Cuando el éxito del Real Madrid en la Champions agrava la crisis en el PSG

El día después de la clasificación del Real Madrid para la final de la Champions, el Paris Saint-Germain realizó un movimiento peligroso. El club que preside Nasser Al-Khelaifi, dirigido desde Qatar, intenta apurar sus opciones en la negociación por Mbappé. La información filtrada en 'Le Parisien', diario de cabecera del club francés, sobre un principio de acuerdo para la renovación de Kylian Mbappé fue rápidamente desmentida por la madre y representante del jugador, Fayza Lamari. Pidió respeto.

Las portadas de los medios de comunicación franceses las acaparaban la remontada del Real Madrid contra el Manchester City, con la imagen de Benzema y titulares de admiración. En las tertulias, los debates, como sucede en más países, se buscan explicaciones a los milagros del Bernabéu. El futuro de Mbappé se relaciona con un club que tiene un proyecto deportivo que está teniendo éxito como equipo. El colectivo por encima de las individualidades. El PSG intentó contrarrestar con una información que mete más presión a Mbappé, después de que haya filtrado las cifras a las que está dispuesto a llegar para convencer a la estrella francesa. Un contrato de dos años con un salario de 50 millones de euros netos por temporada y una prima de fidelidad de 100 millones de euros.

Estas cantidades no se las creen en el Real Madrid. Mantienen la serenidad y estiran los plazos para cerrar el acuerdo con Mbappé. La clasificación para la final de la Champions, que se disputa el 28 de mayor en París, prolonga el culebrón, genera más tensiones y alimenta la incertidumbre. El Real Madrid tiene un acuerdo verbal, nada firmado y confía en que Mbappé no se eche atrás. El anuncio del jugador se podría posponer hasta finales de junio, tras los partidos de su Selección en la Liga de Naciones.

El PSG no es un equipo

El éxito del Real Madrid, llegando a la final tras tres remontadas (PSG, Chelsea y Manchester City), repercute en la crisis, a todos los niveles, que se ha originado en el club parisino. Ha ganado el modelo de equipo, sacrificio y espíritu. Ha fracasado el de las estrellas que buscó con la contratación de Messi, Sergio Ramos, Donnarumma, Achraf y más jugadores, la ansiada Champions. El foco y la crítica en Francia está en que el PSG no consigue hacer un equipo que tenga espíritu y el compromiso demostrado por los jugadores del Real Madrid. Se preguntan, incluso, que cómo es posible que Camavinga, un joven talento francés, haya acabado en el Real Madrid.

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La decepción va en aumento. Después de la eliminación y el varapalo en el Bernabéu se sucedieron los insultos y pitos a estrellas como Neymar. Ni la consecución del campeonato francés ha servido para curar las heridas. El Paris Saint-Germain ganó el título en el Parque de los Príncipes, con un empate contra el Lens, y un sector de los aficionados se fue del estadio. El resto tuvo un festejo frío. Los jugadores tuvieron que celebrar el título en el vestuario sin el calor de los seguidores y Neymar se mostró desafiante. "Es surrealista que parte del público abandone la grada. Se van a cansar de pitarme porque me quedan tres años y pienso cumplirlos", el brasileño se agarra al contrato multimillonario. La afición ha perdido la paciencia con el brasileño. No le ven comprometido. El último partido es el 14 de mayo, ante el Metz, y hay expectación por ver cómo será la reacción de los hinchas en el cierre de la temporada.

El proyecto deportivo está en crisis y en el económico no salen las cuentas, pese a que el club se mueva en otras esferas. La consecuencia es un rechazo social. El orgullo de sus dirigentes les llevó a no aceptar, a finales de agosto del año pasado, la cantidad de 200 millones de euros que ofreció el Real Madrid para cerrar el traspaso de Kylian Mbappé. Ocho meses después, la Dirección Nacional de Control y Gestión (DNCG) del fútbol francés ha dado a conocer las cuentas del PSG y la mayoría de equipos. Las pérdidas del Paris Saint Germain, correspondientes a la temporada pasada, ascienden a 224,3 millones de euros. La venta de Mbappé era una solución a los números rojos que arrastra el club desde la temporada 2019-20, la de la pandemia que obligó a cerrar los estadios y en Francia se suspendió la competición en el mes de marzo. En las dos últimas temporadas, el PSG acumula unas pérdidas de 348,5 millones de euros.

