"Una ambición desmedida". Los tropiezos de Robert Moreno tras el pulso a Luis Enrique
El catalán no levanta cabeza desde que abandonó la Selección. Tras su fiasco en el Mónaco, fue despedido en el equipo nazarí por sumar tres puntos de los últimos 27
Más de dos años después de abandonar la Selección Española en uno de los episodios más polémicos que se recuerdan, Robert Moreno no ha encauzado su carrera como técnico de primer nivel, sumando otro tropiezo en su efímera carrera como primer entrenador. Tres puntos de los últimos 27 fueron el detonante de la bomba. El catalán fue destituido del banquillo del Granada apenas siete meses después de su llegada. Algo parecido le ocurrió en el Mónaco, donde fue despedido tras el fin del confinamiento. En su fracaso deportivo en Andalucía, se sumaron las críticas a la afición por su personalidad.
El catalán aceptó la difícil tarea de reemplazar a Diego Martínez en el banquillo nazarí. Durante los tres años que estuvo su predecesor, el Granada logró el ascenso a Primera y alcanzó los cuartos de la Europa League. La herencia era complicada, pero fue el propio Moreno el que se disparó en el pie cuando no tuvo buenas palabras para la afición: "Diego (Martínez) ya no está. Ahora está Robert Moreno y hay que confiar. Me gustaría que la gente gastase la energía en animar a los jugadores. Yo no puedo controlar lo que piensa la afición, me tengo que centrar en el trabajo".
La relación con la afición nunca mejoró. En otra ocasión, tras los pitos al equipo, declaró en rueda de prensa: "Es normal que el objetivo sea el entrenador. (…) Me veo con muchísima energía y muchas ganas". Su actitud, sin embargo, no fue suficiente para que la directiva mantuviera su confianza en él. Con una plantilla parecida a la de Diego Martínez, el Granada pasó de competir en Europa y estar tranquilo en la Liga a pelear por el descenso.
El cisma en la Selección
Su primera experiencia de manera solitaria le llegó en la Selección. El fallecimiento de la hija de Luis Enrique hizo que su ayudante se convirtiera en el seleccionador. Moreno estuvo en el cargo nueve partidos (siete victorias y dos empates) y logró la clasificación para la Eurocopa. El problema llegó cuando su predecesor quiso recuperar su puesto.
"Fue desleal. Nos reunimos 30 minutos en mi casa y percibo claramente que quiere hacer la Eurocopa. Desgraciadamente, no me pilló por sorpresa. Lo veía venir. Intenté ponerme en su lugar: lo entiendo. Entiendo que le haga ilusión ser seleccionador nacional; entendiendo que sea la oportunidad de su vida, porque ha trabajado mucho y es ambicioso. Ser ambicioso en esta sociedad es una cualidad a valorar. Para mí, sin embargo, es desleal. Yo nunca lo haría. No quiero a nadie con esas cualidades en mi cuerpo técnico. La ambición desmedida no es buena", declaró Luis Enrique.
La respuesta de Robert Moreno no se hizo esperar: "Es cierto que fui egoísta y pensé en mi futuro porque actuar de otra manera me perjudicaría. No obstante, una cosa es la relación personal y otra la profesional. Volvería a hacerlo todo igual".
Un impulso más que necesario
Estas declaraciones corroboran la tesis de Luis Enrique, que lo acusó de desleal. El asturiano fue quien lo llevó al fútbol profesional. Moreno, que comenzó su carrera como entrenador a los 14 años, fue ayudante del actual seleccionador en la Roma, el Celta, el Barcelona y la Selección.
La despedida del Mónaco llegó tras la irrupción del coronavirus. La Ligue 1 se dio por concluida cuando llegaron las cuarentenas, así que Moreno sólo entrenó al equipo monegasco en diez partidos (tres victorias, tres empates y cuatro derrotas). Cuando iba a comenzar su primera pretemporada, fue destituido. Y, según declaró, se enteró por la prensa: "Era sábado. Por la mañana recibo un mensaje de Oleg Petrov (director general del club) y me dice que quiere verme en el estadio tras el entrenamiento. En el camino, un amigo me llamo. Ya estaba en los periódicos. Descubrir que estás despedido en la prensa es lo que duele".
Ahora son dos los despidos que ha acumulado Robert Moreno en apenas dos años. Su trayectoria necesita un impulso para consolidarse como entrenador de élite. Hay que recordar que, durante su etapa como seleccionador, el juego del combinado nacional fue brillante. El roce con Luis Enrique supuso un lastre para su imagen, pero el catalán confía en que su consagración llegue más pronto que tarde.
Más de dos años después de abandonar la Selección Española en uno de los episodios más polémicos que se recuerdan, Robert Moreno no ha encauzado su carrera como técnico de primer nivel, sumando otro tropiezo en su efímera carrera como primer entrenador. Tres puntos de los últimos 27 fueron el detonante de la bomba. El catalán fue destituido del banquillo del Granada apenas siete meses después de su llegada. Algo parecido le ocurrió en el Mónaco, donde fue despedido tras el fin del confinamiento. En su fracaso deportivo en Andalucía, se sumaron las críticas a la afición por su personalidad.