La polémica lesión de Cristiano Ronaldo y su 'espantada' a Portugal

Cristiano Ronaldo está desaparecido. No jugó el derbi contra el Manchester City ni estuvo en el Etihad Stadium para arropar a sus compañeros. Algo extraño sucede con el portugués, que no ha dado ningún tipo de respuesta o explicación a su ausencia en el derbi. No fue convocado por el entrenador Ralf Rangnick, con el que ha tenido diferentes episodios de discrepancia desde que sustituyó a Solsjkaer, y su silencio multiplica las sospechas de un enfrentamiento entre el entrenador y la estrella del equipo.

Muy mal tiene que estar el portugués para no jugar ni estar en el banquillo en un partido de tanta repercusión como es el derbi de Manchester. Esto es lo que no cuadra con un futbolista que se caracteriza por su raza y ambición. Cristiano quiere jugar siempre. Su voracidad por ganar, su espíritu competitivo y la motivación de batir récords es lo que le mueve, incluso en los malos momentos. Pero hay algo que no está saliendo bien en la relación entre el entrenador y el futbolista. Es un divorcio que viene fraguándose desde hace meses. Son dos personalidades que han chocado y un pulso que está generando demasiado ruido y tensiones.

La explicación que ha dado el Manchester United es una lesión en la cadera. Un problema físico que ni la propia hermana del jugador, Katia Aveiro, se cree. Esto alimenta más la polémica. La hermana confirma en las redes sociales que Cristiano estaba al ciento por ciento para jugar el partido contra el equipo de Pep Guardiola. Esta reacción y el silencio de Cristiano Ronaldo choca con la explicación que dio Ralf Rangnick tras el derbi: "Tengo que creer a mi departamento médico. Nuestro médico vino a verme el viernes por la mañana antes del entrenamiento y me dijo que Cristiano no podía entrenar por unos problemas en el flexor de la cadera".

Falta de motivación

La sorpresa y lo que complica más la situación, agravada además con el baño del equipo de Guardiola (4-1) al de Rangnick, es que Cristiano Ronaldo viajara a Portugal. No estuvo haciendo piña. No ejerció de líder en un momento difícil de sus compañeros y en un partido de máxima importancia. Es un elemento más para entender que Cristiano no está motivado y, en el momento de sentir unas molestias, ha elegido no jugar y pedir recuperarse. No es a lo que nos tiene acostumbrado un futbolista que busca hacer historia en cada partido que tiene por delante. El derbi, en regreso a la Premier League, era una ocasión. En otro momento, con otro entrenador, no habría desaprovechado la ocasión de jugar hasta que el cuerpo aguantara o estar, al menos, en el banquillo para ser un revulsivo.

La lesión en la cadera es poco creíble y en Inglaterra no ocultan que Cristiano haya optado por dar una espantada. Leyendas del Manchester United, como el ex jugador Roy Keane, sospechan de la ruptura total entre el técnico y la estrella: "Hablamos de que Cristiano Ronaldo es una especie de máquina. Rara vez se lesiona. Pero de vez en cuando... Rangnick dice que tiene algo en el flexor de la cadera. No tiene sentido para mí", manifiesta en 'Sky Sports'.

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El Confidencial

Los problemas entre Rangnick y Cristiano vienen de atrás. El entrenador le ha quitado en varios partidos y le ha tenido en el banquillo. Cuando le han preguntado por esta situación ha dicho que era una decisión técnica porque no veía al portugués en plenitud de energías para hacer una buena presión. Este tipo de declaraciones molestaron al portugués. Es un Cristiano distinto. Menos motivado y acertado. No genera peligro, solo lleva un gol en lo que va de año, no está cómodo. Se vio en el partido que disputaron el Atlético de Madrid y el Manchester en la ida de los octavos de final de la Champions en el Metropolitano. Acabó yéndose del campo solo y con la cabeza baja.

Cristiano no tiene rebeldía y eso no casa con la figura de un ganador. Ralf Rangnick es un entrenador interino puesto por el club hasta encontrar un recambio con el que empezar otro proyecto a partir de la próxima temporada. En la lista están Mauricio Pochettino y Zinedine Zidane. Cristiano puede haber tirado la toalla, pero no es normal en él. Lo que no perdona es que el técnico no tenga plena confianza en su trabajo.

Llegó al Manchester United el pasado verano con polémica tras haber negociado su representante, Jorge Mendes, previamente con el Manchester City. Se quiso ir de la Juventus, tras un ciclo de tres temporadas en las que no consiguió conquistar la Champions, para seguir ganando y no lo está consiguiendo en la Premier. Su equipo ocupa la quinta posición, fuera de los puestos de Champions y le ha superado el Arsenal, que tiene tres partidos menos. Fue eliminado de la FA Cup en otro partido decepcionante. Queda la Champions, el partido en Old Trafford contra el Atleti, y aquí es donde no se puede permitir el club que el divorcio entre Rangnick y Cristiano vaya a más.