"Hay que expulsar de por vida a los que van al fútbol a insultar y son racistas"

Se detuvo ante los gritos que imitaban el sonido de un mono. Le miró a los ojos. Pero el desalmado, con la cara oculta por una especie de bufanda, se puso a hacer gestos imitando a un mono. La mirada del futbolista del Cádiz era la de una persona que no daba crédito a lo que estaba sucediendo. Carlos Akapo Martínez sufrió este episodio de racismo en el estadio Nuevo Los Cármenes de Granada en el momento en que fue sustituido y salía andando, tranquilamente, cerca de la grada. Las imágenes de televisión han hecho posible identificar al agresor y la Liga ha denunciado los hechos a la Fiscalía Provincial de Granada y se ha personado como acusación particular.

Pero Carlos Akapo quiere llegar hasta el final. No puede ser otro caso que queda archivado y en el que las sanciones no tienen efecto. Está dolido, afectado y así lo cuenta en esta entrevista a El Confidencial. Su postura es firme, clara y contundente. No puede salir gratis ir a un evento deportivo y creerse con derecho a insultar. Esto no viene en la entrada y es algo que indigna a Akapo, que denuncia y espera que tenga consecuencias. Este gesto racista lo ha podido captar la televisión, pero por desgracia y aunque parezca algo aislado, sigue sucediendo en el fútbol español.

PREGUNTA. Pasadas las horas, más en frío y con la repercusión que ha tenido el incidente, ¿cómo se encuentra?

RESPUESTA. Sigo fastidiado. Lo voy superando. Me siento mal, pero si esto sirve para concienciar a la gente de que este tipo de incidentes sobran en el fútbol, pues algo habremos avanzado. En los campos de fútbol hay niños y, aunque este tipo de hechos racistas son pocos, siguen siendo un mal para este deporte y sus valores. Lo que tiene que haber es respeto y no racismo. Hay que erradicarlo. Mi mensaje es claro. El hecho de que pagues una entrada no te da derecho a ir a un partido a insultar a los futbolistas, al árbitro o a otros aficionados. No lo podemos permitir. Yo soy una persona calmada y ahora me ha tocado a mí, pero en general en el fútbol sigue habiendo insultos, falta de respeto y vejaciones. También episodios tan lamentables que son racistas.

P. ¿Cómo fue la secuencia de los insultos?

R. Estaba saliendo del campo, por detrás de la portería, iba andando y quitándome el vendaje de la muñeca. En ese momento escuché un sonido y era el 'uh, uh, uh, uh'. Me giré y vi que hacía gestos imitando a un mono. Les dije: "En serio, ¿me estáis haciendo esto?". Volvió a repetirlo y me le quedé mirando con cara de incredulidad. No me lo podía creer. El mismo chico, el que ha salido en las imágenes de televisión, repitió el gesto. Ojalá no vuelva a entrar en un campo de fútbol en su vida.

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P. ¿Qué sensación tiene en ese momento? ¿De rabia, impotencia, frustración...?

R. Me sentí muy dolido. Repito que soy una persona calmada, pero se sufre. Y piensas que hay más gente fuera del fútbol que también sufre el racismo. Es un tema delicado. Esto no se puede permitir. Son gente que no ayuda a que la sociedad avance. Tengo claro que hay que expulsar de por vida a los que van al fútbol a insultar, a faltar al respeto, a los racistas...

P. ¿Ha sufrido este tipo de insultos en otros partidos a lo largo de su carrera?

R. De pequeño, en algún campo de fútbol, tenía que escuchar "el negro ese...". Por desgracia, sí. Yo tengo un nombre, como todas las personas. Este tipo de cosas duelen. Intento que no me afecten y no me lo quiero tomar a pecho. Por eso solo pido que este mensaje sirva para que la gente sepa que no puede ir al fútbol a insultar porque haya pagado una entrada. Hay que condenar las actitudes racistas.

P. ¿Por qué es tan difícil acabar con estas actitudes en el fútbol?

R. Son gente que no tiene educación. Si lo ha hecho una vez, seguro que lo viene repitiendo en más ocasiones fuera del campo. Son gente que lo hace conscientemente. No se puede justificar y por eso no debería formar parte de ninguna afición. No representa evidentemente al Granada, ni a los valores del fútbol. A mí, de pequeño, me han inculcado que el fútbol no es odio sino respeto a los jugadores y al árbitro. Y que cuando vas a un partido es para disfrutar.

