Chupinazo del Real Madrid en Pamplona: una victoria de campeón de Liga (1-3)
El Real Madrid acecha el título de Liga con un partido muy serio contra Osasuna en el que marcaron David Alaba, Marco Asensio y Lucas Vázquez. Benzema falló dos penaltis
La Liga tiene dueño. El Real Madrid no desfallece en Pamplona y da otro paso más para encargar el título. La victoria contra Osasuna es un auténtico chupinazo a un campeonato que domina con firmeza y en un campo complicado. Es un triunfo trabajado, en un partido serio, en el que sucedieron muchas cosas interesantes y sorprendentes. Camavinga firmó su mejor actuación en la sala de máquinas, Rodrygo fue una pesadilla, David Alaba marcó un gol y se fue lesionado, Ceballos volvió a ser titular, Marco Asensio hizo el segundo tanto, Benzema falló dos penaltis y Lucas Vázquez cerró el partido con el tercer tanto.
Ganó bien el Real Madrid. Esta vez lo hace con rotaciones, lo que más se le ha reprochado a Ancelotti durante la temporada. Existía la incertidumbre sobre si el equipo de gala, los más utilizados, llegarían desfondados a este tramo de la temporada y en El Sadar, el once sufrió una revolución. Ninguno de los tres centrocampistas titulares estaban en un día clave para ir cerrando el campeonato. Casemiro, por lesión, y Modric por descanso, se quedaron en Madrid. Kroos fue suplente y el líder salió con Camavinga, Fede Valverde y la sorpresa de Ceballos.
Ancelotti buscó darle energía al equipo, refrescarlo y desplegar un juego vertical. Enfrente estaba un Osasuna intenso. El equipo navarro salió al partido amenazando, con la peligrosidad que genera el Chimy Ávila por la derecha y Budimir para rematar lo que caiga por el área. Este inicio de partido del Madrid lo hemos visto en las citas contra el Chelsea en el Bernabéu y el Sevilla en el Sánchez Pizjuán. Sale indeciso y con poco ritmo. Enseguida se le puso el partido cuesta arriba con la tarjeta amarilla a Camavinga. El joven francés ocupó la posición de pivote de Casemiro y la amonestación podía condicionar el rendimiento. Fue de menos a más. Es un jugador fogoso, con ímpetu y mucha personalidad.
Al Madrid le costó sujetar a Osasuna. No estaba cómodo con las llegadas de Moncayola, Brasanac, el Chimy Ávila y la amenaza de Budimir. Era un equipo vulnerable atrás y poco equilibrado. Las primeras acciones de amenaza las llevó Rodrygo, que jugó en el puesto de Vinicius. Otro que entró en la rotación. El que no descansó es Benzema, insustituible para Ancelotti, aunque esté próximo el partido contra el Manchester City. El tridente lo completó Marco Asensio, un jugador que ha perdido protagonismo y necesita aprovechar las oportunidades.
Gol y lesión de Alaba
Osasuna empezó fuerte y el Madrid encontró la manera de adelantarse en una jugada de tiralíneas. Centro de Ceballos al área para Benzema y asistencia para David Alaba. El remate del austríaco lo rechazó el portero Sergio Herrera y el rechace favoreció al central madridista. El Madrid obtuvo premio con poco fútbol. Es la dinámica de los campeones. Duró poco. Al minuto empató Osasuna en un centro lateral de Moncayola que remató Budimir y Militao descuidó el marcaje.
El partido entró, de nuevo, en una fase de indefinición del Real Madrid y Osasuna se pudo adelantar en un remate de Budimir. Gol anulado por fuera de juego. Camavinga fue asentándose, tomó el control del juego y ordenó la estructura del equipo. Engrasó el centro del campo con Valverde y Ceballos y rompió el partido al filo del descanso. Un pase del francés a Ceballos, al espacio, sorprendió a la defensa de Osasuna. El remate de Ceballos lo desvío Sergio Herrera y Marco Asensio llegó al rechace para marcar el segundo gol.
El líder se hacía fuerte en El Sadar, pero recibió un jarro de agua fría. David Alaba se sentó en el césped y pidió el cambio. Sintió un pinchazo muscular y no salió en la segunda parte. Le sustituyó Carvajal. Otra vez para jugar de lateral izquierdo. La preocupación es si el austríaco podrá llegar al duelo con el Manchester City.
El Real Madrid tuvo la ocasión de rematar a Osasuna en el inicio de la segunda parte. El Chimy Ávila cometió un penalti absurdo. Tocó con las manos, desde el suelo, el balón en el recorte de Rodrygo. Lanzó Benzema y desvío Sergio Herrera con la mano derecha tensa en una gran estirada. Los mismos jugadores, diez minutos después, son los protagonistas de otra ocasión pérdida por el líder. Rodrygo era un cuchillo. Encaró en el área y fue trabado por Nacho Vidal. El penalti lo pidió Benzema, no dudó en coger la responsabilidad, no quiso cambiar el lanzamiento y Sergio Herrera le hizo la misma parada. Dos penaltis fallados por Benzema es extraño. Dos grandes paradas del portero de Osasuna.
Ancelotti volvió a refrescar al equipo y metió en el campo a Kroos e Isco por Ceballos y Camavinga. Gran partido del joven centrocampista francés. Cogió el peso del equipo para sacar el balón jugado desde atrás, subió a posiciones de área, repartió juego y acabó las jugadas. Hasta el final, el Real Madrid jugó con seriedad y el alma de un equipo que se siente campeón de Liga. Pudo ser mayor el resultado con las ocasiones desperdiciadas de Nacho y Vinicius. El líder acecha el título. Le faltan cuatro puntos para ser campeón.
La Liga tiene dueño. El Real Madrid no desfallece en Pamplona y da otro paso más para encargar el título. La victoria contra Osasuna es un auténtico chupinazo a un campeonato que domina con firmeza y en un campo complicado. Es un triunfo trabajado, en un partido serio, en el que sucedieron muchas cosas interesantes y sorprendentes. Camavinga firmó su mejor actuación en la sala de máquinas, Rodrygo fue una pesadilla, David Alaba marcó un gol y se fue lesionado, Ceballos volvió a ser titular, Marco Asensio hizo el segundo tanto, Benzema falló dos penaltis y Lucas Vázquez cerró el partido con el tercer tanto.
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