado. Esos que, a lo mejor, empieza la temporada y han cambiado de localidad, pero a los dos partidos ya te has hecho íntimo de los nuevos", concluye Silvia García.

Los pequeños detalles son los que marcan la diferencia, como se dice popularmente, y en esta historia no puede ser más cierto. Silvia y Vicente nunca iban a cambiar de equipo; el amor por las franjas blancas y negras era eterno. Sin embargo, gestos como los que se recogen en esta historia, hacen que el sentimiento perdure con la misma intensidad y pueda ser transmitido con autenticidad de generación en generación. El fútbol podrá tener mil y un defectos, pero cuando se vuelca con los aficionados, es capaz de lo mejor.

Amor incondicional a unos colores. Un sentimiento que la gente del deporte siempre expresa con la misma frase: "Tienes que vivirlo para entenderlo". El exfutbolista italiano Francesco Totti dedicó toda su carrera futbolística a la Roma: 786 partidos y 25 temporadas. Al retirarse, alegó que "habría hecho mucho dinero, pero hubiera arruinado una historia de amor de 25 años".

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