Moncloa se harta de Rubiales y refuerza a Franco en su 'Valle de los caídos' (o caídas)

El 8 de marzo de 1857, miles de trabajadoras del sector textil salieron a las calles de Nueva York para protestar por sus condiciones laborales. En Europa, no fue hasta 1910 cuando, durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas celebrada en Copenhague, se proclamó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, aunque no fijaron una fecha concreta, sino el mes de marzo. Y así llegamos a 1975, cuando las Naciones Unidas declaró el 8 de marzo Día Internacional de la Mujer. Salvando las distancias, pero en otro simbólico paso más hacia la igualdad, este martes, 8 de marzo de 2022, era el día perfecto para que el Consejo Superior de Deportes (CSD) que preside José Manuel Franco anunciara el nacimiento de la liga profesional de fútbol femenino.

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Esta es la noticia que llevan meses esperando las jugadoras del deporte más popular de nuestro país y que mantiene económicamente al resto, de ahí que, a pesar de la obstaculización de la que han sido víctimas por parte de algunos actores que no miran por los intereses de las futbolistas, sino por los suyos propios, empezando por la Federación Española de Fútbol (RFEF) y acabando por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), ellas sí puedan aspirar a la profesionalización, siempre y cuando sea a imagen y semejanza de LaLiga.

Salvo imprevistos de última hora, el CSD no tardará en poner en marcha la LPFF, con un nombre prácticamente cerrado para presidirla. Después de que el director general del CSD, Albert Soler, lograra algo que parecía impensable, como era que el Real Madrid (y, por un misterioso seguidismo, también FC Barcelona y Athletic de Bilbao) firmara los estatutos de la nueva liga profesional de fútbol femenino, estos fueron enviados a la RFEF para que emitiera un informe. Con los 16 clubes de acuerdo, lo normal es que en Las Rozas (o Mateo Inurria, tras el cambio de domicilio social) poco o nada tuvieran que decir, aunque no fue así.

Este informe no es vinculante, de ahí que tampoco había ninguna obligación de introducir las numerosas observaciones que hizo la RFEF, pero, con Andreu Camps por medio, el peligro de la impugnación siempre está latente, por más que las únicas perjudicadas serían una vez más las futbolistas. De este modo, en el CSD introdujeron los cambios que consideraron oportunos y volvieron a pasar los estatutos para la aprobación definitiva por parte de los 16 clubes, para de esta forma poder convocar la Comisión Directiva. Son tantos los movimientos entre bastidores, que conviene ponerlos todos en contexto, por muy complejos que resulten.

Quejas al presidente del Gobierno

La pataleta de Rubiales fue tal que, al igual que hizo con las dos anteriores presidentas del CSD, María José Rienda e Irene Lozano, se quejó a Moncloa, aunque en esta ocasión sin ningún éxito. Sacar a Franco de ese particular 'Valle de los caídos' (en este caso, caídas) en el que el "amigo de Pedro" (como Rubiales considera a Sánchez) ha convertido el CSD no le va a resultar tan fácil. Y es que lo paradójico, por no calificarlo directamente de grotesco, es que el presidente de la RFEF acusó a los actuales responsables del Deporte español de lograr lo que precisamente le habían encomendado, la profesionalización del fútbol femenino.

Es por ello que, a diferencia de otras ocasiones anteriores, el presidente del Gobierno no ha recibido a Rubiales. Ni siquiera con la excusa de querer hablarle de la candidatura conjunta de España y Portugal para organizar el Mundial de 2030. Y es que no falta quien asegura que el ministro Miquel Iceta terció para que Pedro Sánchez no le diera audiencia. Aunque Rubiales vaya a quedarse como Pedro Picapiedra, aporreando la puerta de la nueva liga profesional de fútbol femenino que, de momento, tutelará el CSD hasta que logre la estabilidad y sostenibilidad necesarias,

Uno es el caso del patrocinio de Iberdrola, que tiene firmado con la RFEF un acuerdo para dar nombre a la competición una temporada más. Es decir, la primera que gestionará la nueva liga profesional de fútbol femenino. Después del ninguneo, especialmente por parte del Real Madrid, lo normal es que la energética se planteara su continuidad, aunque ello también podría repercutir en la Selección nacional y en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas no pueden permitirse el lujo de seguir perdiendo patrocinadores.

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Otra herencia envenenada de la nefasta gestión de Rubiales en materia de fútbol femenino es la televisión, ya que la RFEF tiene un acuerdo junto a cinco clubes (Athletic, Real Madrid, FC Barcelona, Madrid CFF y Alavés) con RTVE para ofrecer un partido por jornada y en el que, como mínimo, uno de esos cinco clubes juegue como local. Un auténtico desbarajuste que deberá acabar con una venta centralizada de los derechos audiovisuales, tal y como ocurrió en el fútbol profesional masculino. Y es aquí donde está el meollo de la cuestión. Como dijo Charlotte Perkins, activista estadounidense y defensora de los derechos civiles de las mujeres, "no hay un pensamiento femenino pues el cerebro no es un órgano sexual". Claro que para eso primero hay que tenerlo...