Es noticia
Grealish y la estela de George Best, el fútbol inglés vuelve al pub: "Para ellos es cultural"
  1. Deportes
  2. Fútbol
Problemas con el alcohol

Grealish y la estela de George Best, el fútbol inglés vuelve al pub: "Para ellos es cultural"

Repasamos la cultura de fútbol y cervezas con Carlos Cuéllar, que jugó en las islas británicas durante ocho años, tras los últimos escándalos de internacionales ingleses y las salidas

Foto: Jack Grealish. (EFE/Andrew Yates)
Jack Grealish. (EFE/Andrew Yates)

El 15 de mayo de 1974 Inglaterra se medía a Irlanda del Norte en el viejo Wembley. En el minuto 55 de partido Joe Mercer, el seleccionador inglés, sustituyó al zurdo Stan Bowles, que se marchó al vestuario, se duchó y cruzó desde el estadio al pub más cercano para ver el final del partido tomando unas pintas. Este episodio, que se antoja imposible en España, refleja la cultura de pub de los futbolistas ingleses, que siempre han socializado alrededor de unas buenas pintas. Bowles, proclamado mejor jugador de la historia del Queen's Park Rangers, era un 'bon vivant' que alternó con George Best en pubs y discotecas, además de un apostador enfermizo que al sacar los saques de esquina preguntaba al público cómo habían acabado las carreras de caballos en las que había metido dinero.

En las últimas semanas, los tabloides han destapado algunas polémicas con la aparición por los pubs de jugadores como Grealish, futbolista inglés por el que el Manchester City pagó 118 millones de euros al Aston Villa. El mediapunta fue expulsado de un pub por ir "demasiado borracho". También se dejó ver tomando unas pintas el portero de la selección inglesa Pickford, que terminó a puñetazos con parte de la clientela.

El fútbol y el pub está culturalmente ligados en la historia del deporte inglés desde hace décadas, si no siglos. Algo parecido a lo que ocurre con el rugby y los terceros tiempos. Reza un aforismo del deporte oval que "el pub es la parte más importante del campo de rugby". Alguien que ha convivido en varios vestuarios británicos y ha vivido en primera persona este fenómeno es el defensa madrileño Carlos Cuéllar, que entre 2007 y 2015 jugó en el Rangers escocés y en el Aston Villa, Sunderland y el Norwich City, ingleses todos ellos.

placeholder Pickford. (Reuters/David Klein)
Pickford. (Reuters/David Klein)

El ritual de ir al pub

Cuéllar confiesa que le llamó la atención que "se socializaba más en los pubs que en España". "Era algo cultural. Porque yo salía por ejemplo a pasear y los aficionados me invitaban a tomar algo al pub. Lo veían como una cosa normal. De hecho, era algo normal para ellos hasta entonces. Pero el fútbol, con la profesionalización, ha ido cambiando y los jugadores se cuidan mucho más que antes".

En su etapa inglesa tenía una rutina parecida en Escocia que en Inglaterra. "Era el mismo estilo de vida. En el Aston Villa jugábamos en Europa, como en el Rangers. Así que entre semana estabas centrado completamente en prepararte, jugar y recuperarte. Luego, cuando llegaban las semanas sin partidos europeos, el entrenador nos daba un par de días libres y ahí ya podíamos salir un día". Cuestionado sobre si hay una mayor cultura de la bebida en las islas, Cuéllar apunta que "los ingleses tienen más cultura de socializar bebiendo, igual que nosotros somos más de irnos de pinchos". "A nosotros culturalmente nos atrae más la comida. Por mi experiencia en los clubes que he estado, los jugadores de fuera de las islas tenían más control en ese aspecto a la hora de irse de pintas".

El madrileño recuerda que "el 'afterwork' que ahora se ha puesto de moda aquí, allí ya era un clásico". "Tomarte tres o cuatro después de trabajar y luego a casa". Cuando el central llegó a Escocia lo asumió como algo normal: "Al principio viví esa forma de socializar. Era normal para la gente ver a los jugadores bebiendo en los pubs. Pero todo eso ha cambiado mucho en estos años".

placeholder Cuéllar persigue a Henry. (EFE/Gerry Penny)
Cuéllar persigue a Henry. (EFE/Gerry Penny)

El ejemplo de Ranieri

Carlos apunta un caso curioso de su época: "Recuerdo, por ejemplo, que Ranieri, en aquel Leicester que ganó la Premier, después de los partidos les invitaba a unas pizzas y a una cerveza los jugadores. Eso me ha pasado en los viajes largos de autobús. Aunque si no querías pizza, llevábamos chef con una cocina en el bus que te hacía la cena. Pero la cerveza la perdonaban pocos y a los que no bebíamos los compañeros nos decía: 'Tú pídela, que ya me la bebo yo".

