El fin de la era Koeman: Laporta echa al neerlandés en el avión de vuelta de Vallecas
Adiós a la etapa del técnico holandés en Can Barça. El presidente tomó la decisión en caliente, en el vuelo de vuelta a Barcelona. Xavi Hernández, gran favorito como sustituto
Ronald Koeman ya no es entrenador del Barça. Ya nos enteraremos de qué pasó exactamente para que le hayan despedido de manera fulminante tres semanas después de que Joan Laporta lo ratificara en cuanto pisó Madrid antes de caer ante el Atlético. “Merece un margen de confianza porque es muy barcelonista”, dijo. Como si Koeman no fuera el mismo que marcó el gol en Wembley, como si no se hubiera bajado el sueldo en plena pandemia, como si no hubiera sido él el único con cara y ojos del club en el trayecto que fue desde la dimisión de Bartomeu a las elecciones que ganó Laporta por mayoría. El argumento para mantenerle es que, de repente, era barcelonista. Y este es el plan de Laporta.
Joan Gaspart echó a Zubizarreta después de la debacle de la final de la Copa de Europa en Atenas en un autobús. Joan Laporta ha despedido a Koeman en el avión de regreso de Vallecas, con nocturnidad y sin alevosía, porque en cuanto el Barça perdió ante el Rayo el mensaje a los medios fue que no se tomaría ninguna decisión en caliente. Y hora y media después, Koeman estaba en la calle y se hizo oficial a las 12 y cuarto de la madrugada. Como siempre, el plan previsto con Laporta es que no hay plan.
El presidente tuvo tiempo durante la precampaña, campaña y después de salir elegido, como para haber pensado quién sería, quién quería para el puesto, técnico del primer equipo del Barça. Una decisión crucial, clave, la más importante. Le mantuvo a pesar de que se filtró desde el minuto uno que no le quería, que le pidió 15 días y no encontró sustituto. Y después fue cuando le querían renovar y terminó irrumpiendo en una reunión con periodistas poniendo condiciones como que jugaran Umtiti y Riqui Puig. Y más tarde fue cuando volvió a reunirse con periodistas y dio por finiquitado a Koeman y 48 horas después, en cuanto aterrizó en Madrid, le ratificó porque era muy barcelonista. Sé que suena enrevesado, pero es tal cual.
El FC Barcelona ha destituido esta noche a Ronald Koeman como técnico del primer equipo
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) October 27, 2021
La opción de Xavi
En ese último encuentro con periodistas y al tiempo que enterró a Koeman, deslizó también que no se creía a Xavi, que no le gustaba, que no estaba convencido, que le veía verde. Xavi Hernández era el último de la lista hace menos de un mes. Él está loco por fichar por el Barça —de eso no hay duda— y genera consenso entre los culés, pero Laporta ya ha dejado claro que no es su apuesta, con lo que ficharle ahora, corre que te corre, supone un riesgo.
La sospecha es que si no echaron al técnico después del desastre ante el Bayern —la última, me refiero—, es porque no tenían a nadie para suplirle y ya no solo por una cuestión económica, por la "nefasta herencia recibida" de Bartomeu, sino porque no estaba planificado, estudiado, hablado. Lo que probaron, no salió.
Ahora, Laporta tiene ante sí la decisión probablemente más importante de su mandato y se ha quedado sin parapeto. Hasta el momento, ha vivido confortable en la polémica y la miseria: todos los focos apuntaban a Koeman. Y sí, el técnico fue capaz de asegurar después de perder ante el Rayo que habían jugado muy bien y se sentía satisfecho, pero el que le movió la silla y lo telegrafió, nunca se lo creyó y a pesar de ello le ratificó y al final le ha echado de madrugada es Laporta. Y no tiene recambio por el momento porque si no, ya lo hubiera anunciado.
El siguiente, por tanto, en estar alumbrado para la afición es el presidente. Y ya puede acertar en la decisión del técnico porque le va mucho en juego y hasta ahora ha demostrado que no tenía pensado nada.
Ronald Koeman ya no es entrenador del Barça. Ya nos enteraremos de qué pasó exactamente para que le hayan despedido de manera fulminante tres semanas después de que Joan Laporta lo ratificara en cuanto pisó Madrid antes de caer ante el Atlético. “Merece un margen de confianza porque es muy barcelonista”, dijo. Como si Koeman no fuera el mismo que marcó el gol en Wembley, como si no se hubiera bajado el sueldo en plena pandemia, como si no hubiera sido él el único con cara y ojos del club en el trayecto que fue desde la dimisión de Bartomeu a las elecciones que ganó Laporta por mayoría. El argumento para mantenerle es que, de repente, era barcelonista. Y este es el plan de Laporta.
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