En Francia toman medidas para que el fútbol salga de la crisis y estas afectan al PSG, pese a ser un club que cuenta con el respaldo de Qatar. El organismo de control financiero pide más transparencia. La solución a la deuda de los clubes y su saneamiento es ajustar las fichas de los futbolistas a unos presupuestos equilibrados. El plan es que la masa salarial no supere el 70% de los ingresos a partir de la próxima temporada. En esta, la masa salarial del PSG está por encima del 90%. La Ligue 1 pide más control tras unas pérdidas totales de sus clubes, en la temporada 2020-21, que ascienden a los 645 millones. El PSG, con sus 224,3 millones de euros negativos, está muy por encima del Olympique de Lyon (107 millones), Olympique de Marsella (76 millones) y el Girondins de Burdeos (67 millones).

Bajan los ingresos

El modelo económico del Paris Saint-Germain, según los organismos de control financiero del fútbol francés, supera las normas permitidas. En lo deportivo consiguió llegar a las semifinales de la Champions la temporada pasada. Las comparaciones con el Real Madrid, con el asunto de Mbappé más caliente, son inevitables. La clasificación para la final de la Champions en París es motivo de elogio y tiene un efecto positivo en las cuentas. El Real Madrid lleva ingresados en la competición unos 105 millones de euros, queda el premio de los 4,5 millones si es campeón y poder jugar la Supercopa de Europa, que reporta otros 3,5 millones de euros.

Mientras el Real Madrid ha estado compitiendo en las últimas semanas por llegar a la final de la Champions, en el PSG están más pendientes de cumplir con los acuerdos de sus patrocinadores. A Ruanda envió una expedición de futbolistas, entre los que se encontraba Sergio Ramos. Está preparando una gira por Qatar, para el 15 y 16 de mayo, y coincide con la entrega de premios de la Unión Nacional de Futbolistas Franceses (UNFP). Kylian Mbappé está nominado al mejor jugador del campeonato y la polémica es si el delantero irá a Qatar o estará en la gala de los premios.

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El campeonato francés, el décimo en la historia del Paris Saint-Germain, no es suficiente en un proyecto ambicioso y multimillonario que tiene el objetivo de ilusionar con grandes futbolistas y la consecución de la Champions. El efecto de la desilusión también repercute en la venta de camisetas. El estudio presentado por la empresa Euromericas Sports Marketing sobre el ránking de los diez clubes que más camisetas han vendido en 2021 es un indicador relevante. El PSG ocupa el noveno lugar con 1.180.000. El Real Madrid es el segundo con 3.050.000 camisetas vendidas. El primero es el Bayern de Múnich con 3.250.000 camisetas. El décimo, el Manchester City con 1.087.000 camisetas vendidas.

En Qatar buscan replantear el proyecto y acertar en una nueva planificación en la que todavía no está claro quién va a ser el entrenador. Mauricio Pochettino no ha cumplido el objetivo y se analizan posibles sustitutos. El deseado es Zinedine Zidane, pero el exentrenador del Real Madrid mantiene las distancias. Está pendiente de si llega la oportunidad de ser el seleccionador de Francia tras el Mundial. Los otros nombres que se apuntan son los de Antonio Conte (técnico del Tottenham), Joachin Löw (exseleccionador de Alemania) y Thiago Motta (exjugador del PSG y entrenador del Spezia italiano). Conseguir la renovación de Mbappé es algo que desespera en el Paris Saint-Germain y la van a pelear, con las condiciones que pida el francés, hasta el último día.