En España antiguamente el día de salir para los futbolistas era el jueves, desde grandes como Real Madrid o Barcelona, a equipos de Segunda. "El viernes teníamos sesión de baño y masaje y el fin de semana partido. Así que los jueves había cena de equipo y te tomabas dos o tres 'fantas'. Al día siguiente sabías que el entrenamiento era 10 o 15 minutos de carrera, algo de fútbol tenis y luego masaje", recuerda.

En Inglaterra esa cultura del pub derivó en casos sonados de alcoholismo y adicción a las apuestas que arruinó la carrera de jugadores ilustres como George Best o Paul Gascoigne. Ellos son la punta de un iceberg de un fenómeno que se convirtió en un problema social y para el fútbol. Pero los clubes ingleses han tenido conciencia de ello y lo han querido cortar de raíz.

placeholder Paul Gascoigne. (Reuters/John Sibley)
Paul Gascoigne. (Reuters/John Sibley)

Así, Cuéllar revela que "estos problemas los clubes los tienen muy en cuenta". "Por eso durante la temporada venían a darnos una charla jugadores que habían tenido problemas con el alcohol o el dinero y lo habían perdido todo. Antiguamente, nos reíamos del que llegaba borracho, pero eso no acaba nunca bien. Estos veteranos orientaban especialmente a los chicos jóvenes. Esos chicos que, de repente, se encontraban con buenos contratos y empezaban a salir más de lo debido. Parece que no te va a pasar a ti, que tienes el control de todo, pero cuando te quieres dar cuenta estás arruinado. El capitán tiene mucho más peso en los vestuarios en las islas y está muy encima de los jóvenes en estas cosas. Allí están más concienciados con el alcohol porque es más problemático. Aquí en los equipos de España me han dado charlas, pero relacionadas con el tema de las apuestas".

Sin embargo, la profesionalización del fútbol parece haber cambiado esta cultura. Algo que contrasta entre la época de jugador de Cuéllar y los de ahora, es el control a los jugadores: "Ahora somos más conscientes de la profesionalidad del jugador y de su cuidado en ámbitos como la nutrición. Ahora no te puedes pasar porque te pesas todos los días y se mide la grasa cada semana. En mis tiempos nos pesábamos una vez a la semana y nos miraban de vez en cuando el porcentaje de grasa. Esto ha evolucionado mucho. Y a eso se suma que los jugadores son profesionales a edades cada vez más jóvenes. Imagino que saldrán a celebrar y tomarse algo después de ganar los partidos, porque es lógico y hasta necesario. Otra cosa es si pierdes. Ya vimos lo que ocurrió con aquellos jugadores del Cádiz que salieron después de perder y el entrenador tomó medidas".

Ahora ya nadie se encuentra un vestuario como el que recibió a Arsène Wenger el día que se hizo cargo del Arsenal. Un grupo de ilustres bebedores, entre los que aparecían leyendas 'gunners' como Tony Adams, Paul Merson, Ray Parlour o David Seaman. Aun así, no falta recurrentemente alguna escaramuza de un futbolista en un pub como las de Grealish o Pickford porque al fútbol inglés le cuesta salir de allí.

El 15 de mayo de 1974 Inglaterra se medía a Irlanda del Norte en el viejo Wembley. En el minuto 55 de partido Joe Mercer, el seleccionador inglés, sustituyó al zurdo Stan Bowles, que se marchó al vestuario, se duchó y cruzó desde el estadio al pub más cercano para ver el final del partido tomando unas pintas. Este episodio, que se antoja imposible en España, refleja la cultura de pub de los futbolistas ingleses, que siempre han socializado alrededor de unas buenas pintas. Bowles, proclamado mejor jugador de la historia del Queen's Park Rangers, era un 'bon vivant' que alternó con George Best en pubs y discotecas, además de un apostador enfermizo que al sacar los saques de esquina preguntaba al público cómo habían acabado las carreras de caballos en las que había metido dinero.

Inglaterra
El redactor recomienda