Florentino desafía a Franco mientras Rubiales castiga a los insurrectos
El Real Madrid bloquea una profesionalización que el Gobierno ya ha puesto en marcha, al tiempo que la RFEF sanciona a tres clubes con reducción de puntos por no lucir su logotipo
Como escribió Carlos Ruiz Zafón en 'Marina', "el camino al infierno está construido de buenas intenciones". El 23 de junio de 2019, bajo el titular 'El fútbol femenino entra en otra dimensión', el diario Marca ensalzó "la buena noticia de que, por fin, el Real Madrid tenga sección en esta modalidad deportiva". Así tuvo que explicarlo su director en vista de la furibunda reacción que provocó su portada. "No se trata de alabar al Madrid gratuitamente, como se nos ha reprochado, pero tampoco vamos a esconder nuestro aplauso a la decisión tomada por el club blanco, que redundará en un gran beneficio en lo mediático, lo social y lo económico", escribió Juan Ignacio Gallardo, para ratificarse en que "es una buena noticia se mire por donde se mire".
Sin embargo, y aunque nadie duda de la buena intención de Marca, basta con repasar lo que ha sucedido en el fútbol femenino español desde aquella fecha para comprobar que esa "otra dimensión" no ha sido precisamente la augurada. Sabido es, porque así lo contamos en El Confidencial, que detrás del visto bueno de Florentino Pérez a que el Real Madrid tuviera por fin equipo femenino estaba la sombra del presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), quien necesitaba aliados en su cruzada contra LaLiga, para lo cual se absorbió deprisa y corriendo el CD Tacón, con algunas irregularidades que aún les pueden pasar factura.
Sí, la llegada del Real Madrid fue utilizada por Rubiales para fraccionar definitivamente el fútbol femenino a imagen y semejanza del fútbol profesional masculino. De ahí las dificultades que hay ahora para sacar adelante la profesionalización que Irene Lozano puso en marcha el día antes de ser despedida, paradójicamente por plantar cara al gran enemigo de este compromiso adquirido por el Gobierno que ahora le toca arreglar a su sucesor, José Manuel Franco. Y es que si el fútbol femenino es profesional, dejará de depender directamente de la RFEF y el Real Madrid deberá empezar a tomárselo en serio, algo que ahora mismo es evidente que no hace.
Si, como el ministro Iceta aseguró, "va a haber fútbol profesional femenino por acuerdo o por decisión", al CSD no le quedará más remedio que decidir y dejar fuera al Real Madrid
El pasado 18 de octubre, con motivo de la presentación del presupuesto del deporte español para 2022, el ministro de Cultura y Deporte lanzó la primera advertencia a Real Madrid, Athletic de Bilbao y FC Barcelona, los tres clubes que en ese momento estaban bloqueando el proceso constituyente del nuevo ente que ha de regir la liga profesional femenina. A pregunta de Rafa Fernández, de Onda Cero, Miquel Iceta aseguró que "va a haber fútbol profesional femenino por acuerdo o por decisión", en una clara advertencia a los tres clubes mencionados. Con Athletic y Barça parece que metidos en vereda, solo falta el Real Madrid para lograr esa unanimidad que pretende el Consejo Superior de Deportes (CSD).
Esta misma semana, el Secretario de Estado para el Deporte pudo decirlo más alto, pero no más claro. "La liga profesional femenina es una apuesta de país", aseguró José Manuel Franco en la Comisión de Cultura y Deporte del Senado. Y para ello, el presidente del CSD explicó que "el consenso es la única forma de comenzar la liga femenina de fútbol". Aunque se antoje una quimera, Franco pretende que los clubes presenten una única propuesta de estatutos para su validación, algo que sigue sin ser posible por la oposición cerrada del Real Madrid, a quien, visto lo visto, y siguiendo las directrices de Iceta, puede que no tenga más remedio que dejar fuera para que el resto pueda seguir adelante.
