El hormigueo de Marcelo: cuando una leyenda es una carga para el Real Madrid

Marcelo se dio el capricho de llevar a su hijo Enzo a París. El chico estuvo en el entrenamiento del día antes del partido contra el Paris Saint-Germain, en el estadio del Parque de los Príncipes. Pudo sentir lo que es una cita importante en el primer equipo del Real Madrid y presenciar el encuentro en la grada. Esto solo es posible si eres hijo del capitán y además formas parte del club. Enzo Alves Viera es canterano del Real Madrid, pero si viajó a Francia con la expedición del equipo es porque su padre quería compartir uno de los últimos grandes momentos que le quedan en el Real Madrid.

El futuro de Marcelo es incierto. Acaba contrato en junio y es difícil que pueda prolongar su estancia en el Real Madrid. Es lo que desearía, principalmente porque está muy arraigado a Madrid. Llegó con 18 años, lleva 16 temporadas y es el futbolista que más títulos tiene en la historia del club. En todo este tiempo ha jugado 578 partidos y es el extranjero con más encuentros. Esto, teniendo en cuenta el prestigio de haber conquistado cuatro Champions, le convierten en una leyenda. Pero no le puede dar para estirar su carrera en el Real Madrid. A pesar de que bromea y diga, en 'El Hormiguero', que quiere jugar con su hijo. Enzo tiene 12 años. Marcelo cumple 34 en mayo.

Lo que tiene Marcelo es un hormigueo por resolver qué camino tomar al final de esta temporada. Lo que menos le apetece es mover a la familia de Madrid si se decide por una nueva etapa en otro equipo. Tendría que ser en el extranjero. Es una faena para su mujer, Clarice Alves, y sus dos hijos, Enzo y Liam (6 años). Para el mayor supondría un contratiempo difícil de aceptar. Enzo es feliz y destaca en la cantera del Real Madrid desde que entró en los benjamines y ahora es uno de los mejores delanteros en el Infantil. "Estoy muy tranquilo. Todo tiene un fin. Me gustaría seguir y retirarme aquí. Pero no soy yo el que decide", dijo Marcelo a Pablo Motos.

Liberar su sueldo

El que decide es Florentino Pérez. Al presidente le toca tomar la decisión final con Marcelo. No es nada sencilla porque se trata de un jugador que tiene un papel secundario en el equipo, pero que aceptaría un contrato de una temporada más. El club se lo ofreció a Sergio Ramos y a Modric el año pasado. Ramos no lo cogió y Modric sí lo aceptó. Lo mismo podría hacer Marcelo, pero el brasileño sería una carga para el club. Marcelo tiene un sueldo de 8 millones de euros netos. Podría congelarlo, renovar a la baja. Pero esto no ayudaría a liberar la masa salarial que necesita el Madrid para hacer el fuerte desembolso por otros fichajes y la prioridad sigue siendo Mbappé.

La angustia que tiene Marcelo, por pequeña que sea, es tener claro si su ciclo en el Real Madrid está terminado o puede apurarlo. Se siente y argumenta que es un hombre de club. Años atrás tenía ofertas y antepuso el Real Madrid por delante de otros intereses. El escenario y el rendimiento es diferente. No es el mismo caso que Luka Modric (36 años). El croata todavía es indiscutible para Ancelotti. Esto es sencillo. En el partido de vuelta contra el PSG en el Bernabéu no puede jugar Ferland Mendy por sanción. El sustituto es Marcelo. ¿Está el brasileño para enfrentarse a Mbappé y Neymar? No da garantías como lateral. En esta posición defensiva ha dado todo lo mejor que tenía. Ancelotti lo utiliza ya a cuenta gotas y lo ve más como extremo por su calidad y la facilidad para poner buenos centros. Si Marcelo no está para los grandes partidos, la temporada siguiente será peor.

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Su presencia en el equipo ha ido decreciendo en las últimas temporadas. En la actual lleva 15 partidos (550 minutos, 0 goles y 0 asistencias). Ha pasado de disputar 47 y 44 encuentros en las temporadas 16-17 y 17-18 a ir bajando y quedarse con los 19 de la pasada temporada. Su rol de capitán lo tiene perfectamente asumido. Entrena con ilusión, muestra compromiso, genera buen ambiente y juega los minutos que hagan falta. Ancelotti le premió en la final de la Supercopa de España, contra el Athletic, para que saliera los últimos minutos y estuviera en el campo luciendo el brazalete.

Cuando Marcelo dice que está tranquilo es porque va a esperar hasta el final de temporada, hacer balance del rendimiento individual y colectivo, y decirle a Florentino que, para él, el dinero no es la prioridad. Si no hay acuerdo, quedará libre y buscará otras opciones. Si puede no mover a la familia de Madrid sería ideal. Si quiere seguir jugando al fútbol, tiene energías e ilusión, podría estudiar ofertas que llegan de Brasil y otras ligas menores. Si quiere colgar las botas, lo haría como capitán del Real Madrid y se centraría en sus negocios.

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En la faceta empresarial está la nueva vida de Marcelo y como gestor lleva preparándose en los últimos cuatro años. Desde que entró a formar parte en el accionariado de un fondo inversor que ha adquirido dos clubes de fútbol. Uno en Brasil (Azuriz) y otro en Portugal (Mafra). El primero sirve para la formación de jugadores y el segundo es un trampolín para traer a Europa a los talentos.

En los planes de Marcelo está seguir invirtiendo en fútbol y adquirir un club con más potencial. En la línea que ha seguido otro ex madridistas y ex futbolista, Ronaldo, que tras convertirse en el máximo accionista del Valladolid ha comprado el Cruzeiro en Brasil. Este año, Marcelo tiene pensado el lanzamiento del holding DOZE para estructurar y gestionar sus diferentes empresas. Marcelo ha hecho una fortuna desde que llegó a España en 2007. Son muchos años ganando importantes cantidades de dinero, estudiando para la gestión de su patrimonio y llegar a este momento en el que está cerca su retirada.