Las risas de Bale en el banquillo tras saber que Ancelotti no sacaría a Hazard tras calentar

El Real Madrid se ha quedado sin la Copa del Rey. El equipo blanco, que veía en el torneo del KO una nueva gran oportunidad para levantar un título, se estrelló en San Mamés ante un Athletic muy superior, que maniató a los de Carlo Ancelotti y que logró la clasificación a las semifinales con un gol de Álex Berenguer en el minuto 89 (1-0). Una de las grandes críticas que se le ha hecho al equipo tras la derrota es la gestión de los cambios del italiano... que provocaron una extraña situación en el banquillo.

Tras los primeros 45 minutos de partido, el Real Madrid había sido incapaz de tirar a la portería de Agirrezabala. La ausencia de Karim Benzema por lesión y la falta de confianza en Luka Jovic y Mariano provocaron que Carletto decidiera apostar por un falso '9', con Marco Asensio y Rodrygo intercambiándose la posición. Pero lo cierto es que el experimento no salió bien y los blancos eran incapaces de salir de su campo, embotellados por el empuje de los leones.

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Por esa razón, Ancelotti decidió poner a calentar a varios jugadores tras el descanso, con el objetivo de encontrar soluciones al bloqueo que sufría el equipo en ataque. Uno de ellos fue Eden Hazard, que en los últimos partidos no lo había hecho mal cuando había salido al campo. Sin embargo, media hora después de comenzar con los ejercicios en la banda, el técnico del Real Madrid le llamaba: no era para saltar al campo..., sino para que se volviera a sentar en el banquillo.

Corría el minuto 75 y Hazard, mirando al banquillo, mostraba una expresión en su rostro que parecía decir 'otro día que no juego'. Bale, que en ese momento se giró hacia el belga, vio la situación y empezó a partirse de risa. Daba la sensación de que los dos jugadores habían hablado antes y daban por hecho que no iban a salir. Cuando cruzaron las miradas, las carcajadas del galés parecían demostrar que se cumplía aquello que comentaron algunos minutos antes.

Sea como fuere, es extraño ver que un jugador como Bale esté tan fuera de la dinámica del equipo que, incluso viendo sufrir a sus compañeros en el césped, esté más pendiente de que Hazard no entre a jugar que del resultado del encuentro. Incluso Jovic da la sensación de esbozar otra sonrisa cómplice con Bale mientras el belga se vuelve a enfundar el abrigo. Una situación extraña en el banquillo, con un Carletto que volvió a demostrar que no confía en los suplentes.

Y es que, posiblemente, el partido ante el Athletic ha sido uno de los peores desde que el italiano volvió a dirigir al equipo blanco. Sin intensidad en el campo y sin soluciones desde la banda, Ancelotti solo hizo dos cambios (Isco y Camavinga), en un partido en el que el Madrid solo tiró dos tiros a puerta y en el que daba la sensación de querer fiarlo todo a una prórroga o unos hipotéticos penaltis. Pero el Athletic penalizó antes una de las decenas de pérdidas de balón de los blancos.

Visto lo ocurrido en los últimos partidos y especialmente en Copa, Ancelotti ha confirmado que no confía ni en Bale ni en Jovic, además de no tenerlo claro con Hazard. Pero aún más dolorosas son las risas desde el banquillo, una complicidad entre jugadores que parecían tener muy claro que no iban a saltar al césped fuera como fuera el partido. Y esa situación sí es peligrosa: si tu plantilla empieza a desconfiar de ti en el momento clave de la temporada...