Quejas, demanda y faltas de ortografía: el Valencia se siente perseguido por Rubiales

El último frente abierto del Valencia con el presidente de la federación, Luis Rubiales, es el para la mayoría clamoroso penalti no pitado de Vivian a Hugo Duro en la ida de las semifinales de la Copa del Rey frente al Athletic Club el pasado jueves en San Mamés (1-1). Ni el árbitro, Munuera Montero, ni el responsable del VAR, Iglesias Villanueva, quisieron saber nada. Los árbitros están bajo el control de la federación, con quien firman un contrato anual de unos 235.000 euros brutos para cada colegiado.

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EFE

En la entidad de Mestalla, por si fuera poco, indignó una charla en el descanso, destapada por Tele 5, en la que Munuera Montero departía en plan colega con Yuri, el lateral izquierdo del Athletic, y presentaba a Diakhaby como un camorrista: “Pero tú sabes cómo es él... (en alusión a Diakhaby). No entres al trapo, tío, ¿vale? ¿No ves que sales perdiendo siempre?”. “¿Cómo es Diakhaby?”, se preguntan retóricamente en el VCF. “Un niño grande e inocente”.

Precisamente el central francés del Valencia fue el origen de otro desencuentro con Rubiales. En un Cádiz-Valencia del pasado 4 de abril de 2021, el Valencia abandonó el campo unos minutos después de que Diakhaby acusara al central local Cala de haberle dicho “negro de mierda” en una disputa. El encuentro se reanudó y la denuncia quedó en aguas de borrajas por falta de pruebas.

El Valencia envió una carta de la federación pidiendo algunos cambios en el protocolo: que la decisión de abandonar el campo no estuviera en manos de la víctima y, sobre todo, que no existiese la amenaza de una posible sanción para el equipo que renunciara al partido como protesta por un ataque racista. La respuesta de Rubiales fue furibunda a través de una carta llena de faltas de ortografía y con un tono muy agresivo contra la sociedad de Mestalla.

La supuesta animadversión de Rubiales venía coleando de meses atrás. En concreto desde la Supercopa de España de 2020 disputada en enero de ese año en Arabia Saudí. El Valencia llegaba a la cita como flamante campeón de Copa tras haber derrotado al Barça el 25 de mayo de 2019 en el Benito Villamarín (2-1). Rubiales había cambiado sobre la marcha el modelo de la Supercopa, de final a dos en España entre el campeón de Copa (el Valencia) y el de Liga (el Barça) pasó a torneo de cuatro (el Madrid y el Atlético como invitados) en Arabia Saudí. El Valencia se opuso al cambio de formato, pero sobre todo al reparto del dinero. El club de Mestalla iba a recibir en principio 2,5 millones frente a los 4 del Atlético y los 6,8 del Madrid y el Barça. El criterio federativo fueron los resultados de la Supercopa y el palmarés histórico de los equipos. Seis meses después, el VCF, que solo había percibido 800.000 euros, presentó una demanda contra la federación “por daños y perjuicios”.

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El proceso judicial está siendo muy embarrado, si bien la entidad blanquinegra ha obtenido una pequeña victoria reciente: un juez de Madrid determinó que, el pasado 11 de enero, la federación debía enseñar al Valencia todos los contratos firmados por esta con las televisiones, los clubes y Arabia Saudí. El VCF ha dispuesto de un mes para revisar esa documentación y, en los próximos días, presentará la demanda definitiva contra el reparto del pastel por parte de Rubiales. El Valencia confía en que el día 2 de marzo, en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey frente al Athletic, en Mestalla, el partido trascurra por cauces deportivos y no haya un nuevo capítulo de esta ya larga enemistad.