"El pasado 15 de junio se declaró profesional la máxima categoría femenina de fútbol", explicó Franco en el Senado, pero la RFEF sanciona a seis clubes por no hacer algo que no están obligados
Y es que mientras desde el Gobierno aseguran que "nuestro compromiso con la igualdad es indudable y, como saben, el pasado 15 de junio en Comisión Directiva del CSD se declaró profesional la máxima categoría femenina de fútbol", Florentino Pérez sigue poniendo palos en las ruedas al negarse en rotundo a ceder en un asunto tan nimio como son unos derechos comerciales que pretende explotar al margen del resto de clubes. Franco aseguró en el Senado que "queremos que el fútbol ejerza de locomotora del deporte femenino en su conjunto y ayude a visibilizar la calidad de nuestras deportistas y dignificar su trabajo". Sin embargo, las palabras no bastan.
Agravio con el resto de deportes
Aunque resulte un agravio comparativo con el resto de deportes practicados por mujeres, el Gobierno ha decidido subvencionar el fútbol femenino. "De hecho", explicó Franco, "este año destinaremos 5 millones de euros a la puesta en marcha de la primera liga profesional femenina de este país". "Algo que, entiendo y creo no equivocarme, es un objetivo común, un compromiso de justicia con ellas y con la sociedad", añadió el Secretario de Estado para el Deporte, aunque sobre esto estaría bien escuchar lo que piensa Florentino Pérez y que su director general, José Ángel Sánchez, no ha tenido ningún reparo en comentar públicamente.
Este bienintencionado discurso de Franco, "es un reto de todas y todos, y el Consejo Superior de Deportes va a liderarlo", contrasta con las malas artes y la desastrosa gestión que se está haciendo del fútbol femenino, en la que lo último que interesa es precisamente el fútbol femenino. En su obsesión por impedir que la Primera Iberdrola esté donde debería estar, es decir, al amparo del fútbol profesional masculino, este viernes la RFEF protagonizó otro escándalo que deja claro cómo se las gastan en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas con los insurrectos.
Así, el Juez Único de Competición ha sancionado a Levante, Villarreal y Real Sociedad con multa y reducción de tres puntos por no llevar en su manga el logotipo de la RFEF, mientras ha advertido y multado a Rayo Vallecano, Betis y Valencia. Eso sí, el Real Madrid se niega a llevar el logo de Iberdrola, patrocinador de la competición, pero de eso no dice nada Rubiales. En los mentideros de la capital se comenta que a Florentino no le ha gustado una presunta llamada suya al presidente del Gobierno para ir en contra de la Superliga, de ahí que quizás ahora quiera hacer méritos en ese fútbol femenino que tan poco le importa, pero que tanto podría restar a los dirigentes si las futbolistas no se dejaran manejar por el sindicato de la patronal en el que se ha convertido AFE y plantaran cara todas juntas.
Al menos las jugadoras del Levante y la Real taparon el parche de la RFEF durante el parón de 30 segundos al inicio de los encuentros que las enfrentaban este sábado contra Barcelona y Atlético de Madrid, respectivamente, en protesta por las sanciones impuestas a los clubes por no portarlo en sus equipaciones. Y es que, tal y como señalan los expertos en la materia, conforme al artículo 111 del Reglamento General de la RFEF, la obligación de portar el logo de la RFEF solo es para competiciones no profesionales. De hecho, el propio Franco lo recordó en el Senado: "El pasado 15 de junio en Comisión Directiva del CSD se declaró profesional la máxima categoría femenina de fútbol". Es decir, que esta obligación no es aplicable a la Primera Iberdrola, la sanción deberá ser anulada y, por ejemplo, Real y Levante no perderán esos tres puntos que, casualmente, sumaron ante un Real Madrid que ya está a 17 puntos del Barça...
Como escribió Carlos Ruiz Zafón en 'Marina', "el camino al infierno está construido de buenas intenciones". El 23 de junio de 2019, bajo el titular 'El fútbol femenino entra en otra dimensión', el diario Marca ensalzó "la buena noticia de que, por fin, el Real Madrid tenga sección en esta modalidad deportiva". Así tuvo que explicarlo su director en vista de la furibunda reacción que provocó su portada. "No se trata de alabar al Madrid gratuitamente, como se nos ha reprochado, pero tampoco vamos a esconder nuestro aplauso a la decisión tomada por el club blanco, que redundará en un gran beneficio en lo mediático, lo social y lo económico", escribió Juan Ignacio Gallardo, para ratificarse en que "es una buena noticia se mire por donde se mire".