P. ¿Siente que la reacción de rechazo ha sido unánime y sirve para algo?

R. Yo me he sentido apoyado. Y también quiero destacar que hubo un aficionado que reprochó los gritos y los gestos. Con esto es con lo que hay que quedarse. He sentido la cercanía y el apoyo del Granada, de mi club y de otros como el Athletic, Alavés, Numancia... Los clubes y el presidente de la AFE, Aganzo, me han apoyado.

P. ¿Cree que las sanciones sirven para algo o son insuficientes?

R. Este es el problema. Si quieres acabar con este tipo de insultos, con el racismo, las medidas sancionadoras tienen que ser más drásticas. Parece que sale gratis insultar o hacer este tipo de gestos. Yo lo único que pretendo con esto es poder dar visibilidad a este problema, porque sigue habiendo racismo y no se puede tolerar. Le sucedió a Iñaki Williams y esta temporada a Vinícius. En el siglo en el que estamos, es lamentable y lo que hay que hacer es expulsar a esta gente.

P. Para quien no le conoce, ¿cómo es Carlos Akapo?

R. Muy normal. He tenido que trabajar y superar muchos obstáculos, con graves lesiones y mucho trabajo, para llegar donde estoy. Nadie me ha regalado nada. He empezado en esto desde muy abajo. Empecé a jugar en la cantera del Kelme, pasé al infantil del Hércules y luego al Elche de juvenil. Seguí en el Huracán de Valencia y de allí pude dar el salto al Numancia para jugar en Segunda División. Luego tuve otra etapa en el Valencia Mestalla. Empezaron las lesiones en la rodilla izquierda y me tuvieron que operar dos veces. Cuando me recupero firmo por el Huesca y me vuelvo a lesionar en la rodilla. No ha sido nada fácil. Terminé contrato con el Huesca y estaba recién operado. Llegó el Cádiz y confió en mí. Cuando vuelvo a estar en un buen momento, me lesiono en un partido de Copa contra el Girona en la otra rodilla. Si cuento el tiempo que he estado lesionado y las recaídas, he estado de baja dos años de los últimos cinco. Esta es mi tercera temporada en el Cádiz y es en la que mejor me encuentro. Acabo contrato y solo pienso en todo lo que hay que hacer, ayudar, para que el Cádiz siga en la Primera División.

P. ¿En Cádiz sería un drama un descenso?

R. Sí, porque aquí se vive el fútbol con una pasión y una intensidad que no se puede comparar con nada. El que es del Cádiz es de un solo equipo. No es del Cádiz y luego del Real Madrid o el Barcelona. Es un club y una afición que lo dan todo. Lo vamos a intentar hasta el final. No pensamos en el descenso. Estamos trabajando con un nuevo entrenador, Sergio González, tras estar mucho tiempo con Álvaro Cervera, y solo nos falta un pasito más para ganar partidos. Estamos en una buena línea de juego. Somos un equipo que ahora llega más al área, más ofensivo, que crea más ocasiones de gol y saldremos adelante.

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P. Usted tiene la doble nacionalidad y eligió jugar con Guinea Ecuatorial. Acaba de competir en la Copa de África. ¿Qué influyó para elegir la selección de Guinea Ecuatorial?

R. A mí, con 19 años, me llamó Guinea Ecuatorial. No me llamaban de la Selección española. Yo nací en Elche, pero mi padre es de Guinea Ecuatorial. Para mí es un orgullo jugar para esta selección. Estoy muy contento y la experiencia en la Copa de África ha sido fascinante. Mi padre vino a España con una beca de piloto de avión del Ejército del Aire. Estudió aquí, pero para ejercer tenía que volver a su país y en Murcia conoció a mi madre. Se quedó en España y siguió estudiando para ser hoy administrativo. Son mis padres los que me han inculcado los valores del respeto.

P. Para acabar, ¿qué le parecen las sanciones de los organismos del deporte al deporte ruso?

R. Lo primero que pienso es que es imposible que esté sucediendo una invasión de Rusia en Ucrania. Lo que tenemos que hacer es ayudar. Sé que no tienen culpa los deportistas rusos, pero al final es un castigo para toda Rusia. La culpa la tienen sus gobernantes y puedo entender este tipo de castigos.